Cables en los cajones, mesillas y estanterías. Los cargadores se han convertido en uno de los elementos que más polvo cogen en las viviendas y el Parlamento Europeo ha tomado medidas en el asunto, pasando por encima de Apple y sus presiones.
La Eurocámara ha aprobado una década después la ley del cargador único en los teléfonos móviles y otros dispositivos a pesar de las presiones de las tecnológicas, especialmente de Apple, que dejó de incluirlos en sus iPhone desde hace dos años, con el inicio de la pandemia. La medida se entendió como un giro estratégico por la economía ecologista. Sin embargo, el motivo es claramente otro. Apple no sólo ha ahorrado en costes cerca de 6.500 millones de dólares, pero ahora tendrá que rediseñar el interior de sus dispositivos para adaptarse al USB tipo C, el único que se podrá admitir en toda la UE.
El Europarlamento implementa así un nuevo castigo a la compañía de Cupertino, tras la nueva sentencia de Francia que le ha condenado por prácticas anticompetitivas al pago de casi 400 millones de euros, un montante muy inferior a los 1.100 millones que se pedían contra la empresa estadounidense.
SAMSUNG Y XIAOMI TENDRÁN QUE ADAPTARSE
De esta forma, los teléfonos móviles, tabletas, cámaras digitales, auriculares y dispositivos de carga similares tendrán la misma entrada USB, del tipo C, la usada por los teléfonos con sistema Android y la más extendida en los dispositivos de Huawei. No solo la compañía de Cupertino tendrá que invertir ahora en introducir el nuevo cambio. Samsung y Xiaomi utilizaban entradas del tipo B en los modelos más antiguos y nuevos, móviles que ahora no podrá vender en Europa.
Así las cosas, los modelos que se vendan en la UE tendrán así las mismas medidas y características tras una mayoría aplastante en la Cámara, con apenas 13 votos en contra y ocho abstenciones, al sumar más de 602 votos.
El castigo para Apple será aún más severo a partir de 2024. Y es que, los ordenadores portátiles de la compañía dirigida por Tim Cook tendrá que adaptarse al modelo único para facilitar la misma entrada para poder cargarlo. La UE ha establecido una moratoria de 18 meses desde la aplicación de esta nueva normativa de obligado cumplimiento.
APPLE, LA PIEZA DE CAZA MAYOR DE BRUSELAS
Desde hace años, Bruselas trata de frenar al gigante tecnológico estadounidense por una presunta posición de dominio y poner trabas a los competidores. En mayo de este mismo año, Bruselas señaló directamente a Apple por abuso de posición dominante al limitar el acceso a la tecnología contactless -que permite pagos sin contacto- a la competencia. La investigación europea se inició en 2020. Asimismo, hace seis años, la Comisión Europea multó al gigante de Cupertino con 13.000 millones por presuntas ayudas de Estado de Irlanda.
Sin embargo, la sanción fue recurrida y el Tribunal General de la UE la anuló. Apple había aprovechado la débil legislación europea para declarar todos los ingresos en Europa en Irlanda, donde los tipos impositivos son irrisorios. Así, por ejemplo, en 2013, el tipo a pagar era de apenas el 1%, mientras que en 2014 fue del 0,005%. Todo ello por establecerse en el país, un acuerdo habitual con las autoridades de esta nación para atraer a las grandes empresas.
APPLE, BRUSELAS Y EL FISCO IRLANDÉS
Cabe señalar que Irlanda defendió a Apple ante la justicia europea y llegó a bloquear los 14.300 millones que abonó la compañía al fisco de aquel país hasta que hubiera una sentencia firma. La Administración devolvió el dinero a la firma de la manzana mordida y Bruselas se llevó un soberano revés.
Lejos de señalar con nombres propios, Bruselas ha argumentado que el principal objetivo es reducir la contaminación que producen este tipo de conexiones eléctricas, que llegan a generar unas 13.000 toneladas sólo en la Unión Europea. Según ha asegurado, los cargadores cada vez tienen una mayor capacidad y son más rápidos, pero al mismo tiempo más pesados y por tanto generan más residuos.
BRUSELAS BUSCA EL DESBLOQUEO TECNOLÓGICO
Asimismo, los consumidores ya no tendrán que pedir prestado en sus puestos de trabajo un cargador específico, o tendrán que buscar el propio a la hora de cambiar de marca o modelo. De esta forma, no habrá «un bloqueo tecnológico«, como ocurre ahora especialmente con los Apple. De hecho, Bruselas apunta a Apple de forma velada a la hora de criticar que el consumidor se vuelva «cautivo de un fabricante concreto», como ocurre con la compañía de Cupertino, cuando ha adquirido uno de sus dispositivos.
Apple, por su parte, se ha adelantado a la normativa ya que las empresas no podrán obligar a vender el terminal y el cargador de forma conjunta. Sólo en la UE se estima un ahorro para los consumidores de 250 millones de euros, pero el problema podría derivarse en un incremento de precios de los cargadores e incluso desperfectos en los terminales debido a los cargadores defectuosos que se venden habitualmente por Internet. La norma, no obstante, ha excluido a los dispositivos como relojes inteligentes, pero no así los ratones, teclados, los GPS o videoconsolas, que también se tendrán que adaptar a los puertos USB establecidos.