Taifas árabes en la energía española: petrodólares en Iberdrola, Cepsa y Enagás

La exitosa ofensiva saudí en Telefónica ha pillado con la guardia baja a los centinelas financieros del Gobierno, pero lo cierto es que el dinero de Oriente Medio lleva mucho tiempo fagocitando amplias participaciones en sectores estratégicos españoles, entre ellos el de la Energía. Las petromonarquías de Emiratos Árabes Unidos (EAU), Qatar, Kuwait u Omán acumulan buena parte del accionariado (y por ende, del poder de decisión) de compañías de la trascendencia de Iberdrola o Cepsa. ¿Por qué lo hacen? Simple: por el mismo motivo que en sus garajes hay Ferraris de vértigo y también limusinas blindadas.

IBERDROLA INTERNACIONAL

Iberdrola es una de las empresas señeras del sector eléctrico español. Productora, distribuidora y comercializadora de energía, es referente en las tres áreas; y cuenta con una importante cartera de proyectos a nivel internacional. También es internacional el reparto de su pastel financiero, participado en un 8,7% por Qatar.

El Estado del Golfo Pérsico metió cabeza en la eléctrica a través de Qatar Investment Authority (QIA), el fondo soberano del país. Esta entidad se alza como un auténtico titán de los negocios, con cifras que despiertan vértigo: su catálogo de activos se acerca al medio billón de dólares. Controlado por la realeza del país, la opulenta familia Al Thani, en 2011 adquirió su cuota de participación en la compañía que preside Ignacio Sánchez Galán, de la que es el primer accionista.

Poseer la parte del león de la propiedad financiera del gigante, sin embargo, no ha dado al emir un puesto en el consejo de administración. Eso sí, no han sido sólo los dividendos quienes han emprendido el viaje a Oriente Medio, sino también los proyectos: Iberdrola tiene un centro de investigación en el emirato, el Iberdrola Innovation Middle East (Innovación Iberdrola en Oriente Medio). Ubicado en el Parque Científico y Tecnológico de Doha, se puso en marcha en enero de 2016 «para abordar los retos tecnológicos prácticos que plantea la digitalización del sistema energético», según la empresa.

ENAGÁS y EMIRATOS

Emiratos Árabes Unidos (EAU), que es precisamente el mayor antagonista de Qatar en el concierto medioriental, controla un 3% de la gasística Enagás, a la que el epíteto ‘estratégica’ se le queda corto: esta firma es dueña de 12.000 kilómetros de gasoductos, ocho terminales de Gas Natural Licuado (GNL) y tres almacenamientos subterráneos. Con presencia en ocho países, ostenta además la categoría de Gestor Técnico del Sistema, es decir, es responsable de la operar la red básica y el transporte secundario de gas natural en España.

Toda esta red de infraestructuras pasó a ser participada por Abu Dhabi en octubre de 2020, para lo que se valió de su ‘chequera’ favorita: el fondo soberano Mubadala Investment Company. Este conglomerado financiero, bajo el control del Gobierno emiratí, fue cortejado por el presidente de Gobierno, Pedro Sánchez, en su visita de febrero de 2022 a los EAU. Aquella ocasión sirvió para que que el presidente de Cofides, José Luis Curbelo, firmara con Mubadala ‘un acuerdo de intenciones’ para la «coinversión» entre España y los EAU.

HISTORIA CON CEPSA

La Compañía Española de Petróleos, SAU, universalmente conocida por su acrónimo Cepsa, tiene reservada una página en la historia empresarial española. Con una andadura que se remonta a los años 20, se trata de una compañía energética global, que opera en todas las fases de la cadena de valor de los hidrocarburos. Cuenta asimismo con reconocidas actividades de exploración y refinado, acaparando un 40% de la capacidad en España en este último campo.

Desde febrero de 2021, esta compañía, que ya llevaba la bandera de la ‘Marca España’ mucho antes de que se acuñara el término, tiene un presidente llamado Ahmed Yahia Al Idrissi. Al Idrissi compagina su cargo con el comité de inversiones de la ya mencionada Mubadala, del que es miembro y a cuya autoridad debe su nombramiento. Porque Mubadala, además de engrasar la entrada de los EAU en Enagás, acapara el 63% de Cepsa.

Enagas socio industrial y accionista de HEH Merca2.es

ESTABILIDAD Y ‘PETROESTADOS’

Un análisis preliminar de las motivaciones que llevan a los emires árabes a incorporar a su tesorería marcas energéticas ajenas lleva a una fácil conclusión: diversificación. Javier A. Rodríguez, ingeniero y experto en el mercado del petróleo, coincide con esta conclusión, que extiende al caso de Telefónica -«Poner huevos en una canasta distinta», apunta. En sus declaraciones a MERCA2 hay un término aún más recurrente: estabilidad.

«El negocio petrolero siempre ha sido más rentable que el de la electricidad, pero tiene un gran problema: las fluctuaciones del precio», explica. «Estas variaciones tienen que ver con la ley básica de demanda y oferta, pero también con los vaivenes geopolíticos y el estado general de la Economía global», dijo.

Los acontecimientos de la historia reciente han aireado esta desventaja, intrínseca al mercado del crudo: «Durante la pandemia hubo una clara sobreoferta que en Estados Unidos llevó al signo negativo en el precio del petróleo», recuerda- «Los productores cerraban de forma ordenada y paulatina la oferta, pero mientras disminuían la producción, el mundo estaba encerrado y paralizado; no tenían demanda que satisfacer, lo que llevó al crudo a perder todo su valor».

«Sabemos que el petróleo va a caer, porque su funcionamiento es cíclico y se trata de una materia prima declinante»

Javier A. Rodríguez, ingeniero y experto en el mercado petrolífero

Cuando la Economía se reactiva, comienza la guerra de Ucrania, lo que dispara los precios, y vuelta a empezar. «Sabemos que el petróleo se va a caer, porque su mercado funciona cíclicamente» -afirma Rodríguez- «Los yacimientos empezarán a agotarse y el negocio comenzará a declinar», agrega Rodríguez.

Esa es la palabra que emplea el experto para calificar esta materia prima: «Declinante». Un carácter acentuado por las tensiones internacionales y las sanciones a los países díscolos. En este contexto, los productores buscan una fuente de ingresos más estable, incluso dentro del mismo ámbito energético.

«El gas, con la excepción del Gas Natural Licuado (GNL), se vende a través de contrato, por lo que una inversión en este recurso tendrá, muy probablemente, unos precios estables y una variabilidad baja», lo que explica en gran medida ‘mordiscos’ como el de Emiratos Árabes al dividendo de Enagás.

Qatar

Por otro lado, la generación eléctrica tiene unas características similares: «se vende directamente a la población, no a una refinería», analiza el experto, que añade que, quien quiere entrar a un negocio de ese perfil, «busca una fuente segura de ingresos».

¿Lo de Telefónica? obedece a las mismas motivaciones, pero con un mayor énfasis en la sinergia con un sector totalmente ajeno. «Es un movimiento dirigido a poner huevos en una cesta distinta, pero también tiene peso el hecho de que estamos en la época del cloud computing, la Inteligencia Artificial (IA), etc., avances que los árabes también pueden aplicar a las infraestructuras de su negocio base, el petróleo».

LO QUE PUEDE VENIR

Hace años que en los mentideros del sector energético se especula con una gran ofensiva árabe por otro primer espada: Repsol. En 2020, una de las ‘cañas de pescar’ financieras de Arabia Saudi, la Public Investment Fund (PIF) metió a la compañía presidida por Antonio Brufau en su lista de la compra en Europa.

Tres años después y en medio de un terremoto geoeconómico que no cesa, el capital del Golfo Pérsico está en fase expansiva -sin ir más lejos, el fondo saudí que compró parte de Telefónica ha lanzado un plan para triplicar su tamaño- y Repsol podría ser arrojado al ‘carrito’. Este escenario obligaría al poder político a intervenir para evitar la depredación, como ocurrió con la rusa Lukoil.

Respecto a la presencia emiratí en las energéticas españolas, fuentes del Gobierno consultadas por MERCA2 prefieren enfocarse en los beneficios que el tejido económico español puede extraer: «este Gobierno ha trabajado para atraer inversiones en el ámbito del Green Field, orientadas a impulsar la transición ecológica» -remarcan, en referencia a las actividades renovables de las empresas participadas- «Es de dominio público que el emir de Qatar ha comprometido 5.000 millones en ese área, por ejemplo».