El famoso dispositivo de Amazon Alexa es uno de los más populares en nuestras casas. Nos proporciona una gran ayuda en el día a día, pues con él podemos hacer búsquedas usando sólo nuestra voz, activar o desactivar otros dispositivos y realizar videollamadas, entre otras muchas funciones.
Está claro que el asistente virtual de Amazon tiene muchas ventajas, pero hay algunos detalles que debemos conocer sobre el mismo para usarlo correctamente. Según la OCU, su uso indebido puede llevarnos a pagar más por su consumo.
1¿Qué es Alexa y para qué sirve?
Alexa nació en noviembre de 2014 como el asistente virtual por voz exclusivo de Amazon. Su nombre, ya conocido por todos, es un guiño a la Biblioteca de Alejandría, pues este dispositivo puede funcionar como una importante fuente de consultas.
Su uso es muy sencillo. Sólo hay que “despertarlo” pronunciando su nombre cada vez que queramos e indicarle, mediante nuestra voz, lo que queremos que haga. El éxito de este asistente ha sido tal que, si bien Alexa nació vinculada únicamente a los altavoces inteligentes de Amazon, a los pocos meses modificó su SDK para que otros fabricantes pudieran trabajar con él. De ahí que hoy en día admita a accesibilidad con un buen número de dispositivos.
Sus funcionalidades son muchas y variadas. Para empezar, sus comandos de voz permiten realizar casi cualquier tipo de pregunta, desde traducir palabras y expresiones a otros idiomas como pedirle información meteorológica. Asimismo, nos deja configurar alarmas, hacer videollamadas, hacer compras con la voz o informarnos sobre el estado de nuestros envíos.
También encontramos las Alexa Skills, complementos que podemos instalar en Alexa para añadir funcionalidades. Estas incluyen juegos, acceder a contenidos de Amazon Prime Video, recetas de cocina y ampliar las fuentes de información, entre otras muchas cosas.
Dadas todas estas ventajas no es de extrañar, por tanto, que millones de personas en todo el mundo cuenten con un asistente Alerta en su casa.