Están pasando muchas cosas últimamente en ‘La Moderna’. Tras la reconciliación de Íñigo y Matilde y la muerte de Pascual, nada ha vuelto a ser como antes en este salón de té, que nos traslada al Madrid de los años 30, a una sociedad en la que el papel de la mujer era secundario y los protocolos sociales inundaban cada aspecto de nuestras vidas.
Esta semana tiene como protagonista la boda de Matilde e Íñigo, quienes por fin parecen poder cumplir su sueño de estar juntos. Pero la sombra de doña Carla planea sobre su felicidad. Resumimos lo ocurrido en los últimos episodios y avanzamos detalles del capítulo de esta tarde.
2Pablo sufre un inesperado accidente

Por otro lado, en ‘La Moderna’, una empresa de lácteos contrató a Laurita para que hiciera sus campañas publicitarias. La joven le propuso a don Fermín hacer un anuncio para promocionar el salón de té en el cine, pero el hombre lo rechazó. Y es que no tiene dinero tras haber perdido una importante suma contra Aguirre en una partida de cartas.
El empresario se encuentra en la ruina y la única forma que ha encontrado de salir del pozo es organizar una nueva partida de cartas con Aguirre y sus amigos. Este último le aconsejó que no lo hiciera, pues en esta ocasión las apuestas serían tremendamente altas; algunos de los jugadores, incluso, apostarán sus propias viviendas. Pero don Fermín sigue empeñado en recuperar su dinero de esta manera.
No podemos olvidar los problemas en los que se está metiendo Emilio para tratar de ayudar a su hermano Raimundo a salir del país. Dos policías se presentaron en su casa buscándolo tras escaparse de la cárcel, por lo que se encuentra en busca y captura. Finalmente Emilio aceptó trabajar para Bernabé a pesar de sus remordimientos de conciencia por traicionar a Íñigo. Por ello, planeó robar las botellas necesarias durante su boda con Matilde.
Así nos acercamos más al enlace, con Matilde sintiendo verdadera nostalgia en su último día de trabajo en La Moderna. Para sorpresa de todos, Teresa dedicó unas bonitas palabras de despedida a su subordinada.
Por otra parte, Conchita acudió a la corrala para anunciarles a las hermanas Garcés que Pablo había sufrido un accidente. Por ello Matilde le pidió a Pietro que fuera su padrino, ya que su hermano Pablo no iba a poder acudir desde Jerez. Fue la propia Conchita quien viajará a Jerez para cuidar al muchacho, por lo que se perderá la boda. Quien sí estará presente en la ceremonia será Rosario, la madre de Matilde, que viajará desde Galicia a Madrid para estar al lado de su hija en un día tan especial.
Todo ello con doña Carla fingiendo que le es indiferente el enlace, cuando lo cierto es que los celos y la furia se apoderarán de ella. Aunque tendrá otras cosas en las que pensar cuando la viuda de Morcuende reaparezca en su vida con oscuras intenciones.