Mediaset lo reintentará en Guadalix tras descartar la revolución en Telecinco

Mediaset va a volver a confiar en su formato más emblemático, ‘Gran Hermano’, que lleva más de tres años en el dique seco por su desgaste de audiencias y la mala imagen que sufre entre los anunciantes a cuenta del abuso sexual del que fue víctima la concursante Carlota Prado en 2017.

Los realities son el género clave en los 3.600 millones de euros de beneficios que Paolo Vasile presentó ante los Berlusconi durante los 23 años que ejerció como CEO del grupo editor de Telecinco, que ahora está poniendo las vías sobre las que discurrirá la telerrealidad en la temporada 2023-2024.

FICHAJES Y CÓDIGO ÉTICO

Mediaset España incorporó este pasado mes de marzo a la exdirectora de ‘GH’ María Zambrano como nueva directora de sus formatos Reality y Dating, y hace unos días actualizó su ‘Código Ético’ para incluir un Protocolo de Actuación aplicable a programas de telerrealidad.

Este segundo movimiento supone el reconocimiento implícito a los fallos del grupo durante el abuso de Carlota Prado tras varios años de una silenciosa estrategia impuesta por Paolo Vasile que contrastó con la de Zeppelin TV.

La productora presentó en noviembre de 2020 un protocolo de actuación ante situaciones límites con el objetivo de reforzar «su política de tolerancia cero ante situaciones de abuso sexual, así como asegurar la creación de entornos seguros que garanticen el respeto y la seguridad de todos los concursantes». Mediaset asegura que su protocolo, integrado por diez normas básicas, está articulado en tres secciones.

«El primer apartado está dedicado al proceso de selección, definiendo los perfiles idóneos en función de la tipología de reality», explican. La segunda sección centra su atención en el establecimiento de entornos seguros para los participantes con el objetivo de evitar que se vean expuestos a situaciones no controladas que pongan en peligro su salud física o psicológica. Este apartado también prevé prolongar la asistencia psicológica a los concursantes durante al menos dos meses después de la finalización del programa.

Y avanzan, «la tercera y última sección describe los comportamientos y actitudes prohibidos o reprobables y exige la implementación de medios humanos y técnicos suficientes para el control preventivo y la intervención reactiva con el objetivo de evitar que tales comportamientos puedan producirse o atajarse de forma inmediata, activándose en tal caso los protocolos de actuación, comunicación y denuncia pertinentes».

EL REY DE LOS REALITIES

Mediaset evita la revolución que supondría que la parrilla de Telecinco no bascule en torno a un reality show y lanzará ‘Gran Hermano VIP’ el próximo otoño. El favorito para hacerse con sus riendas es Jorge Javier Vázquez, que se encuentra de baja médica. Sobre el presentador, en los últimos días, se publicó que iba a ser despedido de la compañía.

Su productor más cercano, Óscar Cornejo, le ha regalado un artículo con ánimos este fin de semana en El Mundo: «Somos muchos los que tenemos ganas de Jorge Javier (doy fe de que también los que de verdad mandan en Mediaset, los que saben de televisión). Ganas de que te recuperes y de que vuelvas muy pronto a la tele (te necesitamos); ganas de tu lucidez despreocupada, de tu conexión con la tierra a pesar de que te coloquen en un olimpo mediático», señala.

El productor de ‘Sálvame’ dice que «Jorge Javier Vázquez es el martillo que golpea nuestras conciencias. Lo hace desde la televisión, un medio sospechoso de entrada, y lo hace desde programas de entretenimiento, una herejía para les mentes bien pensantes».

Y afirma que «se ha dicho mil veces pero lo repito por no si no ha calado, ‘Sálvame’ es un programa que va sobre la vida, sobre les relaciones humanas, sobre les conductas a les que nos lleva nuestro tiempo y nuestra sociedad. Es un reality infinito. Es cultura pop diaria y en directo, un taller artístico en el que cada día se dibuja un fresco de nuestra sociedad, un espejo».