‘En boca de todos’ ha arrancado en escasas bocas al estrenarse este pasado lunes con un gris 2,4% de share. La nueva tertulia de los mediodías de Cuatro que conduce Diego Losada se ha estrenado en sintonía con otros fracasos de la casa (‘A simple vista’, ‘Mujeres y hombres y viceversa’, ‘El Bribón’, ‘First Dates Café’ o ‘Los Teloneros’).
La nueva apuesta del segundo canal de Mediaset por el infoentretenimiento está a años luz de tapar el socavón que dejó ‘Las Mañanas de Cuatro’, incomprensiblemente cancelado en 2018 cuando marcaba un 12%.
El nuevo programa de Producciones Mandarina que conduce Diego Losada, que según fuentes del grupo ha aterrizado con un alto sueldo tras dejar TVE, no tendrá fácil hacerse un hueco en una franja saturada por espacios como ‘Al rojo vivo’ y otras tertulias de diferentes televisiones autonómicas.
‘BAILA CONMIGO’ TAMBIÉN DECEPCIONA
Nagore Robles tampoco está para tirar cohetes con ‘Baila conmigo’, que aterrizo este miércoles a la tarde-noche de Cuatro con un decepcionante 3,3% de share. En este programa los protagonistas conviven en una casa con tres candidatos cada uno de ellos.
Sin embargo, no están aislados ni incomunicados, lo que les permite mantener su día a día, atender a sus compromisos sociales y disfrutar de diferentes planes de ocio en el exterior al tiempo que mantienen sus citas y conocen mejor a las personas que aspiran a conquistar su corazón. Cada semana, los protagonistas eliminarán a un candidato y recibirán a otro hasta que encuentren a una persona especial con la que comenzar su baile… y lo que el amor les depare.
‘SAN RISTO’
Mediaset también ve con preocupación los números de ‘Deportes Cuatro’, que no llega siquiera al 2% en sobremesa, o de ‘Alta tensión’, encallado en un 4% en los mediodías de Cuatro a pesar de que nació para hacerle frente a ‘Pasapalabra’ desde Telecinco.
Al menos Cuatro ha cerrado marzo con un tímido 5,7% que mejora en 4 décimas sus números de febrero, pero con el que sigue lejos del 7,4% promediado por La Sexta, al alza gracias a la guerra de Ucrania.
Mediaset cuenta con tres formatos que aguantan la crisis de Cuatro: ‘Todo es mentira’ (y su espacio de prime time ‘Todo es verdad’), ambos por encima del 6% de share; el magazine ‘Cuatro al día’, que también ronda el 6%; y el incombustible ‘First Dates’, que este miércoles superaba un extraordinario 9%.
La leve mejora de Cuatro contrasta con el KO de Telecinco, que en marzo cayó más de 1,5 puntos al quedarse en torno al 12% mientras Antena 3 alcanzaba el 14,3%.
PROBLEMAS PARA MEDIASET
A perro flaco todo son pulgas y en Mediaset andan preocupados por la ‘Operación Deluxe’ que ha destapado que un policía pudo filtrar información sensible de más de 100 famosos a los responsables de ‘Sálvame’.
Varias celebridades enfrentadas con Telecinco han hecho sangre con este asunto. Pedro Ruiz asegura que «los presuntos responsables de extorsiones en ‘Sálvame’ se amparan en el derecho a la información y la libertad de expresión. La policía trata de saber si la ‘libertad de expresión’ era ‘libertad de extorsión’. Si se prueba, los jefes dirán pasmados que ‘no sabían nada'». El actor asegura que «la maldad no puede ser un condimento de la tele».
Federico Jiménez Losantos, en guerra contra ‘Sálvame’ desde que La Fábrica de la Tele recogió el testimonio de Rocío Carrasco, se pregunta: «¿Cuánta de la información corriente emitida por Sálvame no ha provenido de un chantaje previo? Habéis engañado, habéis comentado cosas pensando que fuera fruto de la casualidad y eran fruto de un delito». El locutor asegura que «la cadena tendría que echar a lo malo, que paguen los responsables. Pero hasta ahora han hecho justamente lo contrario».
La Fábrica de la Tele ha negado los hechos y aseguran haber actuado «siempre en el marco de la ley y dentro de su actividad periodística y en el legítimo ejercicio del derecho a la información, por lo que son absolutamente falsas las atribuciones de actividad de espionaje».
La compañía explica que «lo que se investiga es la naturaleza del vínculo que mantenía un periodista con una larga trayectoria profesional con una de sus fuentes, un agente de policía» y afirma que «ningún director o redactor ha tenido ninguna relación con el agente de policía».