Suiza es uno de los mercados europeos más importantes del vino para España. Nuestro país se sitúa como el tercer mayor exportador en volumen y facturación, por detrás y lejos aún de las todopoderosas Francia e Italia, pero al alza en cuanto a los espumosos se refiere, especialmente en una durísima competencia con el champagne galo.
Todo ello, mientras el país helvético ha reducido sus importaciones de vino en un 5,2% en volumen y tan sólo en un 1,7% en facturación durante los primeros seis meses del año respecto al mismo periodo del pasado 2021, según los datos recogidos por las autoridades aduaneras y analizados por el Observatorio Español del Mercado del Vino. De esta forma, los suizos consumen un total de 91,6 millones de litros por el que han pagado 675 millones de euros.
El mercado del vino en Suiza está copado por los caldos italianos, pero sólo en volumen. Francia domina con sus vinos a precios inalcanzables
Y es que, a medida que se ha reducido el volumen, la facturación no ha descendido debido al incremento de precios de los caldos. Y es que, los helvéticos han pagado un 3,7% más de media, hasta los 7,37 euros por litro. De esta forma, con este incremento en los precios se ha producido un empeoramiento de la tendencia. Así las cosas, ni el vino se salva de la lucha de hogares y empresas contra la inflación. Asimismo, cabe recordar que las cifras de 2021 fueron especialmente buenos en cuanto a las ventas de vino a Suiza, cuando se incrementó el volumen de importación en un 3,8% y se incrementó la facturación un 16%. El país está considerado como uno de los mercados con gran valor añadido, al tener la renta per cápita más elevada del Viejo Continente.
EL ESPUMOSO ESPAÑOL GANA TERRENO, PERO TIENE AÚN MARGEN
El vino espumoso vuelve a registrar el mejor crecimiento en un mercado dominado por el vino tranquilo envasado en estos primeros seis meses del año, como ya lo hiciera en el mismo periodo del mismo del año anterior. Así, la actividad exportadora de los productores españoles a Suiza cobra una mayor relevancia en este 2022, aunque mantiene la tendencia de vender los productos a bajos precios para tratar de ganar cuota de mercado.
Esta estrategia se pretende cambiar en la Denominación de Origen Cava, aunque no todos los grandes productores están por la labor, bajo el lema de inundar el mercado a costa de la facturación, y por tanto un menor precio al viticultor. Por esta razón, varias bodegas salieron de la entidad, al entender que debía pagarse un precio más elevado por kilo de uva, siguiendo el modelo italiano, que pese a ser más caro tiene la mayor cuota del mercado.
El mercado del vino en Suiza está copado por los caldos italianos, pero sólo en volumen. Y es que, Francia domina con sus vinos a precios inalcanzables para el resto de productores. Entre los tres países suman más del 80% de las importaciones del país, con el 85% de la facturación. Conseguir ganar cuota en este mercado maduro, donde los volúmenes apenas suben, es muy complicado. Sin embargo, los suizos están dejando un mayor hueco al producto español, cuya cuota se sitúa en máximos de los últimos veinte años, hasta el 11,7%, casi un punto más respecto al año 2000.
FRANCIA PIERDE CUOTA DE MERCADO, MIENTRAS ESPAÑA LA GANA
En ese mismo tiempo, las marcas y bodegas italianas han realizado una labor de marketing excepcional, al disparar su cuota del 22,9% al 35,3%, un incremento del 54%; mientras los franceses han preferido perder cuota, del 47,3% al 38%, para centrarse en el precio.
Según los datos, Francia e Italia han perdido cuota durante estos primeros seis meses, en un 11,8% y un 4,3%, respectivamente, en cuanto al volumen se refiere al exportar 21 y 38,1 millones de litros, respectivamente. España crece al 8,6%, hasta alcanzar los 15,2 millones de litros. Sin embargo, pese a la pérdida de volumen, la estrategia francesa y trasalpina de incrementar precios mantiene la facturación en niveles estables. En este sentido, Francia incrementó la facturación en Suiza en un 1,2%, con la mitad de volumen que Italia, que la redujo en un 2%.
España sigue lejos de los dos primeros, con una caída del 0,7%, hasta los 75,6 millones de euros, tras reducir los precios en un 8,6%, hasta una media de 4,97 euros por litro. Por el vino francés, los suizos pagan un 15% más, hasta los 12,81 euros por litro, mientras Italia los incrementa en un 2,5%, hasta los 6,17 euros por litro.
Asimismo, el vino español abre brecha con las importaciones de Portugal, al perder un 19% en volumen y un 16% en facturación, hasta los 6,2 millones de litros y los 20 millones de euros. El principal motivo fue la mala evolución en junio, cuando la inflación en el país helvético alcanzaba el 3,4% frente al 9,1% de los lusos. Alemania completa los cinco primeros puestos, con caída mayor en valor que en volumen. Además, los tres proveedores americanos -Estados Unidos, Argentina y Chile- registraron un muy mal trimestre, mientras Sudáfrica gana enteros tras competir con precios muy bajos.
EL VINO ESPAÑOL PROSIGUE CON LOS BAJOS PRECIOS
Las importaciones de vino espumoso dispararon la facturación en un 12% debido principalmente a la demanda, que incrementó el volumen en un 8,7% en la primera mitad del año, hasta los 107 millones de euros y 10,3 millones de litros, respectivamente. En este sentido, el peso de este tipo de vino alcanzó el 11,2% del volumen y el 16% de la facturación. Eso sí, el precio aumentó en un 3%, hasta los 11,2 euros por litro. Italia domina la lista, con una cuota del 61,5% del volumen total, hasta los 6,4 millones de litros. Francia y su champagne se sitúan lejos, con 2,3 millones de litros, pero en valor se dispara hasta los 62,5 millones de euros, casi el doble que Italia, con 37,2 millones.
Y es precisamente el valor del champagne el que marca la diferencia, con un precio medio de 27,79 euros por litro, un 4,3% más elevado. Italia, en espumosos, compite a un precio de 5,87 euros por litro, casi el doble que el vino español, cuya venta se realiza a un precio medio de 3,3 euros. Por esta razón, el vino nacional ha disparado su volumen de exportación a Suiza, con un incremento del 35,7%, pero una menor facturación, un 3,2% inferior.
EL VINO ESPAÑOL, CON MARGEN DE MEJORA EN SUIZA
Así, España genera 4,2 millones de euros en este mercado tras vender 1,2 millones de litros. De esta forma, España aún tiene margen de mejora en este mercado tan maduro
El rey de los vinos en Suiza, el tranquilo envasado, ha registrado una fuerte caída de casi el 12%, hasta los 49,6 millones de litros. Sin embargo, la facturación tan sólo ha disminuido en un 4% tras dispararse el precio en un 8,7%, hasta los 10,25 euros por litro. Este clase representa el 53,7% del volumen total y el 75,6% de la facturación, una pérdida de cuota al ofrecerse a un precio similar que el espumoso. En cuanto al granel, fue el único que bajo el precio, hasta los 1,52 euros por litro, una caída del 6,8%. Por esta razón, incrementó la cuota en volumen, hasta alcanzar el 30,6% del total.
Por otro lado, España aguantó el tipo en cuanto al volumen del vino envasado al registrar una caída del 9,3%, hasta los ocho millones de litros. Italia y Francia registraron desplomes del 8,8% y del 10,5%, respectivamente, hasta los 20,4 y 10 millones de litros.
EL VINO DE ESPAÑA AGUANTA EL TIPO EN ENVASADO
En cuanto a la facturación, España registró una pérdida inferior a la media, del 2,5%, frente al desplome del 4,8% de Italia, mientras Francia incrementó en un 0,2%. Los tres países aumentaron el precio de esta clase de vino, en un 12% en el caso de Francia, del 4,2% en el de Italia y del 7,5% en el de España.
Por otro lado, Portugal repite como primer proveedor de bag-in-box en volumen de forma clara, aunque marcó en gran medida el descenso global al caer un 19,7% hasta los 1,25 millones de litros. España le sigue, con 781.000 litros y una fuerte caída del 9%, por delante de Italia y Francia, con unos 700.000.
Sin embargo, Francia lideró el valor de las compras de forma muy clara pese a caer un 11% hasta los 5,8 millones de euros, al registrar un precio muy superior al de sus principales competidores. España, además, superó al incrementar la facturación en un 14%, hasta los 1,8 millones de euros, aprovechando el hundimiento del 22% de Portugal. Y todo, con un incremento del precio español del 25,3%, el ritmo más elevado.
