El aire acondicionado: un gasto extra en casa que no todos se pueden permitir

El calor, amigo para algunos y enemigo para otros. El verano, esa época del año donde tienes mas horas de sol al día, donde las temperaturas suben y con ello viene la frase que repetimos varias veces al día ¨¡Qué calor hace!¨. Una solución que cada vez cobra más fuerza, consta de un mando a distancia, que, con tan solo con un botón, podemos poner fin a esa frase y ese no es otro que el aire acondicionado.

Pero, no todos pueden permitírselo debido a su elevado coste. Esto nos deja dos grupos: Los que quieren el aire acondicionado y los que tienen aire acondicionado. A priori podemos pensar que éstos últimos salen ganando. Todo depende de la perspectiva.

EL GASTO MÁS INESPERADO QUE TODOS ESPERAMOS

Una familia tiene más o menos claro los gastos que tiene en su casa. Pero, cuando llega el verano, ¿Contamos con el dinero destinado al aire acondicionado? ¿Sabemos cúanto cuesta exactamente?

Partiendo de la base de la compra del aparato, le tenemos que sumar el consumo de electricidad cada vez que está en funcionamiento. Todo depende de la cantidad de frigorías necesarias de la máquina para enfriar la casa. Aproximadamente necesitamos entre 100 y 150 frigorías por m². No sive de nada optar por un modelo de aire acondicionado pequeño si el recinto es grande. Si, por ejemplo, queremos enfríar un espacio de 40m², necesitaríamos un artefacto de entre 4.000 y 6.000 frigorías. Y viceversa, no es necesario un aparato potente para un habitáculo pequeño.

Ola de calor: trucos para sobrevivir en casa sin aire acondicionado

El precio de la electricidad a día de hoy roza el 0,2 €/kWh. De esta manera, si tenemos uno de 6000 frigorías, sabemos que consumirá 2,6 kWh por cada hora de uso. Multiplicando el consumo/hora por el precio de cada Kw (0,2 x 2,6) nos saldría un total de 0,52 euros por cada hora. Si ponemos que lo usamos durante seis horas al día, al final estaríamos pagando 3,12 euros. Manteniendo el mismo ritmo durante un mes estaríamos pagando 93,60 euros.

TRUCOS PARA REDUCIR EL CONSUMO

  • La ubicación del aparato es fundamental: El mayor error que se puede cometer es colocarlo expuesto al sol, provocando un aumento en la temperatura del mismo y aumentando el gasto energético.
  • Adecuar la potencia al recinto: La mayoría de hogares tienen una potencia por encima de lo necesario. Antes de comprar es necesario pensar qué necesitamos.
  • Que tengan la etiqueta energética A+++: Son los más eficaces y a largo plazo son los más rentables.
  • Limpiar el filtro: Con el paso del tiempo el filtro se obstruye y no deja pasar el aire correctamente.

EFECTOS NEGATIVOS EN LAS PERSONAS

Es cierto que nos da comodidad, frescura y frio, pero no todo es positivo. Tenemos que ser conscientes de que provoca efectos perjudiciales para la salud:

  • Problemas respiratorios: Dolor de garganta, tos, resfriados y empeora las crisis asmáticas. Según una investigación el 28% de las personas con aire acondicionado experimentaron rinitis, respecto al 5% que vivian ventilados de manera natural. El 35% de las personas que vivían con aire acondicionado tenían obstrucciones nasales y tan solo un 9% de los que no disponían de él presentaban sintomás.
  • Problemas de somnolencia: Si trabajas en un sitio con aire acondicionado tienes el triple de letargo que una persona que trabaja en un recinto ventilado.
  • Deshidratación: Al estar más frescos perdemos la sensación de querer beber agua y poco a poco la piel se va secándose. Nos sentimos a gusto y no necesitamos movernos.
  • Dolor de cabeza: La calidad del nivel del aire empeora y añadido a la deshidratación provoca migrañas.
  • Intolerancia al calor: Cuanto mayor uso del aire acondicionado menos toleratentes nos volvemos con el calor. Los cambios de temperatura tienen impacto en la salud.
  • Infecciones virales: El aire que circula no se renueva al estar todo cerrado. Existiendo más posibilidades de que una persona contagie a la otra.

UNOS GANAN Y OTROS PIERDEN

El grupo de casas que no dispone del aire acondicionado no necesita añadir un gasto más, pudiéndolo destinar a otras áreas de vital importancia. Las duchas de agua fría, las piscinas, y el abanico hacen más ameno el verano.

El otro grupo, disfruta del placer de una cosa tan sencilla como un soplo de aire fresco, aunque esto suponga un más que posible resfriado. Cuentan con que al menos, durante tres meses año, deben hacer un esfuerzo económico.

Dependiendo de cómo lo mires, puedes ver si estás ganando o perdiendo.

Javier Lopez Parrondo
Javier Lopez Parrondo
Redactor de artículos relacionados con la inmobiliaria y la construcción.