Amazon, DHL y el resto de compañías de reparto a domicilio están en la diana del Ayuntamiento de Barcelona, dirigido por Ada Colau y Jaume Collboni. El Consistorio articula una nueva tasa a los operadores que facturen más de un millón de euros por el uso de la vía pública y aceras, pese a que el negocio es exclusivamente el de reparto.
El argumento del Ayuntamiento de Barcelona se cae por su propio peso
El nuevo acuerdo, pactado también con ERC, impondrá una tasa a los grandes operadores postales por el «uso especial del suelo», según han señalado fuentes municipales a MERCA2. El fin es obtener una recaudación de 2,6 millones de euros o bien el 1,25% de la facturación anual de estos operadores. El Ayuntamiento pretende, además, que esta medida entre en vigor a partir del próximo mes de marzo, a dos meses de las elecciones municipales.
La nueva figura impositiva tendrá aún que pasar por el preceptivo trámite parlamentario. En primer lugar, será la Comisión de Economía en presentarla, mientras que el pleno de diciembre, el último del año, dará luz verde a la misma. Tras estos pasos, tan sólo quedará el Consejo Municipal de febrero para concluir su aprobación. De esta forma, entrará en vigor una vez que se publique en el boletín oficial de Barcelona.
COLAU BORDEA LA DOBLE IMPOSICIÓN CON LA TASA AMAZON
La Ciudad Condal será la primera en aplicar una tasa contra los operadores que facturen más de un millón, pero no se hará pago alguno en caso de dejar el paquete o los envíos en un punto de recogida, pese a conllevar la misma actividad.
Según Colau y Jaume Collboni, su teniente de alcalde, las empresas del comercio electrónico utilizan el espacio público de «forma gratuita», pese a que los vehículos que se utilizan para el reparto pagan el impuesto circulación, cuya finalidad es el cobro por utilizar la vía pública. Fuentes judiciales han señalado que este gravamen deberá estar muy justificado debido al «riesgo de anulación por la doble imposición».
Con el argumento del crecimiento del reparto a domicilio por la compra online debido a la pandemia, Barcelona ha enmarcado al tasa en una Distribución Urbana de Mercancías (DUM), que no soluciona el problema de la movilidad al dejar exento a las operadores que utilicen centros de recogida. Para Colau, uno de los principales culpables de esta tasa es la actividad de Amazon. «No es un modelo sostenible», ha afirmado la alcaldesa, pese a que los vehículos utilizados por esta empresa son eléctricos.
COLAU Y COLLBONI PODRÍAN ENCARECER LOS ENVÍOS
Otros operadores, por su parte, utilizan aún furgonetas de combustible, motos y bicicletas para realizar el reparto. También los hay que usan los vehículos de los particulares, como Glovo. Todos estos vehículos tienen categoría comercial y por tanto pueden utilizar la zona de carga y descarga durante el tiempo estipulado. Pero el Consistorio de Colau busca más ingresos para las arcas públicas. El peligro de esta estrategia, según apuntan fuentes del sector, es un encarecimiento de los envíos a domicilio.
Asimismo, según la monitorización de Barcelona, hay cerca de una treintena de empresas susceptibles de pagar este impuesto, donde la más destacada es Amazon. Las razones de Collboni señalan que estos vehículos congestionan el tráfico e incluso contaminan, pese a que se utilizan en su mayoría vehículos libres de emisiones. Según fuentes del sector, esta actividad evita un mayor número de vehículos en las calles, los de los propios particulares que saldrían a comprar. «El argumento del Ayuntamiento de Barcelona se cae por su propio peso», han señalado las fuentes consultadas.
Asimismo, el nuevo impuesto municipal sería un escudo más para fomentar el comercio de proximidad. Sin embargo, el propio Ayuntamiento con sus soluciones urbanísticas ha trastocado los planes del comercio, más cuando se han hecho peatonales o restringido el paso de vehículos en algunas calles y zonas con las denominadas superislas. «Tratan de tapar su nefasta gestión cargando ahora contra otra actividad económica», han sostenido fuentes del comercio consultadas por este medio.
EL COMERCIO RENIEGA DE COLAU Y COLLBONI POR LAS SUPERISLAS
Otro de las razones para instaurar esta tasa se centra en que el reparto emplea trabajadores con condiciones laborales precarias y que utilizan una ingeniería fiscal permitida para evitar pagar impuestos. Según Colau, «a menudo, ni siquiera pagan impuestos allá donde operan», como si fuera justificación para implantar un dudoso gravamen.
Según Colau, este impuesto «no afectará ni a consumidores ni a pequeños autónomos», pese a que se podría trasladar fácilmente encareciendo el servicio. Además, esta nueva tasa sólo se aplicará sobre los ingresos brutos, sin tener en cuenta los gastos que conlleva a la empresa realizar el servicio, y únicamente para aquellas empresas con una facturación de más de un millón de euros brutos anuales, con un límite de 2,6 millones por compañía.
EXENCIONES DE COLAU A LA TASA AMAZON
Asimismo, la subrogación o subcontratación del servicio también será penada fiscalmente con este impuesto municipal. De esta forma, si un gran operador contrata a un autónomo, éste tendrá que aplicar la tasa en la factura para que sea el operador quien abone la cantidad correspondiente.
Por otro lado, quedarán exentas las empresas con flotas para repartir a domicilio sus productos adquiridos en la web, siempre y cuando no intervengan como operadores postales. DHL, por ejemplo, suele repartir en puntos escogidos por sus clientes para recibir un pedido. En ese caso, estaría exento de la tasa. También la distribución de bebidas de un restaurante o aquellas realizadas a pie.
