jueves, 12 diciembre 2024

Juan Virgilio Márquez (AEE): «Las renovables pueden hacer de España el mercado eléctrico más barato de Europa»

«Ha habido parques eólicos que se han cancelado porque un solo ejemplar de milano negro ha sido visto en el territorio». Así responde el director general de la Asociación Empresarial Eólica (AEE), Juan Virgilio Márquez, a quienes temen el impacto medioambiental y faunístico de las instalaciones de energías renovables. En su conversación con MERCA2, aborda los colosales desafíos que el sector en general, y las eólicas en particular, afrontan: las altas expectativas comunitarias, la competencia china y las trabas administrativas.

MERCA2: El pipeline a futuro de los proyectos eólicos está batiendo récords, pero el sector está en pérdidas. ¿Cómo se explica esa -aparente- incongruencia?

Juan Virgilio Márquez: Ahora mismo estamos con proyectos en tramitación de más de 50 gigavatios (GW). La mayoría están en fase de planificación, y habrá una cierta ‘mortandad’ de bocetos que no superarán los trámites; pero los que lo hagan, pasarán al margen de riesgos del promotor. La realidad del fabricante es otra: los instalados en España están en déficit desde hace años. Primero llegó el parón del Covid, luego la inflación de las materias primas y luego la crisis energética; la combinación de estos factores disparó los costes de producción. Y a pesar de todo, los fabricantes han cumplido con sus compromisos, a costa de asumir las pérdidas. No olvidemos que los contratos se firmaron a plazo fijo y, más importante, a precios fijos.

M: ¿Es desleal la competencia de los fabricantes chinos?

JVM: Lo que es cierto es que el campo de juego no está equilibrado. En Europa no tenemos, como en EEUU, la prerrogativa de imponer aranceles, ni la industria tiene capacidad financiera suficiente para igualar las ofertas chinas. Un fabricante europeo no puede aplicar descuentos del 30%. Los chinos, en cambio, cuentan con un apoyo financiero estatal del que nosotros carecemos; y además, pueden dar facilidades en los plazos de pago que aquí tampoco nos podemos permitir.

Por si todo eso fuera poco, el mercado chino está blindado con unas medidas proteccionistas que te hacen prohibitivo fabricar allí. Ciñéndonos al ámbito de las eólicas, existen dos mercados que no tienen protección para sus industrias: uno es Australia y el otro es la UE.

«Es imprescindible un cambio en la mentalidad; la urgencia, combinada con la obsesión por los costes, equivale a depender de China»

Juan Virgilio Márquez, presidente de AEE

M: ¿Qué alternativa tendrían los promotores de parques eólicos españoles sin los componentes chinos a precios imbatibles?

JVM: La alternativa es que no todo gire alrededor de los costes. Sea cual sea el proveedor de los materiales, fabricar generación renovable siempre va a ser más barato que la generación de energía fósil. Hay que alcanzar un marco de desarrollo para la cadena productiva que vaya más allá del importe; que los fabricantes compren valor tecnológico, social y sostenible, no sólo precio. Un aerogenerador hecho en Europa es más eficiente y durable que uno hecho en China, su fabricación tiene una huella de carbono menor y crea empleo y riqueza local.

Es imprescindible un cambio en la mentalidad; la urgencia, combinada con la obsesión por los costes, equivale a depender de China.

M: España es la séptima potencia global en generación de electricidad renovable, pero sólo la décima si se mide el porcentaje del total energético del país producido con fuentes ‘verdes’. ¿Cómo califica el aprovechamiento del potencial que ofrece el entorno español para las redes renovables?

JVM: Me atrevo a decir que España tiene unas condiciones únicas a nivel mundial. También tiene fortaleza industrial y tecnológica en este ámbito. La apuesta por las renovables es una necesidad, y no sólo por la actual dependencia de los combustibles fósiles y sus vaivenes geopolíticos; es que España tiene la posibilidad de ser el mercado eléctrico más barato de Europa.

M: Las energías ‘verdes’ miran al futuro, pero su implantación requiere de los medios del presente. ¿Hasta qué punto ha afectado la carestía de los carburantes a la industria eólica?

JVM: Afecta al precio final del aerogenerador, como ocurre con cualquier producto. No obstante, los actores de nuestra industria son grandes empresas, que tienen la capacidad y resiliencia suficiente para absorber los costes.

M: Es decir, que pueden evitar subir los precios…

JVM: Las decisiones sobre el precio final que paga el cliente deben considerarse de forma global, no sólo por lo que le cuesta al empresario la máquina. Los fabricantes tienen tamaño suficiente para aguantar el aumento de los costes; por eso siguen existiendo. Pero eso no significa que ese incremento no se traslade al precio que paga el cliente, porque tiene que haber un margen de beneficios. No se puede perder dinero en una industria.

eolica molinos 2 Merca2.es

M: El pasado abril, el sector eólico europeo paró los pies a los países involucrados en el proyecto de macrogranja de aerogeneradores en el Mar del Norte, que aspiraban a instalar 120 GW para 2030, calificando ese plazo de poco realista. Parece que la industria renovable europea crece más lentamente que los sueños de sostenibilidad…

JVM: Efectivamente, los objetivos climáticos de la UE asumen una capacidad industrial y una salud financiera que no tiene la industria en este momento. Esto nos obliga a trabajar rápido, por lo que la tramitación administrativa tiene que agilizarse.

En España se tarda de media cinco años en tramitar un parque eólico. Las directrices de la Comisión Europea establecen un año como máximo, pero la realidad burocrática e industrial nos dice que esto no es posible.

M: Hablemos del escenario surgido tras la invasión rusa a Ucrania. ¿La ruptura energética con Moscú ha sido un espaldarazo o, por el contrario, ha cargado de demasiada responsabilidad al sector?

JVM: El PNIEC (Plan Nacional Integrado de Energía y Clima) de 2020 ya nos daba una responsabilidad que hemos asumido. Las renovables son más necesarias que nunca; y no sólo para reducir la dependencia energética, sino que también son un vector de competitividad empresarial.

Actualmente está en desarrollo otro PNIEC que asigna a las eólicas aún más capacidad de instalación que el anterior: 62 GW frente a los 50,3 del plan de 2020. La eólica es la tecnología con más generación por megavatio (MW) instalado; si la eólica no cumple, el PNIEC no cumple, y entonces España tampoco cumple con Europa.

M: ¿Son las instalaciones renovables la solución a la llamada ‘España vaciada’?

JVM: Por supuesto, son una de las soluciones. Lo que no debe pensarse es que son la panacea que resolverá el problema por sí sola. No cabe duda que la ‘España vaciada’ puede ser ayudada por las renovables: hay ayuntamientos cuyo presupuesto se ha multiplicado por 10 gracias a un parque eólico o una planta solar. Generamos empleo, sí, pero no el suficiente para evitar el abandono. No podemos asumir la visión simplista de que, por instalar un parque de aerogeneradores en un municipio, todos los empleos del parque se crearán en ese municipio.

Hablamos de un problema que hay que abordar desde muchos ángulos: educación, infraestructuras, servicios, comercio… Y, por supuesto, también desde la industrial renovable, pero en combinación con todo lo demás.

«aumentamos la competitividad de otros sectores al abaratar la electricidad»

Juan Virgilio Márquez, presidente de AEE

M: ¿Cuándo -y cómo- tendrán las renovables el suficiente peso económico para diversificar el PIB español y librarnos del binomio construcción-turismo?

JVM: Ya somos una parte significativa del PIB español. Desde luego que no estamos a la altura de esos sectores, pero constituimos un valor estratégico para el país. En primer lugar, somos un vector de generación de empleo de calidad, no precario, con salarios equivalentes a los de la banca. Creamos, además, actividad exportadora.

Adicionalmente, aumentamos la competitividad de otros sectores al abaratar la electricidad. Sin las renovables, el precio de la luz sería mucho mayor, y los costes empresariales también. Pero pensar que podemos llegar a representar un 12% del PIB, como el turismo… Todavía hay que trabajar mucho para eso.

M: Por último, hay voces en el sector que pintan una creciente hostilidad hacia los proyectos renovables, por su impacto en la fauna y los paisajes. ¿Es éste un conflicto irresoluble?

JVM: Todo el ruido mediático en torno a ese asunto se explica porque el ritmo de instalación ha aumentado mucho en los últimos años, lo que hace que haya centros renovables donde nunca los había habido. Por otro lado, ese descontento lo canalizan plataformas cuyos intereses no son ecológicos, sino que simplemente instrumentalizan una oposición a las grandes empresas para obtener rédito político. Todo eso deriva en que el ciudadano piense que existe una gran oposición a la actividad del sector, cuando las encuestas constatan que no es así.

A la hora de incluir un centro solar o fotovoltaico en los planes del territorio, hay que conjugar todas las sensibilidades: la económica, la social y la medioambiental. Y para eso están los estudios de impacto ambiental


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