Los tuppers son un accesorio imprescindible en la cocina. Los usamos a diario para almacenar alimentos en la nevera, para guardar las sobras de alguna recetas o para llevar nuestro almuerzo al trabajo. Muchas personas comen en la oficina y para ellos el tupper es un elemento mucho más esencial, si cabe, para llevar cada jornada el menú que hayan preparado en casa. Pero a pesar la importancia de este tipo de recipientes herméticos, a veces no les brindamos los cuidados adecuados para su mantenimiento y su higiene, dos aspectos fundamentales para la seguridad alimentaria y para que duren muchos años.
1EL PROBLEMA DE LOS TUPPERS DE PLÁSTICO
Existen diferentes clases de tuppers y aunque los que más se recomiendan son los de cristal, la realidad es que los de plástico PET son los más utilizados, porque son más manejables y mucho más ligeros, un punto muy importante si tienes que cargar con uno o varios en la bolsa cada día. Son totalmente seguros, pero tienen un problema y es que al contacto con alimentos con aceites, salsas o aderezos, pueden ser difíciles de limpiar y termina formándose una fina película resbaladiza bastante incómoda. ¿Cómo solucionarlo? Hay varios trucos que pueden ser muy eficaces.