‘Amar es para siempre’: Federico lo está pasando muy mal al ser consciente de lo que le pasa

‘Amar es para siempre’ nos está dando una penúltima temporada cargada de emociones fuertes. Para empezar, la vida de los Gómez ya no volverá a ser la misma tras desvelar Lola que tiene una hija secreta a la que dio en adopción hace años. Además, nos ha permitido conocer a los Quevedo, cuyos conflictos tienen totalmente enganchada a la audiencia.

En los últimos capítulos hemos presenciado situaciones de lo más extremas. Desde el accidente de moto de Malena hasta un embarazo no deseado; la vida de los vecinos de la Plaza de los Frutos ha dado un giro de 180 grados. Te contamos lo que ha ocurrido últimamente y avanzamos lo que sabemos del próximo episodio.

1
‘Amar es para siempre’: secretos del pasado y un futuro incierto

Últimamente en ‘Amar es para siempre’ estamos siendo testigos de cómo los secretos del pasado vuelven para atormentar a sus personajes. Quizá el máximo exponente de ello sea Chimo, quien no puede evitar martirizarse recordando cómo manipuló los frenos del coche en el que moriría Mario a causa de un accidente. El objetivo era asesinar a Federico por órdenes de Elena, un dramático pasado en común que la mujer se encarga de recordarle cada vez que le conviene.

Una vez liberado de Confecciones Quevedo, ahora Chimo trabaja para Crespo. Si bien se está convirtiendo en la mano derecha de su empresario, los remordimientos no le permiten ser feliz. Además, no puede olvidar a su ex novia, Claudia, a la que dejó tras serle infiel con Alicia en una noche de borrachera.

A Lola también le persigue el pasado, aunque las cosas han mejorado levemente para ella. Durante la estancia de Malena en el hospital Román le ha permitido que visitara a la joven, y aunque ha vuelto a prohibírselo una vez ha salido de peligro, ha dejado una pequeña puerta abierta al futuro.

Y es que Lola se niega a alejarse de su hija. Es más, ha rechazado una oferta de trabajo en Barcelona y ha decidido quedarse en Madrid, donde puede que monte su propio taller de costura con la ayuda de sus padres, Manolita y Marcelino.

Este último está preocupado por su padre, Pelayo, quien se niega a descansar para curar bien su esguince. Por ello decidió llamar a Marisa para que hablara con él, pero fue su hija quien cogió el teléfono sin tener ni idea de que su madre mantiene una relación a distancia con Pelayo. Sin embargo, ahora gracias a la metedura de para de Marcelino, su secreto ha salido a la luz.

También hemos visto en ‘Amar es para siempre’ cómo Benigna trataba de hacer justicia sin éxito por el esguince de Pelayo, pidiendo explicaciones al Ayuntamiento por el accidente que causó dicho esguince. Pero también tiene otros asuntos entre manos, pues está volcada en la futura visita del Papa. Todo ello mientras sigue soportando que Mauricio Peñalara siga asistiendo con ella a clases de inglés.

Atrás