Elimina la papada con el ejercicio que usan de las famosas: el ‘mewing’

El mundo del fitness y la belleza no deja de sorprender con tendencias y técnicas que prometen resultados casi mágicos. Entre ellas, una práctica ha ganado popularidad recientemente, especialmente entre celebridades y en las redes sociales: el ‘mewing’. Se trata de una técnica que, según sus defensores, ayuda a redefinir la línea de la mandíbula y eliminar la papada.

El nombre viene del Dr. John Mew, que alude a una serie de prácticas enfocadas en la postura de la lengua y la mandíbula. En esta ocasión, vamos a profundizar en qué consiste el ‘mewing’, cómo se practica y qué dicen los expertos sobre su efectividad.

EL «MEWING»: UN VISTAZO AL FENÓMENO VIRAL, ADIÓS A LA PAPADA

EL "MEWING": UN VISTAZO AL FENÓMENO VIRAL, ADIÓS A LA PAPADA

Desde sus inicios, el ‘mewing’ ha generado un verdadero torbellino en Internet, especialmente entre aquellos que buscan soluciones estéticas sin pasar por el quirófano. Según quienes lo practican, esta técnica se basa en la colocación correcta de la lengua en el paladar y en una serie de ejercicios faciales que, realizados con constancia, podrían definir la línea de la mandíbula y reducir la papada. Los ejercicios de ‘mewing’ apuntan además a mejorar la respiración y la postura general de la cabeza y el cuello, impactando de forma positiva en la estética facial.

Estas afirmaciones se sostienen en la idea de que la musculatura facial, al igual que cualquier otro grupo muscular del cuerpo, puede tonificarse mediante ejercicios específicos. Los adeptos comparten sus testimonios y fotos del antes y después como prueba de los cambios conseguidos a través del tiempo.

Sin embargo, es imprescindible señalar que el ámbito científico todavía no ofrece un consenso claro acerca de la eficacia del ‘mewing’. Algunos profesionales en ortodoncia y estética facial son escépticos, ya que la evidencia científica es limitada y los resultados pueden variar sustancialmente de una persona a otra.

CÓMO PRACTICAR EL «MEWING»: PASO A PASO

Para aquellos interesados en darle una oportunidad a esta técnica, he aquí los pasos básicos que deberían seguirse:

La postura inicial es clave: la lengua debe reposar completamente en el paladar, abarcando toda su superficie hasta la parte posterior, justo donde termina y comienza la garganta.

Los labios deben permanecer cerrados, pero sin forzar la mandíbula, mientras que los dientes superiores e inferiores deberían estar ligeramente en contacto o con una mínima separación, favoreciendo una respiración nasal correcta.

A nivel de ejercicios, se puede empezar con la práctica de empujar suavemente con la lengua contra el paladar y mantener esa presión por unos segundos, repitiendo el ejercicio varias veces al día.

Se recomienda también realizar ejercicios de fortalecimiento del cuello y la mandíbula para complementar la acción del ‘mewing’ y potenciar los resultados.

Es crucial mencionar que estas prácticas deben realizarse con cuidado para evitar tensiones innecesarias y siempre es recomendable consultar a un especialista antes de comenzar cualquier rutina de ejercicios, especialmente si se tiene alguna condición previa de salud o preocupaciones estéticas específicas.

PAPADA TESTIMONIOS Y EVIDENCIA: ¿MODA O REALIDAD?

PAPADA TESTIMONIOS Y EVIDENCIA: ¿MODA O REALIDAD?

A pesar de la ausencia de estudios a gran escala que validen la eficacia del ‘mewing’, no faltan testimonios en las redes de personas que aseguran haber mejorado su perfil facial tras meses de práctica. Las fotografías del antes y después se han vuelto virales y sirven de motivación para aquellos que están considerando adoptar esta rutina.

Sin embargo, especialistas advierten que la anatomía facial de cada persona es única, y lo que funciona para uno no necesariamente será efectivo para otro. Además, hay que tener en cuenta que una correcta postura y ejercicios pueden contribuir a un mejor aspecto general, pero factores como la genética y el envejecimiento juegan un papel determinante en la forma de nuestro rostro.

La prudencia es crucial al evaluar estos testimonios y, especialmente, al considerar adoptar prácticas que prometen cambios físicos. La salud y la belleza siempre deben ir de la mano de la seguridad y el bienestar personal.

LA CIENCIA DE LA MASTICACIÓN: BENEFICIOS OCULTOS

La masticación es una función vital que puede tener un impacto significativo en la musculatura facial. Al masticar, activamos múltiples músculos que definen la forma de nuestra mandíbula y mejillones. El ‘mewing’ indirectamente pone énfasis en la importancia de la masticación, ya que promueve la conciencia sobre la musculatura oro facial.

Estudios sugieren que una masticación adecuada y ejercicios específicos pueden mejorar la tonificación muscular y, potencialmente, influir en la apariencia de la papada. Además, la masticación vigorosa, al igual que una buena postura lingual, puede aportar beneficios a la alineación de los dientes y la salud de la mandíbula.

Cabe destacar que una alimentación que requiere masticar alimentos más firmes, como frutas, verduras y frutos secos, puede contribuir al trabajo muscular requerido para potenciar estos beneficios, aunque siempre con moderación para evitar problemas de articulación temporomandibular (ATM).

COMPLEMENTOS AL ‘MEWING’: DIETA Y EJERCICIO

COMPLEMENTOS AL 'MEWING': DIETA Y EJERCICIO

Además del ‘mewing’, hay elementos clave en el estilo de vida que tienen un papel crucial en la estética facial. La alimentación balanceada es uno, ya que la ingesta de alimentos inflamatorios o con alto contenido en sodio puede provocar retención de líquidos y contribuir a una apariencia más hinchada del rostro.

Incluir en la dieta alimentos ricos en vitaminas, proteínas y ácidos grasos esenciales ayuda a mantener la piel firme y nutrida desde dentro, complementando así las posibles ventajas del ‘mewing’. En el mismo sentido, mantener un adecuado régimen de hidratación fomenta una piel más elástica y puede afectar la definición de los contornos faciales.

La actividad física regular, incluyendo ejercicios cardiovasculares y de fuerza, contribuye a la pérdida de grasa corporal, que también puede reflejarse en la reducción de la papada. Además, disciplinas como el yoga o el pilates no solo mejoran la postura general, sino que contienen ejercicios que involucran los músculos del cuello y del rostro.

ENFOQUE HOLÍSTICO: MÁS ALLÁ DE LO ESTÉTICO

Mirando el ‘mewing’ desde una perspectiva más amplia, se aprecia el valor de adoptar un enfoque holístico en cuanto al cuidado del cuerpo. Más allá de los posibles beneficios estéticos, el ‘mewing’ puede motivar a las personas a ser más conscientes de la importancia de una buena postura, no solo facial, sino corporal.

Una postura adecuada impacta de manera positiva en la salud general, puede mejorar la respiración y reducir la tensión muscular, lo cual tiene efectos beneficiosos que trascienden la estética. Además, la toma de conciencia sobre la posición de la lengua y la mandíbula puede tener efectos positivos en aspectos como la calidad del sueño y en la prevención de problemas dentales y de articulación.

Sin embargo, es importante recordar que cada rostro es un lienzo único, con su propia anatomía y límites. Por lo tanto, mientras el ‘mewing’ y otros ejercicios faciales pueden ofrecer resultados para algunas personas para corregir la papada, no deben ser vistos como soluciones universales o sustitutos de tratamientos médicos especializados.

Finalmente, el ‘mewing’, como cualquier otra tendencia en la búsqueda del bienestar y la belleza, debe ser considerado con cuidado y, en la medida de lo posible, con la orientación de profesionales calificados. La responsabilidad al asumir prácticas que afectan la salud debe ser una prioridad, y cualquier cambio significativo en la rutina de cuidado personal debe ser abordado con conocimiento y precaución. En definitiva, la búsqueda de la estética deseada, ya sea a través del ‘mewing’ o de cualquier otra práctica, debe estar siempre alineada con el respeto por la individualidad de cada cuerpo y el valor de la salud integral.

Ana Carina Rodriguez
Ana Carina Rodriguez
Para mí, contar historias no es solo un trabajo; es una forma de conectar con la gente, compartiendo hechos e historias que realmente importan. Siempre con la verdad por delante, porque al final del día, eso es lo que nos mantiene informados y conectados.