Cabify «secuestra» a los conductores con las horas extra en su contrato

Casi desde su irrupción en el mercado a las VTC se les ha criticado por la relación que tienen con sus conductores. Es que los horarios de sus contratos, que los hacen dependientes tanto de la cantidad de viajes al día, o incluso de los ratings de estrellas que les del viajero de turno, lo que hace que su ingreso sea, cuando menos, irregular. Esto pasa en todas, pero el reciente contrato de Cabify en Madrid tiene además varios puntos que pueden preocupar no solo por temas de la calidad de vida de los conductores sino del trabajo de los viajeros. 

Es que el texto empuja a sus conductores a asumir hasta 20 horas más de trabajo semanales por encima de las 40 pautadas por la ley. A esto se le suma que esas horas extra solo se computa el tiempo que pasen activamente en un viaje, no el que pueden pasar esperando y, que si salen de la M30 por algún usuario no pueden tardar más de 30 minutos en volver si quieren que ese tiempo siga contando dentro de sus horas trabajadas. Son medidas que obligan a los conductores a trabajar una cantidad de horas que pueden considerarse inseguros.

El contrato fue filtrado, como es de esperarse, por redes sociales apareciendo en las cuentas de varios sindicatos y cuentas que protestan contra la sola existencia de las VTC. Lo cierto es que viéndolo se pueden entender los reclamos constantes hacia las empresas de este tipo, al punto de que recientemente en países como Estados Unidos, Francia o Nigeria han tenido que lidiar con protestas de sus propios conductores. Un hecho aún más complicado de enfrentar que las protestas de taxistas en España.

Es que este tipo de negocios ha sufrido serios problemas de reputación desde su aparición justamente por su relación con los conductores. Viendo el sueldo de un conductor de Cabify es evidente el porqué. Según datos del portal de empleo Indeed sus ingresos se mantienen un 20% por debajo de la media nacional, un dato lapidario si se calcula la cantidad de horas ‘no efectivas’ que el conductor debe pasar de todos tras el volante de su vehículo.

Pero además vale subrayar el desgaste de los vehículos generado por la cantidad de horas que deben mantenerse rodando. Es un problema de las VTC en general que pueden pasar el día recogiendo comentarios en redes sociales por los problemas de los vehículos, lo que no debería ser una sorpresa al pensar que muchos de ellos ruedan hasta 60 horas a la semana por conductor. 

NO EXISTE CONCILIACIÓN PARA CONDUCTORES DE CABIFY

Lo cierto es que esta medida del tiempo de los conductores de la empresa va en contra de los temas que se han discutido recientemente en cuanto a conciliación familiar y tiempo libre. Es evidente que no hay como plantearse el teletrabajo en un puesto de conductor, pero al mismo tiempo es posible imaginar una versión de este tipo de negocio que no requiera esta cantidad de horas detrás del volante de un coche. 

Esto además puede empeorar en los días en que para los conductores es más importante estar cerca de sus familiares y amigos como feriados o fines de semana. En cualquier caso se trata de un problema que desde Cabify, y demás VTC, no se ha hecho lo necesario para resolver el problema, apuntando menos por la idea de incrementar lo suficiente la flota como para que esto no pase sin que se estiren demasiado los tiempos de espera. O quizás como pasa con la hostelería simplemente es que las condiciones son inviables para este tipo de empleo. 

VECTTOR COMO INTERMEDIARIO DE CABIFY

Vale mencionar que parte del problema es que el conductor que firmo este contrato, como la mayoría de los que conducen en esta aplicación, no trabajan directamente para el unicornio español sino para su filial Vecttor. Este filtro intermedio, que sirve como escudo en caso de acciones legales, puede ser parte del motivo por el que se sienten tan cómodos recibiendo las críticas de los conductores desde las redes, o incluso en un coche hablando con uno de los viajeros. 

Este «escudo» solo ha recibido grietas en temas de opinión pública donde Cabify sigue siendo la cara de los contratos, las fallas y los problemas que suman en el día a día con sus conductores. Lo cierto es que si los argumentos sobre competitividad con los taxis no han calado demasiado en la población los de las condiciones laborales de los conductores sí que se han comentado. Al mismo tiempo parece que por momentos están tan engranadas en la rutina de las grandes aplicaciones que estas aplicaciones sobreviven a problemas similares con frecuencia.

De todos modos lo los conductores están cada vez más organizados entre sindicatos y organizaciones similares. Visto así es posible que puedan organizarse para conseguir al menos una parte de las reivindicaciones que buscan. 

Ernesto Rodriguez
Ernesto Rodriguez
Periodista, entrevistador e investigador de oficio. Amante del cine, la música y Political Junkie. Escribo de empresas de transporte, cultura y sanidad