Lagarde muestra la impotencia del BCE para combatir la inflación

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Christine Lagarde ha reiterado la impotencia del Banco Central Europeo (BCE) para combatir la inflación. El supervisor de la banca de la Eurozona no logra atajar la escalada de precios para rebajarla a niveles cercanos al 2%. Este es el único mandato de Lagarde, una estabilidad de precios fijada desde la creación del organismo y que no se ha modificado jamás.

Este juego de Lagarde no deja de ser propio de trileros –pidió a los usuarios cambiar de banco si no estaban contentos con la remuneración de las cuentas y depósitos-, más cuando la Reserva Federal de EE UU se ha negado en rotundo a modificar este mandato al asegurar que mantendría las subidas de los tipos de interés del dólar hasta doblegar la inflación, incluso con el riesgo de entrada en recesión.

Lagarde demuestra así que no sólo ha actuado tarde, sino que su política monetaria del BCE ha sido un absoluto fracaso. Con Mario Draghi al frente se vendió la flexibilidad monetaria como un salvamento y rescate del euro. Varios países, entre ellos España, estaban al borde de la quiebra y con la presión del mercado para poder colocar la deuda a unos elevados intereses. En España, la prima de riesgo se situó por encima de los 700 puntos básicos, mientras Grecia y Portugal se sumían en una espiral muy negativa. Se habló de la extinción del euro, apenas 13 años después de su creación.

EL BCE, MÁS DE UNA DÉCADA EXPERIMENTANDO

El BCE puso toda la carne en el asador, sin mirar las consecuencias. «Haremos todo lo posible para salvar al euro», afirmó el que fuera años después primer ministro de Italia. A cambio del rescate, el BCE exigió a los países duras reformas, recortes de gastos y contención de los déficits. Un sacrificio que recayó en las espaldas de las familias y hogares.

Christine Lagarde hunde al BCE con su agresiva política
Christine Lagarde hunde al BCE con su agresiva política

Sin embargo, el BCE de Lagarde ha pasado por alto estos duros requisitos a los países. Lejos de ello, ha comprado deuda con una irresponsabilidad digna del cargo, una operación que recrudeció durante la pandemia y relajando todos los objetivos y deberes fijados a los países. Sin embargo, a mediados de 2021 irrumpió la inflación en la economía.

Lagarde incumplió a cierre de aquel año su propio mandato, pero aseguró que no iba a incrementar los tipos de interés. «El BCE no incrementará los tipos de interés», afirmó hasta al menos cinco veces en público antes de emprender la agresiva política monetaria en mayo de 2022. En apenas un año, los tipos han pasado del 0% al 3,5%, un nivel que podría aumentar aún más si se quiere cumplir con el mandato del 2%.

Las familias y empresas no tienen acceso al crédito, mientras los ahorros se agotan rápidamente

Desde hace meses, Lagarde insiste en modificar el mandato único del BCE para cumplirlo y evitar así cumplir con el reto de bajar la inflación con mayores subidas de tipos de interés, una estrategia que está teniendo perversos efectos negativos, como una recesión en Alemania, y un ‘credit crunch’ aún mayor en comparación con 2008. Las familias y empresas no tienen acceso al crédito, mientras los ahorros se agotan rápidamente. De hecho, el remanente registrado durante los dos último años ha desaparecido prácticamente en España.

LAGARDE ABOGA POR SUBIR SU MANDATO AL 3%

El objetivo de Lagarde es situar este mandato en niveles cercanos al 3%. Con esta maniobra no arregla ninguno de los problemas provocados por el propio BCE, pero al menos podría decir que sus medidas están teniendo el efecto deseado. Y es que, a pesar de la subida del precio del euro, la inflación en la Eurozona se ha desbocado hasta rozar el 7%, con algunos países marcando los dos dígitos.

Aún con la subida de tipos del BCE, Lagarde insiste en modificar ahora su objetivo, una maniobra que deja en entredicho su actuación al frente de esta institución. Con esta intención, el BCE admite que la inflación no está ni mucho menos bajo control, más cuando las subyacentes de la Eurozona escalan mes tras mes a pesar de la bajada de precios de la energía.

De esta forma, la visión del BCE choca frontalmente con la de la Reserva Federal, una ruptura de la unidad mostrada durante las distintas crisis sucedidas durante los últimos años 14 años. No obstante, en la institución dirigida por Lagarde van siete pasos por detrás y rectificando sus propias declaraciones mes tras mes.

LA NUEVA ERA DE LA INESTABILIDAD DEJA EN ENTREDICHO A LAGARDE

Para Lagarde, este cambio es preciso debido a la nueva «era de inestabilidad» ante la confrontación entre EE UU y China, una ruptura que tendrá consecuencias en geopolítica y nuevas barreras en el comercio internacional. De esta forma, justifica un mundo con mayor inflación, incluyendo la subyacente. No obstante, este discurso del BCE choca con lo dicho hace apenas unos meses. «La inflación será temporal y tendrá un impacto en el corto plazo», sostuvo, un discurso que secundó la política progresista en España.

«Es probable que este nuevo mapa global tenga implicaciones de primer orden para los bancos centrales», señaló Lagarde. La realidad, por el momento, es que el BCE ha registrado unas pérdidas históricas y deja sin dividendos a los bancos nacionales, incluido el Banco de España.

Álvaro J. Medina
Álvaro J. Medina
Madrileño en Barcelona. Apasionado de la actualidad política, la Economía y empresas. He pasado por el grupo Intereconomía y Vozpópuli. Ahora, en MERCA2.es, INVERSIÓN.es y MONCLOA.com para seguir informando. "Si no lo puedes explicar, es que no lo sabes". Si tienes algo que contarme: alvaro.medina@merca2.es