El cine siempre ha sido alarmista con la nueva tecnología. La realidad es que es normal, el trabajo de un escritor es pensar en el escenario más interesante y muchas veces este el peor posible. Pero hay dos obras clave del cine de finales del siglo XX que, empujadas por los primeros avances de la robótica y la irrupción explosiva del internet anunciaban que llegaríamos a la Inteligencia Artificial, y que la misma significaría el final de la especie como la conocemos. Se trata además de dos de los grandes éxitos de los 90: ‘Terminator 2’ de James Cameron y ‘Matrix’ de las hermanas Wachowski.
Ambas obras tienen un mensaje bastante marcado sobre lo peligroso del avance tecnológico sin control. Si bien la de Cameron rosa en lo tecnofobo, es que tras una primera cinta donde el avance de la robótica y la inteligencia artificial se mantenían como trasfondo en esta secuela el cortar el avance en el desarrollo de Skynet, la inteligencia artificial que terminaría lanzando bombas atómicas sobre todo el planeta y esclavizando a buena parte de la humanidad.
‘Matrix’ es una historia distinta. Aunque la inteligencia artificial son los principales villanos de la cinta lo cierto es que la película se toma el tiempo de analizar profundamente una realidad virtual que parece bastante atractiva, es que es más divertido plantearse ser Neo y hackear nuestro cerebro que sobrevivir a ser perseguidos por Arnold Schwarzenegger en la primera ‘Terminator’ o a Robert Patrick en la segunda.
En cualquier caso lo interesante de repasar las cintas es ver que las preocupaciones modernas sobre la tecnología de programas como el ChatGPT siempre han sido una parte de nuestra ficción distópica. Es que Orwell se asustaba del internet en ‘1984’, Bradbury de la televisión en ‘Fahrenheit 451’ y Huxley de todo en ‘Un mundo feliz’, en el fondo siempre hemos tenido algo de miedo al futuro. Al mismo tiempo no se puede negar que en la actualidad hay motivos de alarma.
PERDIDAS DE EMPLEO AUNQUE NO HAYA GUERRA NUCLEAR
Lo cierto es que no parece probable que el ChatGPT vaya a ordenar el lanzamiento de las armas atómicas del mundo industrializado, pero no deja de haber preocupaciones al respecto. Lejos de la idea de esclavizar a la rasa humana a su computadora que tiene el cine el reemplazo de empleos por parte de computadoras sí que puede convertirse en uno de los problemas clave del resto del siglo.
Si bien la advertencia de James Cameron, siempre exagerado tanto en sus mensajes como en la duración y presupuesto de sus películas, parece haber caído en oídos sordos no hay duda de que su Inteligencia Artificial es muy distinta a esa con la que estamos conviviendo en la actualidad. La que construye a los terminators está diseñada para funciones militares, crea una conciencia capaz de tener ambiciones de control y, porque no decirlo, de una crueldad que simplemente no es viable una computadora en la actualidad.
De momento estamos lejos de esa posibilidad, probablemente lo estemos siempre después de todo hay más riesgos de peligro por extinción por cambio climatico que por IA. Sin embargo, si no se toman medidas para qué existe una maya de contención que atrape a los ciudadanos afectados. El propio Sam Altman, CEO de Open AI la empresa desarrolladora de la famosa aplicación del chat, ha dicho que tiene el mismo potencial que la bomba atómica, tanto para bien como para mal.
OTRAS ADVERTENCIAS DEL CINE SOBRE LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL
Más allá de James Cameron y las Wachowski hay una larga lista de obras que han marcado este tipo de riesgos. Steven Spielberg lo hizo con su cinta ‘Inteligencia Artificial’, Kubrick con Hall 3.000 de ‘2001: Odisea en el espacio’, Alex Garland en la ya mítica ‘Ex Machina’ y hasta los vengadores tuvieron que enfrentar a su propio robot malvado que decide destruir a la humanidad tras conectarse al Internet en ‘La Era de Ultron’. Estos son solo algunos de los ejemplos más conocidos.
Hay también la versión opuesta, la que imagina la Inteligencia Artificial como un nuevo medio de esclavitud: Seres racionales que creamos y que usamos para cumplir nuestros designios. Si en ‘Terminator’ la IA es un monstruo en episodios de ‘Black Mirror’ como ‘U.S.S Callister’ o ‘Hang The Dj’ se convierte en la víctima. Una vuelta de tuerca interesante. En la literatura también hay excepciones, como el trabajo de Isaac Asimov, que siempre pensó en la utilidad y convivencia entre humanos y seres mecánicos con sus famosas tres leyes de la robótica.
En cualquier caso pasear por el cine parece que puede hacer que nos sintamos agradecidos. Es evidente que hay problemas con las nuevas formas de tecnología, que como de costumbre ha llegado a nuestras manos antes de que estemos preparados para ella. De todos modos no es como para bajar la guardia, igual bien vale la pena que en el futuro cuando un autor de ficción de una advertencia se le haga caso.