Codorníu se apoya en el segundo mayor distribuidor para conquistar EE UU

Codorníu profundiza su internacionalización en el mayor mercado Occidental. La compañía más longeva de cava se ha aliado con New Republic National Distributing Company (NRDC) para tener una mayor penetración en el competitivo mercado norteamericano.

Hasta ahora, NRDC dispensaba el espumoso catalán en nueve estados, pero ahora le permitirá alcanzar 27, repartidos desde la costa Este al Oeste. El nuevo acuerdo entrará en vigor el próximo 1 de mayo, según ha adelantado El Economista, y cubrirá las quince marcas de la catalana. Codorníu tiene una bodega en California, concretamente en Napa Valley, un centro moderno en la cuna más preciada del vino estadounidense.

Codorníu tiene claro que no se pueden vender botellas a cualquier precio

Apenas una hora en coche separan a esta cava del centro de San Francisco. Esta región se hizo famosa con las cepas y selecciones Pinot Noir y Chardonnay, que cubren la mitad de las hectáreas plantadas.

CODORNÍU RELANZARÁ LA BODEGA ARTESA

Codorníu tendrá así una nueva oportunidad para relanzar la bodega Artesa, que hasta ahora realizaba numerosos lotes pequeños de gran calidad, permite elaborar numerosos pequeños lotes de vinos de gran calidad. Cada vino se trata de la manera más cuidadosa posible para preservar los mejores aromas y sabores. Artesa está rodeada de más de 60 hectáreas de colinas, la mitad de ellas plantadas con una amplia gama de cepas y selecciones Pinot Noir y Chardonnay.

Freixenet
Lineal de un supermercado con botellas de Codorníu y Freixenet. Foto: Bloomberg

El fondo de inversión Carlyle trata así de aumentar el peso de Codorníu fuera de España, con un peso del 65% en la facturación. La compañía, dirigida por Sergio Fuster, busca incrementar la facturación en un mercado que ha aumentado la facturación en un 25% el pasado ejercicio, hasta los 219 millones. Este nuevo empuje será clave a la hora de levantar un mayor beneficio, frente a unas pérdidas de apenas 200.000 euros, muy inferiores a las registradas durante la pandemia.

CARLYLE SE MANTENDRÁ EN CODORNÍU HASTA AL MENOS 2026

Desde la entrada de Carlyle, con el 68% de la sociedad, el fondo busca una mayor expansión y ganar cuota más allá de las fronteras españolas. El plan es poder competir no sólo en precio, sino también contar historias con el líquido espumoso, como muestran el champagne y el prosecco italiano, más caros pero con una mejor acogida.

Por este motivo, la calidad es la clave de este negocio. Codorníu también llevará sus bodegas navarras a EE UU, una estrategia que abarcará todas las marcas para tratar de competir también con el resto del mercado vinícola. Y es que, Codorníu no es solo cava, sino también vinos tranquilos, un complemento perfecto para la cartera.

Codorníu tiene claro que no se pueden vender botellas a cualquier precio y señala que el cava no debe competir con cava, sino con champagne, muy similar al espumoso español porque el método de elaboración es el mismo. Tan sólo cambia el nombre.

Todo ello, en un momento en el que la campaña de Navidad ha marcado la diferencia entre el beneficio y la pérdida con un incremento alto, mientras que el ebitda se sitúa en niveles récords en un año en el que se han disparado los costes. El reto de la compañía y del Consejo Regulador del Cava es poner al espumoso en cada momento de celebración y no únicamente a finales de año.

CRECIMIENTO EN EUROPA, ASIA Y EE UU

Esta expansión a EE UU se produce en un momento en el que Reino Unido acepta de buen agrado los productos de Codorníu, con un crecimiento del 33%, mientras que se ha incorporado México en los últimos 18 meses. Japón y China también juegan un papel significativo, con un crecimiento del 22%.

El fondo Carlyle no es un socio oportunista, sino que busca la rentabilidad de la compañía con un horizonte de largo plazo. Se estima que estará como mínimo hasta 2026 y un máximo de una década. Por el momento no se habla de salida a Bolsa, pero tampoco se descarta en el futuro. Por ahora, las condiciones de mercado no son las más favorables, con incrementos de tipos de interés y una recesión que golpea a Alemania y Reino Unido, mientras EE UU podría entrar en este escenario en septiembre.