Los inspectores de Hacienda cobran por denunciar y sin consecuencias

Los inspectores fiscales de Hacienda cobran un plus por denunciar supuestos delitos fiscales. Los abogados fiscalistas consultados por este medio ponen en cuestión el significativo aumento de los casos en los que los inspectores fiscales acusan de simulación y otros delitos a los investigados. Todo ello, sin importar si la sentencia firme final es condenatoria o absolutoria, como se han dado en numerosos casos mediáticos, como el de Xabi Alonso -absuelto hasta en cinco ocasiones- o el del dueño del reconocido restaurante mallorquín Nimo’s.

Hacienda exige conocer todos los ingresos y sus orígenes, pero evita desvelar cuánto, cómo y por qué cobran este complemento los propios funcionarios

Sin embargo, a los inspectores poco les importan las sentencias. Se embolsan un plus absolutamente desconocido para la ciudadanía, pese a ser funcionarios. Y es que, mientras Hacienda exige un desnudo integral de ingresos a los contribuyentes, el ente público se niega a hacer públicos estas retribuciones. Sin embargo, la Asociación Española de Asesores Fiscales ha vencido en los tribunales contra este secretismo y se falla a favor de que la Agencia Tributaria desvele el concepto de productividad del régimen retributivo de estos funcionarios pertenecientes al Cuerpo Superior de Hacienda del Estado y Técnico de Hacienda.

Se da la paradoja de que no hay sanción ni reducción, sino que mantienen ese plus, al parecer

El fallo judicial, del Juzgado Central de lo Contencioso Administrativo 4, da la razón a los asesores fiscales ante el silencio de la propia Agencia Tributaria para evitar mostrar los sueldos reales y conceptos de las nóminas de estos funcionarios. La sentencia no es firme y se puede recurrir, pero «se haría un flaco a la transparencia», según han señalado varios letrados especializados en tributación y asesoría fiscal. Y es que, según la propia asociación de asesores fiscales, se verá la luz a un sistema que se ha tratado de ocultar a los ciudadanos.

HACIENDA OCULTA EL CONCEPTO DE PRODUCTIVIDAD DE SUS INSPECTORES

Algunos de estos funcionarios llegaban incluso a negar la mayor, que no existía, mientras que otros indicaban que era parte del sueldo y que se repartía en función de la productividad, pero que su cálculo era muy complicado.

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El Gobierno aprobó el nuevo complemento de productividad en función de un «especial rendimiento, actividad y dedicación extraordinarias«, así como el interés o iniciativa que se desempeñen en el puesto de trabajo. En función de los Presupuestos de cada uno de los distintos departamentos se fijaba la cuantía parcial asignada a sus distintos ámbitos orgánicos, territoriales, funcionales e incluso por el tipo de puesto. De esta forma, para valorar la productividad se debían tener en cuenta circunstancias objetivas, el desempeño y el grado de participación en la consecución de resultados u objetivos asignados. Eso sí, en ningún caso este complemento no da lugar a derechos individuales futuros. En los Presupuestos de 2022, el Ejecutivo ha incluido de nuevo este complemento.

De esta forma, los inspectores fiscales reciben este sobresueldo, pero sin que se desvele ni la cuantía exacta ni tampoco la fórmula. Tampoco su funcionamiento. ¿Por qué la Agencia Tributaria tiene tanto interés en mantener este secreto? La falta de transparencia del organismo muestra así un mensaje perverso a la ciudadanía. El mismo ente que exige conocer todos los ingresos y sus orígenes evita desvelar cuánto, cómo y por qué cobran este complemento los propios funcionarios, cuyos salarios abonan los contribuyentes particulares y empresas.

EL FILÓN DE LOS INSPECTORES SIN CONSECUENCIAS EN LOS SALARIOS

Así, supuestamente, los inspectores de Hacienda habrían encontrado un filón para aumentar sus ingresos anuales. Una investigación a un futbolista por el presunto desfalco fiscal da notoriedad. No obstante, cuando los tribunales fallan a favor del demandado, que no sólo se juega parte de su patrimonio, como el riesgo de ingresar en prisión dependiendo de la cuantía, sino también su prestigio, imagen y honor, los inspectores fiscales no tienen consecuencia alguna. El caso de Xabi Alonso, que colecciona cinco absoluciones y afronta nuevas acusaciones, es sangrante. Y es que, el futbolista ha afrontado sus propias costas -en pocas sentencias la Administración resulta condenada-.

Y es que, los Inspectores de Hacienda no tienen nada que perder. «Se da la paradoja de que no hay sanción ni reducción, sino que mantienen ese plus, al parecer», según ha indicado Jaime Campaner, prestigioso abogado penalista y experto fiscalista, en declaraciones a MERCA2. «Se premia una arbitrariedad de la administración», ha sostenido.

«Hay un problema estructural y de concepto por delito fiscal«, ha indicado Campaner. En este sentido, cree que hay una «anomalía» porque el inspector de Hacienda inicia la investigación, sostiene la existencia de un delito y actúa en el procedimiento legal como perito. «Es una parte necesariamente interesada en el fin del pleito, que además tiene incentivos, actuando en apariencia como un auxiliar del juez en materias sobre las que él mismo no tiene conocimientos o destrezas sobre el ámbito tributario», ha comentado.

LOS INSPECTORES, JUECES Y PARTE DE LA ACUSACIÓN

Campaner ha explicado que no se trata de una crítica a los jueces, sino la constatación de que tienden a confiar en las declaraciones y dictámenes de los inspectores de Hacienda, en la medida de que son personas con formación y especialistas en el terreno. De ahí, también que los inspectores de Hacienda gocen de una «presunción de veracidad» en los tribunales, tal y como denuncian otros asesores fiscales. Así, los «jueces realizan actos de fe sin reparar en el que el experto es parte interesada en el resultado de la contienda».

Al respecto, insta a la implicación en estos procesos de «peritos imparciales«, aunque evita generalizar sobre la parcialidad y sesgo de los inspectores, «pero se da en la práctica». «En muchos asuntos hay un empecinamiento del inspector correspondiente y así lo demuestra la jurisprudencia», ha dicho. Cabe recordar que, en algunos casos, se llega a apartar al inspector de Hacienda del caso. Todo ello deriva así en una «alta» tasa de éxito de la Agencia Tributaria en los tribunales.

De esta forma, el auxiliar del juez es en realidad «parte», cuando debería ser un sujeto completamente imparcial y ajeno a la contienda. En este sentido, cree que es un «problema mal resuelto» por la jurisprudencia, ya que los jueces entienden que el trabajo de los inspectores durante el caso y juicio no afecta a un procedimiento con todas las garantías.

HACIENDA NO SIEMPRE GANA EN LOS TRIBUNALES

No obstante, el inspector fiscal es «juez y parte«. Además, la Abogacía del Estado actúa como acusación particular en nombre de la Agencia Tributaria, organismo al que pertenece el perito. De esta forma, no es sólo un ayudante del juez, sino también «parte procesal». Por ello, ha abogado por cambiar la jurisprudencia y cree que el Tribunal Constitucional se pronunciará al respecto «tarde o temprano«.

Además de futbolistas y artistas, los inspectores de Hacienda también dirigen sus acusaciones hacia restaurantes. Uno de ellos es el Nimo’s, de Palma de Mallorca. Los inspectores acusaron de hasta tres delitos fiscales y por el que pedían a Vicente Guerra seis años de cárcel más la correspondiente sanción.

El dueño de la popular arrocería se enfrentaba al pago de medio millón de euros. Para la jueza no hubo delito contra la Hacienda Pública al no haber alcanzado el mínimo exigido por ley para entrar en prisión, y tampoco tuvo que hacer frente al pago de tres millones que exigía la Agencia Tributaria. Todo ello, porque Hacienda calculó que las ventas reales del negocio eran hasta un 142% superiores a las declaradas. Unos cálculos basados únicamente en estimaciones. ¿Pruebas? Ninguna. ¿Sanciones para el inspector? Nulas.