Amber aprieta a Sánchez para que permita la segregación de Indra

Amber Capital está moviéndose para rentabilizar sus inversiones, sobre todo en las que tiene como aliado al Gobierno, antes de que pueda producirse un cambio en el color político del inquilino de La Moncloa. En este momento, el fondo ha puesto toda la carne en el asador para lograr su sueño de separar la parte tecnológica de la militar en la empresa Indra, una operación a la que se oponen los sindicatos y la cúpula directiva y que necesita la autorización del Ejecutivo para realizarse. 

INDRA: SÁNCHEZ ABRE LA PUERTA

Según ha podido saber MERCA2, a pesar de que portavoces oficiales del Ejecutivo han filtrado a varios medios de comunicación que no hay intención de autorizar esta segregación –que supondría la venta de Minsait– la realidad es que el aparato gubernamental mantiene la puerta abierta a la operación. «La idea de permitir que Indra se concentre en el área de defensa y segregue la división tecnológica tiene sentido desde un punto de vista estratégico no sólo para Amber, sino también para el Ejecutivo«, señalan fuentes conocedoras de las conversaciones.

El pasado octubre Pedro Sánchez pidió personalmente al fundador y máximo responsable del fondo de inversión, Joseph Oughourlian, una tregua en Indra. Durante el viaje que hizo el presidente del Gobierno a Nuevo York con motivo de la Asamblea de la ONU, el mandatario español pidió colaboración a Amber Capital tras la rebelión de los consejeros tras la junta general del pasado mes de junio.

SÁNCHEZ PIDIÓ EN OCTUBRE UNA TREGUA A OUGHOURLIAN, QUE LE RECORDÓ QUE SU ENTRADA EN INDRA CORRESPONDE A RAZONES ECONÓMICAS, NO POLÍTICAS

El inversor armenio fue receptivo a las palabras del presidente pero le dejó claro que su entrada en Indra corresponde a razones económicas y no políticas, por lo cual necesita rentabilizar sus posiciones en las empresas en las que participa.

Y aquí está la gran clave de esta segregación: que Minsait y el área de defensa de Indra tienen un mayor valor de mercado separadas que juntas. La capitalización actual de la empresa española ronda los 1.800 millones de euros, una cantidad muy baja si tenemos en cuenta que la división tecnológica es la que aporta más volumen de negocio y la que tiene más empleados.

Aunque los márgenes son superiores en el caso del área militar, sobre todo ahora que los programas europeos de defensa están creciendo, nutridos por el dinero de los contribuyentes y el nuevo escenario geopolítico que se abre con la guerra de Ucrania.

MINSAIT: ENTRE 1.500 Y 2.000 MILLONES

Fuentes del mercado apuntan que Minsait podría venderse por 1.500 millones –algunos elevan la cifra a 2.000 millones– lo cual sería un gran negocio para Amber, que necesita hacer caja tras su aventura editorial en Prisa donde está perdiendo dinero y buscando nuevos socios para una ampliación de capital. Una tarea para la cual también necesita ponerse de acuerdo con el Gobierno. 

La espita la abrió públicamente Oughourlian con unas incendiarias declaraciones realizadas a la agencia Bloomberg el pasado 22 de noviembre. «Estamos empujando para que se produzca una división de la compañía entre tecnología y defensa, o bien que se realice una venta total o fusión de la división de tecnología con otra compañía«. Un posicionamiento público que no gustó al Palacio de La Moncloa, ya que le obliga a tomar partido en una cuestión que preferiría mantener en un segundo plano informativo.

A pesar de que la cúpula directiva de Indra insiste en que no ha hablado de esta cuestión de forma oficial, lo cierto es que la misma agencia norteamericana asegura que el tema se está analizando. El propio presidente Marc Murtra ya planteó hace meses que Minsait debía tener un mayor margen de maniobra, lo cual fue interpretado como un respaldo a la petición de Amber. Sin embargo, fuentes del consejo de administración de Indra aseguran a MERCA2 que en estos momentos Murtra se ha alineado con aquellos que se oponen a la escisión. Entre ellos el propio Ignacio Mataix, consejero delegado que tiene más vidas que un gato.

MURTRA Y MATAIX SE OPONEN

«Amber y el resto de accionistas privados de Indra son partidarios de la operación de separación de los negocios, pero los miembros del consejo de administración que están ahí por motivos políticos, entre ellos el propio Murtra, no quieren favorecer la venta de Minsait porque reduciría su cuota de poder en el grupo, limitándose sólo al área de defensa», señalan las fuentes consultadas.

A todo ello se suma que, tal como avanzó en exclusiva este diario, el fondo que dirige Joseph Oughourlian no se fía del presidente de Indra. No confía en su capacidad de gestión y el divorcio es un hecho, aunque de puertas hacia fuera muestre unidad con el resto de accionistas (entre los que destaca la SEPI estatal). Y otro elemento que introduce aún más complicaciones es la posición de Mataix, que podría ser sustituido por Luis Abril, consejero ejecutivo y director general de Tecnologías de Información del grupo, además de responsable de Minsait.

EL PAPEL DE TELEFÓNICA

Personas del entorno del fundador y presidente de Amber Capital apuntan que Telefónica sería el candidato ideal para adquirir Minsait, pero la empresa que dirige José María Álvarez-Pallete no parece estar muy interesada.

Ya hace unos meses hubo conversaciones para incluso plantear una fusión entre la operadora de telecomunicaciones e Indra, aunque al final no se concretaron. El presidente de Telefónica lleva tiempo intentado centrarse en el negocio core del grupo –abandonando inversiones políticas realizadas por su predecesor César Alierta– y entrar en el jardín de Indra sería una forma de desandar el camino.

CCOO AMENAZA CON MOVILIZACIONES

El último factor que puede determinar la postura final del Gobierno en esta segregación de Indra es el laboral. Un día después de que Bloomberg publicara las declaraciones de Oughourlian el sindicato CCOO emitió un comunicado en el que consideró que «este tipo de elucubraciones sobre los beneficios de una venta y, o de segregación en Indra, no hacen más que crear desconfianza de cara a la captación de posibles inversores, a la captación de negocio y al talento profesional». 

A este respecto, el sindicato mostró su enfado añadiendo que se trata de «algo muy serio» y pidió que «no se juegue a la especulación, una y otra vez, con una empresa estratégica para el desarrollo de la economía española y europea, poniendo en riesgo también el futuro de decenas de miles de personas». No en vano la plantilla de Minsait ronda los 50.000 empleados y CCOO amenaza con movilizaciones si el Gobierno da luz verde a la venta.