En medio de La Mancha, en la provincia de Ciudad Real se encuentra una pequeña pero importante reserva natural: El Parque Nacional de las Tablas de Daimiel. Probablemente, muchos sean conocedores de la fama que los paisajes creados por el embalse de Daimiel tienen, formando unos de los paisajes más fascinantes del territorio español gracias a la mezcla entre los humedales, los numerosos árboles y arbustos que cobijan a la fauna de La Mancha. Pero el parque nacional es mucho más que eso.
El Parque Nacional de las Tablas de Daimiel, situado al suroeste de la provincia y escondida en La Mancha, cobija a la naturaleza en la isla que divide el embalse en dos, de una extensión de 17 kilómetros cuadrados donde el paisaje se alterna entre el marco árido de la zona y la presencia de agua en abundancia. Y es por su belleza que el parque fue declarado como Reserva de la Biosfera por la UNESCO en el año 1992.
2Fauna y flora

Los humedales que se encuentran en el parque, posesionan una fauna y vegetación única, fruto de la participación de una gran cantidad de especies diferentes. El Parque Nacional de las Tablas de Daimiel se especializa en la cría y observación de aves, siendo en época de migraciones, entre los meses de abril y mayo y de octubre noviembre a noviembre el más adecuado para observar este tipo de fenómeno. Entre la fauna del parque encontramos gran variedad de aves, por ejemplo: Garza real, Ánsar común, Focha común, Cigüeña Negra, Pato vudo, etc.
Respecto a la flora, el parque es un refugio para una amplia variedad de vegetales y especies fruto de la variedad de espacios que contiene. Entre las especies que encontramos hay que destacar la existencia de bellotas, quebrantahuesos, abejarucos, canchales y la presencia de plantas como el empedrado, brezo, zarzas y matorrales espinosos.