sábado, 14 diciembre 2024

El contrato de RTVE con Cabify: estrés, esperas y un gasto extra de 90.000 euros

El Sindicato Independiente de comunicación y difusión (SI) ha exigido el «cese inmediato» del director Económico y Financiero de Radio Televisión Española, Juan Guía García, por el contrato con Cabify. A juicio de estos empleados de RTVE, Guía García está «boicoteando la producción» de los programas del ente público.

Según han asegurado, el director financiero firmó un «contrato a la baja» que «está saliendo muy caro». En este sentido, han asegurado que se ha tenido que firmar un nuevo contrato de transporte para dar solución a la gran cantidad de quejas presentadas por la «mala gestión». En este sentido, han afirmado que Guía García ha tenido que desembolsar otros 90.000 euros sin consecuencia alguna.

Ni Cabify ni Juan Guía están a la altura de gestionar las prestaciones que necesita la producción de RTVE

A juicio de los empleados, esta forma de actuar puede ser una perfecta combinación entre la incompetencia o la indiferencia. «Ni Cabify ni Juan Guía están a la altura de gestionar las prestaciones que necesita la producción de RTVE», aseveran. «Hablamos de algo muy serio que parece no importar a esta dirección», han remachado, al tiempo que auguran un «drama» en caso de no poner fin a esa «tortedad de miras».

MÁS GASTOS Y TERTULIANOS QUE NO LLEGAN A TIEMPO CON CABIFY

Entre los problemas ocasionados, estos empleados enumeran un mayor gasto que antes del inicio de estas operaciones, que invitados y tertulianos hayan tenido que esperar y llegar tarde a los programas e incluso llegar a suspender su presencia. Pero más grave es que algunos informadores y equipos gráficos no hayan llegado a tiempo a cubrir las noticias o que éstas no hayan podido emitirse porque no han llegado a tiempo a los informativos.

La «nefasta gestión» también ha tenido incidencias en los turnos de madrugada al llegar tarde al trabajo porque no se les ha recogido a tiempo.

No sólo se pone blanco sobre negro las carencias en el servicio, que hasta entonces se realizaban con taxistas, sino que también está afectando a la salud de los propios trabajadores del ente público, como episodios de estrés que podrían evitarse. Estos empleados culpan directamente a Guía García por los retrasos a la hora de cubrir ruedas de prensa o eventos, así como de no llegar a tiempo a la edición o emisión de los mismos, también de los enfrentamientos entre compañeros por acudir tarde a las redacciones. «Racanear unos céntimos de un servicio esencial sale caro», remachan.

LA USURA DE GUÍA GARCÍA CONLLEVA BAJAS POR ESTRÉS

Asimismo, tildan la gestión del directivo de «usura», con «nefastas» consecuencias, como las bajas laborales por estrés. En este sentido, apelan a la dignidad y considera que debe tomar «decisiones personales». El propio sindicato ha apelado al consejo de administración y a los responsables de contenidos que tomen cartas en el asunto y actúen para revertir la situación.

cabify

A su juicio, Cabify no cumple con los pliegos y condiciones estipulados en el contrato y por tanto debería ser rescindido de forma inmediata. Al mismo tiempo, han pedido una auditoría para conocer todos los contratos de la empresa pública con la plataforma que opera licencias de VTC.

Ninguna gran asociación de taxistas se presentó a la segunda licitación para tratar de solucionar los problemas del primer concurso público de transportes. Estaban llamadas las asociaciones de taxistas más grandes, pero ni una sola hizo el ademán de presentarse como protesta al entender que se realizó la licitación a medida de Cabify.

CABIFY SE LO ADJUDICÓ EN MADRID Y SE HAN GASTADO OTROS 90.000 €

La licitación se realizó en enero de este año y afecta a todos los centros donde opera RTVE en Madrid y Barcelona. La plataforma realizó una rebaja de precio del 32%, una oferta imbatible, pero que rentable debido a la gran cantidad de usuarios que debía trasladar, aunque en Barcelona comparte la licitación con otras tres emisoras del taxi.

El concurso salió con un precio de 1,8 millones de euros, pero Radio Taxi interpuso un recurso al considerar que la oferta de Cabify fue «anormalmente baja», frente a una bajada del 7% realizada por esta asociación. De hecho, considera que la regulación no les permite competir en los mismos términos ya que el taxi no puede trabajar por debajo del precio de coste, mientras las plataformas podrían competir por precio al no tenerlo regulado.

Sin embargo, el recurso no prosperó y se dio la razón a Cabify que se adjudicó el contrato por un millón de euros. La empresa aseguró que se daría el servicio a través de su división de Empresas, con un transporte exclusivo, objeto ahora de numerosas quejas. En Barcelona, el servicio se lo reparten con Ecotaxi, Radio Taxi Sant Cugat y Joinup Green Intelligence, una licitación que ha costado otro millón de euros.


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