La semana recoge los últimos resultados trimestrales de empresas como HP, Zegona, Julius Baer y Nvidia o las españolas Aedas Homes, Lar y Prim, así como nuevas reuniones de los bancos centrales y comparecencias de los responsables de estas entidades.
En este sentido, los bancos centrales que mantienen reuniones de política monetaria el martes son los de Nigeria y Hungría (se esperan subidas de tipos en el primero y bajadas en el segundo), Indonesia, Suecia, Turquía y Suráfrica el jueves 23 (subidas en Suecia y Turquía) y Kazajistán el viernes.
La semana recoge los últimos resultados trimestrales de empresas como HP, Zegona, Julius Baer y Nvidia o las españolas Aedas Homes, Lar y Prim
La agenda arranca el lunes con la festividad en México y Argentina y la tasa de préstamo preferencial del Banco de China a la que seguirá la comparecencia de Lane, del BCE, y el dato de IPP alemán correspondiente al mes de octubre.
Posteriormente, se presenta la producción del sector de la construcción de septiembre en la eurozona y se produce una subasta de deuda pública alemana a doce meses (3,729%) previo al informe mensual del Bundesbank.
En una jornada de agenda ligera, habrá subasta de deuda francesa a doce meses (3,674%), a tres meses (3,796%) y a seis meses (3,796%) antes de que la agenda pase a Norteamérica con el índice principal de EE.UU. (-0,7% previsto y previo) y las subastas de deuda a tres meses (5,285%), a seis meses (5,270%) y a 20 años 5,245%.
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La agenda termina con la comparecencia del gobernador Bailey del Banco de Inglaterra y los datos de la balanza comercial mensual correspondiente a octubre en Nueva Zelanda.
ZEGONA COMMUNICATIONS, JULIUS BAER GROUP…
La agenda corporativa del lunes trae los resultados trimestrales de Zegona Communications, Julius Baer Group y Agilent Technologies como principales referencias, sin que se tenga prevista la presentación de ninguna empresa española.
Para situar la actualidad macroeconómica contamos con un breve análisis de Philippe Waechter, economista jefe de Ostrum (Natixis IM), en el que señala: Con el tiempo, el tipo de interés real será positivo. Es un cambio radical de régimen.
Hace poco más de dos años, los inversores tuvieron que hacer frente a una tasa de inflación mucho más elevada y, a continuación, a una subida espectacular de los tipos de interés a largo plazo. El movimiento fue tal que el tipo de interés real, medido como la diferencia entre el tipo de interés nominal y la tasa de inflación, nunca había sido tan negativo, ni siquiera cuando en los años 70 la tasa de inflación era el doble de la registrada desde 2021. En octubre de 2023, este tipo de interés real es del 0%. El tipo de interés medio de los países del G4 es igual a su tasa de inflación media.
En este punto, el economista hace tres observaciones: Uno, el tipo de interés real se volverá permanentemente positivo con la mayor desaceleración de la inflación. Los bancos centrales no darán inmediatamente la señal de bajar los tipos, ya que persiste la incertidumbre.
Dos, solo cabe esperar un repunte de la inflación, como el segundo tramo de la inflación en los años 70, si se produce una nueva crisis energética. En aquella época, la crisis energética de Irán precipitó la segunda crisis del petróleo. Tal crisis sigue siendo posible, dado el conflicto entre Hamás e Israel, pero no es nuestro escenario de referencia.
solo cabe esperar un repunte de la inflación, como el segundo tramo de la inflación en los años 70, si se produce una nueva crisis energética
Y, por último, tres: está surgiendo una nueva configuración en el mercado de la deuda”
En conclusión: con el tiempo, el tipo de interés real será positivo. Es un cambio radical de régimen. En los años 80, una situación como ésta, con tipos de interés reales muy altos, no se asociaba a un crecimiento deprimido, sino todo lo contrario.
Estos elevados tipos de interés a largo plazo también reflejarán una tasa de inflación tendencial ligeramente superior a la del pasado y unos bancos centrales que no intervendrán en forma de relajación cuantitativa durante el largo periodo necesario para la transición energética. También reflejarán un mundo más dividido e incierto. Amanece un mundo nuevo.