miércoles, 11 diciembre 2024

Recesión en EEUU en 2023, bloqueo al pacto salarial en España y el BCE pide bajar el IVA

Comienza la Semana Santa con la mirada puesta en EE UU, donde ya todos los analistas e inversores dan por hecho que la economía de la todavía primera potencia del mundo –con permiso de China– se encamina a una recesión. Las actas de la última reunión de la Reserva Federal y las declaraciones tanto de Lael Brainard, como de James Bullard, ponen de manifiesto que el banco central subirá los tipos de interés a mayor velocidad de lo inicialmente previsto, provocando una recesión tras años de barra libre monetaria.

LA FED PINCHARÁ LA BURBUJA

Aunque más importante que los incrementos de las tasas de referencia es la reducción de balance de la FED, que podría comenzar incluso tras la próxima reunión del consejo de gobierno de la institución en mayo. La idea inicial es poner en el mercado activos (deuda) por valor de 95.000 millones dólares mensuales, para ir rebajando paulatinamente los cerca de 9 billones de dólares que tiene la institución.

ESTIMACIONES DEL RECORTE

Este rimo supone una velocidad de reducción de balance en 1,1 billones anuales y supera las estimaciones de algunas casas de análisis que estimaban en menos de la mitad el recorte de la cartera de valores de la Reserva Federal para este año. El ritmo de ventas previsto es el más elevado (sobre todo por su velocidad) de todos los procesos similares llevados a cabo por el banco central en el pasado.

El plan inicial de Jerome Powell era esperar al verano para comenzar este proceso de desinversiones, pero la espada de Damocles de la inflación pende sobre la cabeza del máximo responsable del banco central. El problema es que buena parte del crecimiento de precios es responsable del shock energético (causado por políticas públicas) y en el mercado hay serias dudas de la eficacia de estos movimientos de política monetaria para atajar la escalada de precios, cuya tasa se acerca peligrosamente al doble dígito. Lo que sí parece claro es que el objetivo es pinchar la burbuja bursátil.

DEUTSCHE BANK PONE FECHA A LA RECESIÓN

El banco alemán Deutsche Bank ha sido el primero en poner fecha a la recesión estadounidense, al estimar que comenzará en 2023, que tendrá una duración de dos años y un impacto limitado. Otra cosa es el efecto que tenga en el resto del mundo, que cada vez que EEUU se resfría acaba provocando pulmonías en el resto del planeta.

Deutsche Bank ha sido el primero en poner fecha a la recesión estadounidense: 2023

Y en España la inflación también es protagonista, ya que el supuesto pacto de rentas entre sindicatos y patronal –auspiciado por el Gobierno– corre el riesgo de romperse antes incluso de haberse firmado. La decisión de CCOO y UGT de asumir un incremento salarial limitado este año para recuperar parte del poder adquisitivo en los próximos años choca con la negativa de CEOE, que sabe que la inflación no es algo pasajero y que se mantendrá en niveles elevados durante mucho tiempo. 

EL FIN DE LA «PAZ SOCIAL» ANTES DE LAS ELECCIONES

Otro frente, por lo tanto, que se abre en la gestión económica del Ejecutivo, que teme que la denominada «paz social» que ha caracterizado la Legislatura de lugar a un periodo en el que los sindicatos se olviden de las cuantiosas subvenciones recibidas en los últimos años y le planten cara. Esa es una de las bazas que podría usar Podemos (y más concretamente Yolanda Díaz) para bajarse del carro en el último momento y presentarse en las próximas elecciones como una alternativa. 

El conflicto de Correos puede ser una piedra de toque para ver hasta qué punto le preocupa todo esto a Pedro Sánchez, que baraja incluso entregar la cabeza de su fiel Juan Manuel Serrano para evitar la huelga en el grupo postal, tal como ha avanzado en exclusiva MERCA2 en su edición de este lunes. 

FLORENTINO CONTRA LA FAMILIA BENETTON

Aunque en el Ibex se habla poco de sindicatos y más de la OPA que prepara ACS para hacerse con el control de Atlantia, una operación que la familia Benetton considera hostil y para la cual está diseñando un contraataque junto a la gestora de capital riesgo Blackstone.

Una vez más se trata de una pelea entre fondos de inversión, porque detrás de Florentino Pérez están GIP y Brookfield, a los que no parece importarles que ACS y Atlantia sean socias en Abertis, que nutre con jugosos dividendos a sus propietarios a pesar del desplome del tráfico de las autopistas, principal fuente de ingresos de la empresa española.

detrás de Florentino están LOS FONDOS GIP y Brookfield, A LOS QUE NO LESIMPORTE QUE Atlantia sean socias en Abertis

Y es que los dividendos son protagonistas en este mes de abril, en el que muchas compañías intentan evitar la fuga de accionistas sacando la chequera aunque lo más prudente en estos tiempos de incertidumbre sea hacer como la hormiga de la fábula. El caso de los bancos es uno de los más paradigmáticos, porque en un contexto de incremento de morosidad lo ideal sería provisionar más y repartir menos, por mucho que nos digan que tienen «las arcas llenas para pagar dividendos». 

LA MOROSIDAD DE LA BANCA

Es cierto que el contexto alcista de tipos de interés beneficia a las entidades financieras porque recuperarán parte de lo perdido en sus márgenes de intermediación, pero la morosidad no para de crecer, aunque permanezca oculta bajo la alfombra de los créditos ICO y el maquillaje de las cifras de desempleo.

Ya el pasado octubre, antes de que la intervención militar rusa en Ucrania y las posteriores sanciones económicas pusieran al mundo a a las puertas de la recesión, los analistas apuntaban a una morosidad del 7% en 2023. Otro elefante en la habitación que nadie parece ver (al menos públicamente) y que estallará en los próximos meses porque, aunque no nos lo digan, la banca ha cerrado el grifo del crédito usando la manoseada excusa de la guerra en el Este de Europa.

EL TURISMO COMO SALVAVIDAS A CORTO PLAZO

No obstante, en el corto plazo las buenas previsiones del sector turístico de cara a la campaña de Semana Santa pueden dar algo de aire a una economía que vuelve poco a poco a mostrar lo que ya apuntaba antes de la pandemia: que se enfrenta al fin del ciclo económico expansivo. Las últimas previsiones del Banco de España rebajan considerablemente el repunte del PIB y lo alejan de las estimaciones del Gobierno, que sorprendentemente se niega a revisar un cuadro macroeconómico que lleva meses siendo papel mojado. 

En el Banco Central Europeo (BCE) son conscientes de que el riesgo de estanflación es evidente y ha realizado una petición que muestra hasta qué punto la preocupación sobre el futuro económico del Viejo Continente es un tema recurrente en los pasillos de la sede de la institución. Fabio Panetta, miembro del Comité Ejecutivo de la institución, ha reclamado a los gobiernos que bajen el IVA de los productos energéticos y que pongan en marcha transferencias a los hogares para evitar el desplome de la demanda. 

En el Bce son conscientes de que el riesgo de estanflación es evidente

Algunos han interpretado estas palabras del directivo italiano como un cambio de rumbo en la retirada de los mal llamados estímulos monetarios, pero lo cierto es que la institución que preside Christine Lagarde deberá adoptar medidas restrictivas tarde o temprano para garantizar la viabilidad del euro, una divisa que está perdiendo valor respecto al dólar desde hace meses, tendencia que se ha agudizado desde que comenzó abril.


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