Uber Eats se juega un conflicto laboral por seguir los pasos de Glovo

Uber Eats se juega un nuevo conflicto laboral en el sector del reparto a domicilio por seguir los pasos de Glovo. La compañía amenazó con emular a la competencia y continuar con la contratación de falsos autónomos si la empresa de Óscar Pierre supuestamente proseguía incumpliendo la ‘ley rider’.

Los representantes de los trabajadores acusan a la empresa con sede en San Francisco de «contratar nuevamente repartidores falsos autónomos con la excusa de que Glovo continúa infringiendo la ley y haciendo competencia desleal». Así lo ha afirmado CC OO de Cataluña en un comunicado en el que carga contra la filial estadounidense de Uber.

UBER EATS SIGUE LA ESTELA DE GLOVO

En este caso, ha recordado los casos que afronta la empresa catalana comprada por Delivery Hero por el fraude a la Seguridad Social. «Ha recibido sentencias judiciales en contra y sanciones de millones de euros», ha sostenido el sindicato.

Uber Eats

En este sentido, ha denunciado la presunta «vulneración de derechos de trabajadores y trabajadoras que tienen que ser contratados como asalariados dentro del Régimen General de la Seguridad Social en condiciones dignas». Asimismo, también ha cargado contra las «condiciones en que se han contratado desde la entrada en vigor de la Ley Rider». Así, ha enumerado la contratación parcial y los horarios que impiden la conciliación, dos motivos que «condenan los trabajadores y las trabajadoras a la precariedad».

Para el sindicato, Uber Eats ha tratado de esquivar la nueva ley de los repartidores con la implementación de un nuevo modelo de autónomos. En este sentido, cree que esta forma de contratación va «en detrimento de los derechos conseguidos por la laboralización del sector, como son los contratos indefinidos, el derecho a las vacaciones retribuidas, la inclusión a la Ley de Riesgos Laborales, el derecho a la baja médica y baja por accidente laboral, el derecho a tener representación legal de los trabajadores y el derecho a la información de los algoritmos que impactan en las condiciones laborales».

LOS SINDICATOS EXIGEN ACTUACIÓN A LA INSPECCIÓN DE TRABAJO

Por todo ello, la sección catalana de Comisiones ha instado a la Inspección de Trabajo a actuar con «contundencia y celeridad» contra Glovo y Uber Eats por un supuesto incumplimiento de la normativa vigente. A juicio del sindicato, también es exigible a estas dos compañías líderes en el reparto a domicilio de la contratación con «condiciones dignas, que garanticen a este colectivo mejorar sus condiciones de vida«.

También ha exigido al Gobierno una «modificación de la Ley de Extranjería» que permita regularizar a los ‘riders’, puesto que una gran parte de este sector está conformado por trabajadores extranjeros que no tienen permiso de trabajo y se ven obligados a «aceptar condiciones de trabajo inhumanas y abusivas de empresas que se aprovechen de su vulnerabilidad».

Mientras siga así, mantendrán una estrecha relación laboral, independientemente de si su factura la abona un restaurante o la propietaria de la aplicación

Según Uber Eats, se hizo un «gran esfuerzo» para adaptar su modelo de negocio en un tiempo récord. «Para cumplir con la ley, optamos por la misma alternativa que la mayoría del sector del delivery español: trabajar con flotas de mensajería y logística, que han contratado a miles de repartidores en toda España«, indicaron fuentes de la compañía a Merca2 hace apenas un mes.

El sector sufrió una conmoción con la entrada en vigor de la ‘ley rider’. Deliveroo dijo adiós, mientras Gorillas buscaba un inversor para continuar la actividad en España. Sin embargo, las principales operadoras ya tenían consciencia de la realidad en España. Todo se dejó en manos de Glovo y Uber Eats, que mantuvieron una inversión constante en el país. Frenar la inversión en los dos últimos años era despedirse por completo de un negocio que da alegrías, si bien en el caso de Glovo su valor estaba sobredimensionado, tal y como se visualizó con la compra de Delivery Hero.

UN PULSO A LA MEDIDA ESTRELLA DE YOLANDA DÍAZ

De esta forma, la ‘ley rider’ no sólo ha dado un baño de realidad a las empresas con un equilibrio en su balance, sino que ha dado la oportunidad a las más punteras de expandir el negocio. Por un lado, la competencia de Glovo y Uber Eats, cuyas inversiones han proseguido una vez aprobada la actual legislación, y por otra la incapacidad de asumir los costes laborales extras obligados por la nueva ley. Así, el más fuerte reina en las calles. Y es que, este es un negocio para pocos actores, pese a la intención de numerosas empresas de participar en este pastel.

Mientras tanto, el Gobierno parece dar la espalda a las peticiones de los trabajadores. Y es que, las empresas de reparto continúan ofreciendo sus servicios con autónomos, bordeando la legalidad vigente, mientras los empleados continúan tratando de dar el servicio porque de ello dependen sus ingresos. Y es que, a pesar de la flexibilidad laboral dada por las plataformas, la realidad es que sus servicios dependen de la aplicación tecnológica. «Mientras siga así, mantendrán una estrecha relación laboral, independientemente de si su factura la abona un restaurante o la propietaria de la aplicación», han señalado fuentes sindicales a este medio. Es por este motivo que las aplicaciones han echado el pulso al Gobierno y por ahora no hay consecuencias.

Álvaro J. Medina
Álvaro J. Medina
Madrileño en Barcelona. Apasionado de la actualidad política, la Economía y empresas. He pasado por el grupo Intereconomía y Vozpópuli. Ahora, en MERCA2.es, INVERSIÓN.es y MONCLOA.com para seguir informando. "Si no lo puedes explicar, es que no lo sabes". Si tienes algo que contarme: alvaro.medina@merca2.es