El dividendo de CaixaBank puede llegar a los 30 céntimos por acción a pesar del nuevo impuesto

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CaixaBank está siendo el mejor banco del Ibex 35 en lo que va de 2022. Sus títulos avanzan en torno a un 25% desde enero y la situación financiera de la compañía que dirige Gonzalo Cortázar hace que sea una de las entidades con mejor perspectiva de retribución a sus accionistas. En este sentido, los expertos consideran que el reparto de dividendos seguirá la senda de crecimiento marcada por la empresa y podría llegar a los 30 céntimos por acción en 2023, a pesar del impacto que pueda tener el nuevo impuesto a la banca impulsado desde el Gobierno.

El entorno macroeconómico está pasando factura a los mercados, pero el sector bancario es uno de los que más beneficiados puede salir de esta situación. Las subidas de tipos de los bancos centrales, tanto de la Fed como del BCE, para tratar de frenar la inflación ha afectado de manera positiva a muchos de los grandes bancos en el mercado, siendo CaixaBank uno de ellos. Asimismo, los últimos resultados cosechados por la compañía la colocan en una posición lo suficientemente holgada para seguir aumentando el reparto de beneficios a sus accionistas.

La compañía ya avisó en la presentación de resultados que una de sus medidas principales recogidas en el plan estratégico para los próximos tres años sería ofrecer mayor liquidez a sus accionistas con un ambicioso reparto de dividendos en efectivo que superase el 50% de los beneficios. Todo ello teniendo en cuenta las estimaciones de ingresos que realizaron en base a un escenario prolongado en el tiempo de tipos de interés elevados. Los expertos consideran que el aumento de la retribución para el año que viene se hará por la parte alta de las previsiones.

EL DIVIDENDO DE CAIXABANK PODRÍA LLEGAR A LOS 30 CÉNTIMOS POR ACCIÓN

«Los dividendos de CaixaBank podrían acercarse a los 30 céntimos por acción en 2023, ya que esperamos que la dirección apunte al extremo superior de su objetivo de payout del 50-60% a medida que los beneficios se expanden debido a la subida de los tipos de interés«, aseguran los analistas de Bloomberg Intelligence. Una situación que también dará margen para las recompras de acciones de la propia compañía a ojos de los expertos.

Asimismo, el BPA (beneficio por acción) para 2022 que recoge el consenso de mercado ha aumentado casi un 30% este año, impulsado especialmente por las insolvencias inferiores a las previstas y por las sinergias de costes derivadas de la integración de Bankia. Es por ello que desde la firma de análisis norteamericana creen que, si bien los elementos impulsores de las cuentas de la compañía pueden ser más escasos el ejercicio que viene, CaixaBank tiene la solidez suficiente para conservar el impulso en las ganancias.

«Aunque esperamos que estos catalizadores disminuyan en 2023, un mayor margen de intereses podría ayudar a mantener el impulso del crecimiento de los beneficios, aunque en menor medida que este año», señalan. Además, consideran que, alrededor del 20% de las sinergias de costes restantes podrían contabilizarse en 2023 y el colchón de provisiones de 1.300 millones, que acumula el banco y que todavía no ha utilizado, podría frenar el ritmo de aumento del coste de los riesgos.

SE ESPERA QUE LA CET1 SE MANTENGA PLANA EN 2023

En cuanto al ratio de solvencia (CET1), CaixaBank cuenta con un colchón superior al requerido del 3,9%, según los datos registrados hasta julio. Aunque está por debajo de la medida de los grandes bancos europeos, «la sólida generación de capital, que mejorará con una perspectiva positiva del margen de intereses, y un reparto de dividendos estimado en el 60%, hacen que el retorno del capital sea un rasgo más prometedor de CaixaBank».

Los analistas consideran que las perspectivas de capital orgánico del banco catalán en 2023-2024 se vean mermadas en parte por el impuesto extraordinario que pretende impulsar el Gobierno de España para los negocios nacionales de los bancos. Un impacto que será mayor en CaixBank, Sabadell y Bankinter, mientras que Santander y BBVA saldrán mejor parados del nuevo gravamen a la banca.

Aún así, se espera que la entidad mantenga el ratio de solvencia cerca del extremo superior de su rango objetivo del 11-12% para los próximos dos años. «El equipo directivo espera un impacto regulatorio casi nulo sobre el CET1 en el segundo semestre y un efecto negativo de menos de 25 puntos básicos en 2023. El consenso prevé que la ratio CET de CaixaBank se mantenga casi plana a lo largo de 2023, en el 12,2%, similar al 12,1-12,3% de Santander y menor que el 12% medio o alto de Sabadell y BBVA», añaden los analistas.