Acciona no gana para sustos. El litio ha convertido en la materia prima más codiciada por los amigos de lo ajeno y daña ahora a las compañías de alquiler de motos y patinetes. Este mineral, fundamental para la fabricación de baterías portátiles de los vehículos eléctricos, ha incrementado su precio en un 900% desde los mínimos de 2020, hasta alcanzar máximos históricos.
El disparado precio del litio se debe especialmente a la creciente demanda y la transformación energética emprendida por Europa y Estados Unidos para implantar el vehículo eléctrico en las carreteras, y especialmente en las calles de las zonas urbanas. Los ladrones se están especializando en el robo de baterías de los vehículos destinados a la movilidad de las ciudades. El ‘motosharing‘ de Acciona es uno de los más perjudicados, primero al ser la compañía con mayor número, así como los patinetes eléctricos e incluso bicicletas.
Las pérdidas para una única empresa de motos eléctricas alcanzan los dos millones de euros tras haber sufrido más de 150 robos
Las pérdidas para una única empresa de motos eléctricas alcanzan los dos millones de euros tras haber sufrido más de 150 robos en los últimos meses en Barcelona, según han desgranado los Mossos d’Esquadra tras haber realizado 14 detenciones de miembros de una banda organizada que operaba en la Ciudad Condal. Se estima que estos supuestos ladrones habían sustraído un total de 84 baterías en más de cuarenta robos.
PÉRDIDAS LATENTES POR LA INUTILIZACIÓN DE LOS VEHÍCULOS DE ACCIONA
En el momento de la detención se han recuperado 10 baterías de motos eléctricas, calcadas a las que instala Silence en los vehículos de alquiler Acciona, junto a más de 5.000 pilas de litio. Este material se entregaba a tiendas de reparación de patinetes, que después se vendían a los consumidores.
Los arrestos se llevaron a cabo por la Unidad de Investigación de la Comisaría de Sarrià-Sant Gervasi a finales de enero. Los autores están imputados por pertenencia a grupo criminal, robo con fuerza, robo con violencia, daños, receptación y contra la seguridad del tráfico. Todo ello, tras cinco meses de pesquisas tras las denuncias de varios robos de baterías de motocicletas eléctricas. Las denuncias, no obstantes, proliferaron poco después por Barcelona.
Los agentes realizaron seguimiento y vigilancia para poder seguir la pista hasta los cabecillas de la banda criminal. El ‘modus operandi’ era prácticamente el mismo en cada uno de los robos. En grupos de tres y provistos con material cortante para eludir las medidas de seguridad de los vehículos, no dudaban en emplear la fuerza para conseguir la extracción de las baterías de las motos de Acciona.
EL ‘MODUS OPERANDI’ CONTRA LAS MOTOS DE ACCIONA
Para trasladar el codiciado objeto de las motos de Acciona, los ladrones utilizaban después vehículos de alquiler con conductor (VTC) para desplazarse desde escasos metros del lugar donde perpetraban el robo hasta llegar a un domicilio de L’Hospitalet de Llobregat. La banda estaba liderada por un viejo conocido por la policía, con 33 años y 35 antecedentes. Desde el pasado mes de agosto, el dirigente de esta banda acumulaba más de 20 detenciones por delitos de patrimonio, robos con fuerza, robos con violencia y hurtos.
El botín, de unos 2.000 euros por unidad, se trasladaba después a los establecimientos, cuyos administradores han sido detenidos por receptación, para desmontarlos e instalar después las pilas en los patinetes.
A estas pérdidas directas hay que añadir que los costes de reparación de los vehículos ascendía a 500 euros. Asimismo, hay que añadir el impacto para la empresa por mantener estos vehículos fuera de servicio durante varias semanas.
Los detenidos residían en otras localidades del Área Metropolitana de Barcelona, como Esplugues de Llobregat, Cerdanyola del Vallés y la propia Barcelona. El grueso de los arrestos se ha llevado a cabo en L’Hospitalet. Por ahora, tan solo un integrante está en prisión, el cabecilla, mientras que el resto ha quedado en libertad con cargos.
DE LAS BATERÍAS A LOS CATALIZADORES DE LOS VEHÍCULOS
No es el único material que buscan las bandas criminales especializadas en vehículos. Desde hace varios meses, los ladrones han centrado su atención en los catalizadores de los coches por la cantidad de minerales que tienen, como rodio, paladio y platino. Esta última se ha disparado más de un 32% en el mercado desde los mínimos de 2020. Este elemento del vehículo es obligatorio para poder circular desde hace más de 30 años.
El platino se emplea en la industria por su gran resistencia a la oxidación y corrosión altas temperaturas, así como su alta conductividad. En concreto, es indisoluble al ácido clorhídrico y nítrico. Su uso en automoción, industria química, vidrio, electrónica, así como biomédica y joyería le hacen muy atractivo para el mercado negro, donde se paga a un alto precio en este momento. En comparación, es más caro que el oro, al ser un metal escaso y raro.
El robo de estas piezas «es muy rápido, pero ruidoso», según apuntan fuentes policiales a MERCA2. Primero se debe tener un gato para poder cortar el catalizador con una sierra, cuchillas o bien cadenas adecuadas. Una vez liberado, separan la caja del tubo de escape y se marchan. Al menos serían dos personas para poder perpetrar el robo. El precio del catalizador es de apenas de 260 euros como máximo en el mercado negro para los vehículos antiguos, y de hasta 500 euros. El platino que tienen es de apenas 5 gramos, cuyo precio se sitúa cerca de los 30 euros el gramo.