La semana avanza con unos capítulos de ‘Sueños de libertad’ cada vez más interesantes. Las cosas entre la familia De la Reina y la familia Merino se están poniendo muy difíciles, y a Jesús cada vez le cuesta más controlarse. Begoña, la más inocente de todas, también está pagando por todo esto.
Asimismo, estamos viendo cómo surge un amor prohibido entre ella y su cuñado Andrés, sin olvidar lo que ocurre entre los empleados de la empresa. Resumimos lo ocurrido en los últimos episodios y lo que podrás ver en la entrega de esta tarde, como siempre, en Antena 3.
1‘Sueños de libertad’: Andrés recupera la pulsera robada de Begoña
Las primeras semanas de ‘Sueños de libertad’ nos han permitido comprender el por qué de la enemistad entre la familia De la Reina y los Merino. Hace años Valentín, hijo de Digna y sobrino de Damián, asesinó a Clotilde, la primera mujer de Jesús y madre de su hija Julia. Damián lo organizó todo para que Lázaro, un trabajador de la fábrica, pareciera el culpable.
Tras seis años de prisión, Lázaro escapó y se presentó ante Jesús proponiéndole guardar silencio a cambio de dinero. Ante la negativa de Jesús, decidió secuestrar a la pequeña Julia, encerrándola en un establo. Gracias a la investigación de Andrés y Begoña pudieron salvarla, a pesar de que Jesús no dejó de culparlos por poner en peligro a su hija con sus pesquisas.
Jesús de la Reina no iba a permitir que las cosas quedaran así y se citó con Lázaro para entregarle el dinero. Sin embargo, en el último momento sacó una pistola y Lázaro fue detenido. Más tarde escuchó como su hija le contaba a Begoña que Lázaro le había asegurado que él no había asesinado a su madre. Tras ello, le ordenó a Joaquín que le diera dinero a un sargento de la Guardia Civil. Poco después Lázaro apareció ahorcado en su celda; Damián sospecha que su hijo está detrás de esta muerte.
En ‘Sueños de libertad’, se muestra más distante y agresivo, lo que está haciendo que su esposa se aleje de él. Ni siquiera tuvo valor de pedirle dinero para cambiar a su tía Eugenia de centro psiquiátrico, argumentando que lo necesitaba para el comedor social. Igualmente, Jesús solo le facilitó la mitad.
Por ello acabó acudiendo a Toledo para empeñar su pulsera de pedida, con tan mala suerte que le robaron el bolso con la joya dentro. Cuando se lo contó a Andrés, se dispuso a recuperar la pulsera presentándose en la casa de empeños; cuando el vendedor le enseñó el brazalete, Andrés se lo quitó y huyó.
Una vez en la calle Begoña le agradeció el gesto cogiéndole las manos, pero ambos tuvieron que esconderse en un pequeño zaguán cuando vieron llegar a Gema, donde casi se besan. Begoña se retiró en el último momento y volvieron a casa.
Poco después Andrés le contó a Begoña que había pagado la plaza del nuevo psiquiátrico para su tía. “Será nuestro secreto”, le dijo su cuñado. En ese momento Andrés trató de besarla de nuevo, pero ella salió corriendo. Y es que Andrés está loco por su cuñada, algo que acabó confesándole a Luis.
