La industria de alimentación y bebidas española frena su crecimiento en 2022 por el impacto de la inflación

La industria española de alimentación y bebidas frena su crecimiento en 2022 debido a la inflación, por lo que cerró el año con una producción de 144.955 millones de euros, un 1,5% más con respecto a 2021, en un contexto «muy complicado y complejo» según los datos del Informe Económico de la Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas (FIAB).

En concreto, el aumento de los costes productivos debido al agudo aumento del valor energético, de los transportes y de las materias primas, entre otros factores, han limitado la trayectoria positiva del sector.

«Hemos tenido un contexto muy complicado y complejo que ha tensionado extremadamente la cadena alimentaria. El crecimiento de la producción es un dato positivo, pero si lo comparamos con el promedio, es bastante menor y se ha ralentizado la producción por la coyuntura tan difícil que hemos vivido», ha explicado el director general de FIAB, Mauricio García de Quevedo, durante la presentación de los datos.

Este escenario de aumento de precios, junto a las medidas adoptadas para la contención de la inflación como las subidas de los tipos de interés, ha llevado a los hogares españoles a contener sus gastos y a modificar sus patrones de consumo.

El informe muestra que el volumen del consumo se ha retraído hasta los 66.294 millones de euros, lo que supone un 1,1% menos, mientras que el gasto medio por persona en el hogar cae el 1,8%, hasta los 1.427 euros con relación al mismo periodo de 2021.

García Quevedo ha destacado que la industria de alimentación y bebidas continúa siendo el sector industrial con mayor fortaleza en España, ya que el Valor Añadido Bruto se ha cifrado en 29.786 millones de euros, lo que supone un crecimiento del 13,9% que, una vez ajustado el efecto de los precios, quedaría en un 4,1%.

De esta forma, el peso del sector representa el 19,3% de la industria manufacturera y cerca del 2,5% del total de la economía española.

Por otro lado, el número de empresas que conforman la industria de la alimentación y las bebidas se ha logrado mantenerse en 2022 por encima de las 30.000 empresas (30.159), lo que supone un ligero descenso del 0,3%, ya que se vieron obligada a cerrar 101 compañías, la mayoría pymes.

El sector sigue siendo un motor de empleo, ya que hay a un avance en el número de afiliados a la Seguridad Social del 3,2%, es decir, 454.800 empleos directos, y lo hace con ritmos superiores al crecimiento de la industria manufacturera, que situó en el 2,4%.

Por otro lado, las exportaciones de la industria de la alimentación y bebidas registró un aumento del 9% hasta alcanzar los 41.643 millones de euros aunque se recortaron en un 7,2% en volumen.

La inseguridad general de la economía, el fuerte impacto de la inflación y todos los problemas logísticos y de transporte han impactado las ventas reales y también al número de empresas exportadoras, que se contrajo un 2,3%, hasta las 18.902.

García de Quevedo ha señalado que esta situación ha impactado en la balanza comercial, que aunque sigue siendo positiva se ha recortado en más de un 20,1%, hasta situarse en los 10.640 millones de euros, rompiendo la tendencia positiva que se mantenía desde 2008.

Por mercados, la UE sigue siendo el principal destino de las exportaciones de nuestra industria, con una cuota del 57,7%, siendo los principales destinos Francia (6.124 millones de euros), Portugal (4.506 millones de euros) e Italia (4.126 millones de euros).

Mientras que el primer socio extracomunitario es Estados Unidos, con 2.467 millones de euros, que mejora su posición y adelanta a China. En quinto lugar, se sitúa Alemania, que experimenta una mejora de susventas, con 2.258 millones de euros, seguido por Reino Unido (2.287 millones de euros), China (2.258 millones de euros), Países Bajos (1.386 millones de euros), Japón (1.215 millones de euros) y Bélgica (949 millones de euros).

Por otro lado, el director general de FIAB ha reclamado ante el secretario general de Agricultura y Alimentación, Fernando Miranda, un ámbito regulatorio y fiscal que tenga en cuenta el difícil contexto para proteger a un sector que es estratégico para España, después de que entrara en vigor el impuesto al plástico, donde las «empresas han cumplido» y ha tenido un impacto de casi 700 millones de euros, así como la puesta en marcha de la segunda convocatoria del Perte agroalimentario.

«Es urgente la resolución de las convocatorias del Perte agroalimentario para permitir dotar a esas pequeñas y medianas empresas de los recursos necesarios para adoptar las inversiones necesarias en innovación y mejorar así su competitividad. Seguimos teniendo dificultades para captar fondos para la innovación y esperamos que el Perte sea un revulsivo para capar fondos», ha reiterado García de Quevedo.

Por su parte, Miranda ha reconocido que el Gobierno está evaluando las solicitudes recibidas de la primera convocatoria para ultimar la segunda convocatoria. «Es una oportunidad única que hay que aprovechar para aprender y para que redunde en el beneficio de la industria», ha subrayado, destacando el «gran esfuerzo» que están haciendo las empresas.