La banca posee un ingente colchón de liquidez, pero no es suficiente. Lejos de remunerar los depósitos, las entidades financieras se protegen de los impagos con la deuda pública más rentable, el bono español, a pesar de los riesgos. El Tesoro ha tenido que incrementar con fuerza los intereses de las últimas emisiones de deuda a corto y largo plazo con una fuerte demanda. En la última operación, un bono a diez años sindicado, las peticiones han alcanzado niveles de máximos históricos, mientras que los intereses han aumentado en un 3,6%, hasta una rentabilidad del 3,17%.
El Tesoro Público ha emitido un total de 13.000 millones de euros con vencimiento en abril de 2033, por el que ha recibido un total de 86.133 millones
De esta forma, el Tesoro Público ha emitido un total de 13.000 millones de euros en este instrumento, con vencimiento en abril de 2033, por el que ha recibido un total de 86.133 millones, según los datos de Bloomberg. Esta operación supera a la rentabilidad del euríbor a un año y se ha cubierto especialmente con los bancos extranjeros. En concreto, la operación llevada a cabo por BBVA, Citi, JO Morgan, Banco Santander, Barclays y Credit Agricole se ha repartido entre más de 408 cuentas, según Europa Press. El 90% de la emisión ha ido a parar Reino Unido, Irlanda, Francia, Italia, Alemania, Austria, Suiza, Estados Unidos y Canadá.
Y es que, el tipo de interés exigido por los inversores al Tesoro supera en un 46% al que se pide al banco central alemán. El diferencial es de 102 puntos básicos, un 3,17% frente al 2,15% que se pide a los germanos. Esta operativa es sumamente rentable dada la agresividad mostrada por los bancos centrales, como la Reserva Federal de EE UU, el Banco de Inglaterra y el Banco Central Europeo.
REINO UNIDO SACA PETRÓLEO DEL TESORO DE ESPAÑA
Dada la magnitud de la subasta, también se han sumado entidades financieras de Asia y de los países Escandinavos, si bien su participación ha sido testimonial en comparación con los inversores británicos e irlandeses, que han pagado casi uno de cada cinco euros obtenidos por el Tesoro.
Desde la institución dependiente del Ministerio de Economía, dirigido por Nadia Calviño, aseguran que los inversores confían en España y la marcha de la economía. Sin embargo, la lectura es claramente la contraria. Los inversores buscan una mayor rentabilidad en Europa y este tipo de subastas es casi un seguro, más cuando desde el BCE no se ha permitido dejar caer a ningún país, ofreciendo así rescates desde el año 2008 y una flexibilización aún mayor durante la pandemia.
Sin embargo, la actuación del BCE ha dado a su fin. Ya no habrá compras directas en los mercados secundarios de deuda, como ha ido haciendo hasta ahora, una política agresiva que viene acompañada de más subidas de tipos de interés, como la que ocurrirá en apenas dos semanas, cuando se espera un incremento del precio del euro de 50 puntos básicos, un nuevo revés para hogares y empresas, especialmente las más endeudadas.
LA RENTABILIDAD DEL BONO ESPAÑOL SUBE CON LA PRESIÓN DEL MERCADO
Tal ha sido la rentabilidad ofrecida en la subasta del Tesoro que la demanda ha superado cualquier otra emisión del mismo tipo en la Eurozona en lo que va de año. La anterior emisión realizada en España, el pasado mes de septiembre, la demanda fue de menos de la mitad, unos 40.600 millones de euros, para colocar 5.000 millones.
Sin embargo, el Tesoro se está apresurando para colocar los 70.000 millones que espera emitir este año. Y es que, el BCE no hace prisioneros en su empecinamiento de meter a la Eurozona en recesión para reducir la demanda, sacar liquidez del sistema y forzar de forma artificial una reducción de los precios. Se estima, no obstante, que los tipos de interés puedan alcanzar el 4% este mismo año, casi el doble del 2,5% en el que se encuentran actualmente.
No obstante, existe el riesgo de que la estanflación actual dé paso a una deflación de cara a los meses de verano. Aunque todo dependerá de la apertura de China, principal temor de las instituciones europeas. Si el gigante asiático despertara de su crisis, el precio de las materias primas podría retomar la senda alcista, presionando así los precios energéticos y de toda la cadena de producción. Una espiral que obligaría a endurecer aún más las restricciones al crédito y ahogar a familias y empresas.
EL BCE TENDRÁ QUE SUBIR LOS TIPOS EN FEBRERO
El panorama no es ni mucho menos optimista, ni en Europa ni en Estados Unidos. A pesar de ello, los responsables del Tesoro moderan el mensaje y afirman que el coste medio de la deuda en circulación está «contenido». Desde el Banco de España se niega la posible entrada en recesión de España.
Mientras tanto, España camina con una losa de deuda. En concreto, la economía soporta un nivel de endeudamiento del 111% sobre el PIB, una situación que se agravará una vez se reduzcan los ingresos del Estado si efectivamente la inflación cayera a plomo. El Gobierno, mientras tanto ha incrementado todos los impuestos desde su llegada al poder, y tan sólo ha efectuado algunas bajadas simbólicas, como la del IVA en ciertos productos alimentarios -unos 3 euros-, mientras se ha negado a deflactar el IRPF. Todo ello ha producido una recaudación récord, un colchón sobrado mientras un tercio de la población llega a duras penas a fin de mes.