Si alguna vez has experimentado ese incómodo y fastidioso flato mientras intentabas mantener tu ritmo en una carrera, una sesión de entrenamiento o incluso una caminata enérgica, sabes lo molesto que puede ser. El flato, también conocido como dolor de costado, puede arruinar tu entrenamiento y desmotivarte rápidamente. Pero no te preocupes, en este artículo descubrirás estrategias efectivas y consejos prácticos para evitar el flato durante el ejercicio. Aprenderás no solo por qué ocurre, sino también cómo puedes prevenirlo y mantener tu rendimiento físico en su punto máximo. ¡Sigue leyendo y dile adiós al fastidioso flato!
1¿Ya has sufrido de flato al correr?
La fiebre del running está en todas partes. En cualquier momento del día, si asomas la cabeza por la ventana de tu casa, es muy probable que veas a corredores de todas las edades desfilando por la calle. Correr se ha convertido en una moda imparable, y por buenas razones. Es una actividad que se practica al aire libre, te permite socializar y no requiere de una inversión considerable, más allá de unas buenas zapatillas. Además, en España, las carreras populares brotan como setas a lo largo y ancho del país, ofreciendo la oportunidad perfecta para medir tus habilidades y ponerte a prueba.
Sin embargo, aquí está la trampa: muchas personas se dejan llevar por la emoción y la motivación inicial, y comienzan a correr sin la preparación física adecuada. La ilusión de la carrera, la sensación del viento en el rostro y la adrenalina pueden empujarte a enlazar zancadas sin tener en cuenta un detalle crucial: tu propio cuerpo.
