sábado, 14 diciembre 2024

Los taxistas piratas se adueñan del aeropuerto de El Prat

Un letrero llamativo, un folio o al abordaje directo de los pasajeros que cruzan la puerta de salida de la terminal internacional del aeropuerto de El Prat. Así actúan los taxistas piratas, que escogen primero los vuelos para poder comunicarse en el mismo idioma con sus víctimas. La mafia rusa es la más activa en la terminal, pero también hay quien habla en un inglés nativo y en árabe. Todo vale, incluso la violencia, para captar a los incautos, que saben que esperarán una larga cola en la parada de los taxis regularizados.

El taxista casi siempre sale detenido cuando se enfrenta a los piratas

En grupos pequeños, de no más de cuatro, se acercan a esta infraestructura para tratar de hacer un negocio ilegal y cuyas sanciones están estipuladas en más de 4.000 euros. Las otras víctimas en esta actividad ilícita son los propios taxistas, que también sufren el acoso y derribo de los miembros de estas pequeñas células muy bien organizadas. Las imágenes de algunos de los piratas se han difundido por redes sociales y grupos de taxistas, ante la supuesta pasividad de los Mossos que custodian y velan por la seguridad en el recinto.

Son pocos los taxistas que se atreven a hablar abiertamente sobre los motivos por los cuales permiten la entrada a estas mafias. «Si nosotros les conocemos, los Mossos deberían saber también quienes son. Por qué les dejan hacerlo», reflexionan quienes hablan. Otros indican que cualquier altercado «acaba mal» para quienes sí realizan la labor correctamente cuando se enfrentan a estas mafias. «El taxista casi siempre sale detenido», han sostenido.

LOS TAXISTAS PIDEN MAYOR ACCIÓN A LOS MOSSOS

El problema con los taxistas piratas no es de ahora, sino que se ha enquistado hasta el punto de no poder hacer absolutamente nada para retirarles de allí. «No hay advertencias de los Mossos, pese al acoso y derribo a los pasajeros«, han indicado fuentes del sector que partían del aeropuerto en ese momento. Durante la última semana se han producido agresiones en el mismo hall de espera por parte de éstos a taxitas, la última de ellas fue este pasado domingo.

El sindicato Élite Taxi ha denunciado la aparición de estos «grupos organizados» durante este verano, pero la realidad, indican, es que operan desde hace muchos años. «A alguien le debe interesar que estén ahí», han indicado las fuentes consultadas por MERCA2.

«Están enquistados y no hay forma de que los Mossos d’Esquadra intervengan», han indicado fuentes de Élite Taxi. Así, los taxistas pirata han llegado a denunciar a los propietarios y asalariados con licencia municipal, según han explicado. «Ya no sabemos que hacer«, han lamentado.

El taxi de Barcelona, que ha llegado a conseguir hacer realidad el decreto contra las VTCs y expulsar prácticamente a las plataformas de la Ciudad Condal, se enfrenta ahora a un viejo, pero peligroso enemigo.

MAFIAS CADA VEZ MÁS ORGANIZADAS OPERAN EN EL PRAT

Los miembros de estas «mafias» organizadas muestran su agresividad sin pudor alguno, sin importar la cercanía de las fuerzas del orden. Por esta razón, no entienden el por qué de la pasividad ante éstos. Unas fuentes indican que es dejadez, mientras otras creen que llegan a ser incluso informantes de la propia policía autonómica para detectar carteristas en las inmediaciones. Teorías de la conspiración que circulan por la propia inacción de los agentes.

El taxi de Barcelona se moviliza por las aplicaciones como Bolt
El taxi de Barcelona en el aeropuerto de El Prat

En la ley de movilidad se estipulan fuertes sanciones por el hecho de ofertar el servicio de taxi sin la preceptiva licencia. La denuncia acarrea unos 4.000 euros de multa al conductor. Ni Transportes, el organismo dependiente de la Generalitat de Cataluña, ni los Mossos «lo han querido aplicar«, han sostenido las mismas fuentes. Y es que, los miembros de estas mafias ni tienen propiedades ni tampoco vehículos a su nombre. Al respecto, una vez inmovilizado el vehículo, vuelven a los pocos días o pocas horas con otro de segunda de mano. Desde Élite Taxi destacan la organización de estas mafias, más cuando los Mossos d’Esquadra investigan las denuncias de estos taxistas piratas contra los autónomos del sector. «Cuando en un altercado, el denunciado es el taxista y no el pirata, da qué pensar«, han sostenido.

Las estampa en el hall de salida de El Prat es la misma desde hace semanas. Pasividad total de la administración, mientras los piratas hacen literalmente su agosto, pese a la práctica ausencia de turistas rusos. Todo el sector espera una contundente respuesta de Aena y de los Mossos contra ellos, mientras las agresiones van en aumento.

EL PROBLEMA DE PILLAR ‘IN FRAGANTI’ A LOS TAXISTAS PIRATA

De hecho, los vehículos de estos piratas están correctamente aparcados en el interior del aeropuerto. Estudian la llegada de los vuelos para evitar tener que pagar el parking, no llevan tarifas fijas sino que negocian con cada uno de los clientes ni tampoco ofrecen un seguro al pasajero, pese a ser obligatorio para todos los conductores. Todo ello, con una impunidad total, excepto cuando se enfrentan a los taxistas.

Fuentes de la policía autonómica catalana consideran que es complicado demostrar que realmente son taxistas piratas porque se presentan como un amigo que acude a recoger a otro. El intercambio de dinero se produce durante la carrera o al finalizar la misma, ya que no hay cambios en la terminal. Si bien, apuntan que algunos son viejos conocidos, pero como indican los taxistas, «se declaran insolventes al no poseer ningún tipo de propiedad«.

Una de las soluciones propuestas por los taxistas es agilizar el transporte de pasajero. Sin embargo, esta actividad ilegal irá a más debido a la falta de vehículos de VTCs, un problema que se agravará a partir de la entrada en vigor del nuevo decreto catalán. Por el momento, las colas en El Prat conviven con estos taxistas piratas. Otra de las propuestas para poner fin a estas mafias es una mayor información en los vuelos y en los países de origen para evitarlo, aunque iría en detrimento de la imagen de una Ciudad Condal en decadencia.


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