A lo largo de esta semana y como ya se había comunicado, los usuarios de Amazon Prime Video han comenzado a encontrarse pausas publicitarias durante las series y largometrajes que el gigante del streaming tiene en su catálogo. Así, a partir de ahora, si los abonados a la plataforma desean saltarse los anuncios deberán abonar 2,99 dólares adicionales al mes.
Monetizar el streaming no es fácil, por lo que las pausas publicitarias han llegado para quedarse a las diferentes plataformas bajo demanda, acercándose cada vez más a la televisión tradicional. Estados Unidos, Canadá, Reino Unido y Alemania ya han realizado este cambio, incorporado spots para intentar multiplicar su rentabilidad asemejándose a los canales en abierto. ¿Llegará pronto esta novedad a España?
1Amazon Prime introduce la publicidad cambiando el uso del streaming
“Los hogares que tomen prestado Netflix podrán transferir perfiles existentes a cuentas nuevas y existentes.” Con estas declaraciones, Netflix comunicó que su plan para hacer desaparecer las cuentas compartidas continuaba hacia adelante.
Una vez pasado un tiempo, Netflix demostró que esta (en un principio) polémica medida no supuso una irreparable pérdida para la plataforma. De ahora en adelante, la televisión bajo demanda tiene la intención de demostrar que la inclusión de cortes publicitarios tampoco supondrá muchas bajas entre sus usuarios.
Otras multinacionales del streaming, en este caso Prime Video, han tomado una decisión similar. Lo que diferencia a la propuesta de Prime Video de otras plataformas como Netflix o Disney Plus, es que la primera no ha proporcionado la posibilidad de contratar una versión más barata con pausas publicitarias. Amazon ha decidido que los usuarios que no quieran ver publicidad en su catálogo deberán pagar tres euros adicionales al mes, aumentando así en gran medida su rentabilidad.
La inclusión de cortes publicitarios ha supuesto un cambio importante para la televisión bajo demanda, la cual está evolucionando de forma muy rápida hasta parecerse cada vez más a los canales en abierto. Esta nueva medida no tardará en llegar a nuestro país, presumiblemente antes de que acabe el presente año.
La inclusión de publicidad en estos espacios ha llegado tras muchos años en los que el streaming ha triunfado sobre la televisión tradicional, gracias a la posibilidad de suscribirse a precios realmente económicos con los que la audiencia tiene a su entera disposición un enorme catálogo de producciones audiovisuales, incluyendo series, películas y documentales.
Esta inmejorable oferta, unida al hecho de que en un principio el streaming carecía de cortes publicitarios, funcionó como el “gancho” perfecto para fidelizar a los espectadores, proporcionándoles un servicio cada vez más sencillo y rápido.
No obstante, este tipo de compañías están necesitando mayores ingresos en la actualidad, por lo que la mayoría de ellas han optado por la publicidad como solución. La única que parece resistirse a esta medida, por el momento, es Apple TV.
Con 25 millones de suscriptores (a diferencia de los más de 260 millones con los que cuenta el gigante rojo), Apple TV buscaría así diferenciarse del resto de propuestas bajo demanda, ofreciendo un contenido original de Apple que incluye tanto series como películas y documentales producidos por la compañía.