El truco de los chefs para hacer unos huevos revueltos muy jugosos

Si alguna vez has tomado huevos revueltos en el buffet de desayuno de un hotel o en algún restaurante, seguramente te preguntarás por qué cuando los haces en casa no te quedan igual de esponjosos y jugosos. Y es que los huevos revueltos, por muy sencillos que sean de preparar, también tienen su truco. Y es precisamente esos trucos los que marcan la diferencia de ente un plato rico y uno delicioso. Los huevos revueltos son ideales para el desayuno o para una cena ligera y saludable, y se pueden combinar con hierbas aromáticas, o utilizar para preparar tostas y canapés. CÓMO HACER UNOS HUEVOS REVUELTOS PERFECTOS Para que queden perfectos, los chefs y cocineros profesionales tienen algunos secretos infalibles, y al mismo tiempo muy sencillos, con lo que realmente se nota la diferencia. El resultado es un huevo revuelto con una textura esponjosa que es un verdadero placer. A la hora de hacerlos, siempre es recomendable poner el fuego medio-bajo, para que no se reseque ni un poco, y añadir la sal al final, porque, como sabemos, la sal absorbe los jugos. Además de estos dos puntos, aún hay más trucos que se pueden aplicar. ALGUNA YEMA DE HUEVO EXTRA Para conseguir una tortilla francesa o de patatas muy jugosas, el truco más efectivo es agregar una yema de huevo adicional a la mezcla de huevos batidos. Pues bien, en el caso del revuelto vamos a hacer lo mismo. Al aumentar la proporción de yema frente la clara, conseguimos subir la temperatura a la que el alimento se coagula, lo que significa que tardarán más en cuajarse, dando como resultado un plato mucho más jugoso. AGREGAR UN LÁCTEO Añadir un lácteo es otro de los trucos que nunca falla. Puede ser un poco de leche, aunque lo ideal es añadir una pizca de nata para cocinar. A algunas personas no les gusta el revuelto con sabor a lácteo, así que depende de los gustos de cada casa. La cantidad debe ser poca, para que no quede demasiado líquido. NO BATIR DEMASIADO Batir los huevos de forma correcta también tiene su truco. Tanto para hacer tortilla como revuelto, lo que hay que hacer es mezclar las yemas y las claras hasta que la mezcla se vea de color amarillo. Se recomienda hacerlo con un tenedor, en vez de con varillas. La clave es que el huevo quede líquido con sus partes bien mezcladas pero sin incorporar aire. Si al batir empieza a salir espuma, lo estamos haciendo mal. ENGRASAR CON MANTEQUILLA El aceite de oliva es nuestra joya gastronómica, pero para unos huevos revueltos profesionales podemos darnos el capricho de usar una pizca de mantequilla, que además le da ese sabor que nos encanta. Basta con poner lo justo para engrasar la base de la sartén. Después solo hay que añadir los huevos batidos y poner el fuego medio para que cuajen sin resecarse. MEZCLAR CON ARTE La forma de mezclar o revolver los huevo también tiene su truco. Una vez que vertemos los huevos en la sartén, hay que remover constantemente con una cuchara de madera y de forma envolvente. Hay que ir separado lo que se vaya pegando al fondo y a las paredes de la sartén. Cuando estén todavía húmedos, pero ya no estén líquidos, los juntamos en el centro. Hay que dejar unos segundos entre pasada y pasada para que vayan cuajando. Al terminar hay que pasar en seguida a un plato, porque si no se seguirá cocinando con el calor de la sartén y podría terminar secándose.

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