Si un coche eléctrico se queda sin batería, ¿puede llamarse al seguro?

Los coches eléctricos actuales brindan una autonomía que oscila entre 150 y 400 km. Y muchos modelos de alta gama permiten recorrer entre 500 y 700 km. No obstante, algunos propietarios de este tipo de vehículos sienten temor y hasta pánico ante la posibilidad de quedarse sin batería durante sus desplazamientos.

Para evitar este tipo de contratiempos, los profesionales del sector de la automoción sugieren ser previsores, cargar la batería hasta el 70% o el 80% de su capacidad antes de iniciar un trayecto y consultar la red de puntos de recarga. Por su parte, los expertos de la industria aseguradora sugieren prestar atención a las coberturas del seguro de coche eléctrico.

¿QUÉ COBERTURAS DEBE INCLUIR UN SEGURO DE COCHE ELÉCTRICO?

Llegado el momento de contratar un seguro de coche eléctrico es aconsejable comprobar que incluye la cobertura de Asistencia en Viaje. De esta forma se podrá recibir ayuda por cualquier incidencia que impida iniciar o continuar la marcha, incluida la descarga de la batería. Del mismo modo, es fundamental que esta clase de póliza cubra el robo del cable de carga o los daños que pueda sufrir en caso de siniestro.

Igualmente, es interesante que la compañía aseguradora ofrezca servicios como traslado a talleres concertados especializados en reparaciones de coches eléctricos o cesión de un vehículo de sustitución con etiqueta ECO para poder desplazarse por las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) de las ciudades que las hayan implementado.

¿QUÉ CONSECUENCIAS PUEDE TENER QUEDARSE SIN BATERÍA?

En lo referente a la batería, los coches eléctricos disponen del denominado Modo Tortuga. El mismo se activa cuando es necesario ahorrar energía. Y, para ello, limita la potencia del motor, la velocidad máxima, la capacidad de aceleración y determinadas funciones del vehículo. Cuando se circula en Modo Tortuga es como si se condujese un automóvil de gasolina o gasóleo en reserva.

Pero como sucede con esta última, el Modo Tortuga no dura eternamente y no garantiza que un coche eléctrico se quede sin batería. Hasta llegar a ese extremo, las pilas de las celdas de dicho componente se verán afectadas y, a largo plazo, podrían perder su funcionalidad.

Y una vez que se agota la batería, un coche eléctrico no puede empujarse ni remolcarse con el fin de evitar males mayores. En situaciones así es cuando se hace necesario contar con un servicio de asistencia que suba el vehículo a una grúa y lo traslade hasta un taller especializado en esta clase de automóviles.

Además, si el coche eléctrico no se encuentra en un lugar seguro mientras se espera a la llegada de la grúa, su propietario corre el riesgo de ser sancionado si los agentes encargados de regular el tráfico interpretan que el vehículo representa un riesgo para los usuarios de la vía.

Por todo lo expuesto, es aconsejable que la carga de la batería no se encuentre por debajo del 20%. Y de cara a recibir ayuda en el supuesto de que se agote, es primordial disponer de un seguro de coche eléctrico que incluya la cobertura de Asistencia en Viaje.