La industria audiovisual da la espalda a Frank Cuesta tras su salida de DMax

Frank Cuesta no encuentra hueco en la industria audiovisual tras casi dos años sin cadena televisiva que acoja sus shows. DMax decidió no renovar el contrato del herpetólogo, que en 2014 aterrizaba en el canal promediando un gran 3,2% de share y se despedía en 2020 sin alcanzar siquiera la media de la cadena (al sumar un gris 1,3%). 

Las aventuras del leonés llegaron a a congregar a casi 2 millones de espectadores en cada capítulo en Cuatro, pero su aventura televisiva concluyó, al menos de forma temporal, con espacios emitidos en DMax ante menos de 300.000 seguidores.

RADICALIZACIÓN

El mediático herpetólogo se granjeó simpatías transversales en su irrupción televisiva allá por 2010 gracias a su desparpajo y al amor por los animales que profesaba. Pero la dudosa veracidad de algunos de sus reportajes y su radicalización ideológica le han despojado de muchos de sus seguidores.

Cuesta, que le dedica desafortunadas canciones a Isabel Díaz Ayuso y se reconoce como gran seguidor de Federico Jiménez Losantos, despistó a muchos de sus seguidores al defender en 2018 una práctica como la tauromaquia.

El presentador se ha orillado en los últimos tiempos a posiciones cercanas a la extrema derecha, llegando a realizar declaraciones de este tipo sobre los ciudadanos que se juegan la vida cruzando las fronteras: «Si estás en Canarias o en Algeciras estás hasta los putos cojones de tener miedo de los moros».

Lejos quedaba su posición de 2015, cuando mostraba su enfado porque la Casa Real española no había tenido ningún detalle con sus hijos, naturales de Tailandia y muy bajos de moral tras el encarcelamiento de su madre por tráfico de drogas. 

«Me queda el rencor de por qué hay gente tan mala en el mundo, el rencor de que el jefe de Estado de mi país no ha tenido ni medio minuto para decirle a uno de sus decenas de secretarios que mandase tres líneas de aliento a tres niños españoles, que viven escondidos por miedo, que viven humillados por una injusticia y que se sienten desamparados. ¿Que es una tontería lo que termino de decir? No. Viva España y viva el Rey… pero después de un año y de haber recibido más de un millón de mensajes en Casa Real… aquí se han retratado, pero bueno, como dice el sobrino de nuestro Rey… ¡quítate chino de mierda!», lamentó Cuesta.

TOCADO Y HUNDIDO

El Confidencial remató la alicaída reputación de Frank Cuesta a inicios de 2019. El citado medio insinuaba en un reportaje que el herpetólogo no está siendo perseguido en Tailandia y que muchos de los vídeos emitidos en su programa son un burdo montaje.

Cuesta se defendió en El Mundo: «No hay ningún montaje. Lo que has visto es lo que hay y lo volverás a ver. ¿Sabes por qué? Porque yo vivo las cosas, no las hablo. Y voy a seguir igual. Lo que pasa es que cuando tú dices lo que piensas y no le debes nada a nadie a nivel político ni de subvenciones ni de fundaciones, te tienen que atacar. Y a mí me da igual, porque no me va a costar mi dinero ni mi posición. Esa es mi libertad».

EL FINAL

Cuesta, quizás harto del creciente desinterés de Discovery por su mercancía televisiva, anunciaba en 2020 que dejaba la televisión: «Hemos grabado muchas cosas que todavía no se han enseñado, el tema de la pandemia nos ha afectado también y aunque hemos grabado cosas… yo a nivel personal no me veo haciendo más temporadas».

«Esa etapa televisiva ya está hecha. Yo creo que hemos hecho cosas brutales que serán irrepetibles. Pero lo que hemos hecho es alucinante. Hemos hecho cosas que jamás se van a volver a grabar de esta manera. El que tiene valor es el cámara, no yo. Va a ser muy difícil que eso se repita jamás», añade.

Otro de los motivos de su adiós, asegura, era la inminente salida de la cárcel de la madre de sus hijos, de la que finalmente se divorciaría: «Ya voy despacito haciendo las cosas… aunque todavía tengo fuerza para hacer cosas, pero Yuyee va a salir pronto de la cárcel y quiero hacer viajes yo solo y grabarlas yo solo».

Frank Cuesta se ratificó en su postura en una entrevista en Telemadrid: «Hay que saber parar. No me veo haciendo más temporadas. Creo que hemos hecho cosas brutales que ya no vamos a hacer en la televisión. Hay que dar paso a gente nueva y más joven».