La Ley del Deporte sigue dando que hablar, y en esta ocasión incidiremos en el negocio que tienen las federaciones deportivas gracias a las licencias de los federados. Suena antagónico, ya que no se entiende como las federaciones se lucran de las licencias de los deportistas. A nivel legal está admitido. Estos organismos deportivos pueden utilizar las licencias de los federados como una vía de financiación. En este sentido, las federaciones no se saltan la ley. El verdadero problema reside en la escasa atención que depositan dichas administraciones sobre sus deportistas, sobre todo en materia de aseguramiento.
Merca2 ha ido informando acerca de la problemática que genera la actual Ley del Deporte sobre los deportistas. Se trata de una norma desactualizada, que no se amolda a las necesidades de los deportistas y que, a su vez, deja en la estacada a aquellos deportistas que sufren lesiones medulares o cerebrales. La Ley del Deporte es una fuente que surte de problemas a los atletas, y en esas, uno de los conflictos que derivan de la norma legal es el negocio que tienen montadas determinadas federaciones deportivas a costa de los deportistas.
La LEY DEL DEPORTE DATA DE 1990
En este juego nadie tiene la culpa, y sin embargo hay varios participantes: la Ley, las federaciones y los seguros. La único que queda claro es que el perdedor siempre será el deportista.
LAS FEDERACIONES NO QUIEREN PAGAR MÁS
Las federaciones deportivas tienen un papel clave en esta historia ya que son las obligadas de suscribir a sus deportistas a un seguro de accidentes. Así lo impone la Ley del Deporte y, por supuesto, es un punto necesario. Las federaciones deportivas deben facilitar el número de afiliados al seguro que quiera contratar. Los seguros van a cobrar una prima en función al número de federados que tenga una determinada federación. Tras esto, varias federaciones coinciden en el mismo ‘modus operandi’. Contratan un seguro básico que entre dentro de los parámetros establecidos por la Ley del Deporte. Hasta aquí todo es correcto.
La intrahistoria de esto es que lejos de que la Federación cumple con la Ley contratando un seguro para cada deportista, el organismo deportivo no mira más allá de un seguro que ofrezca una mayor cobertura a sus atletas. Es por ello por lo que cuando se dan casos de lesiones graves, los deportistas se ven desamparados. Según fuentes jurídicas consultadas por Merca2, después de que la federación contrate el seguro, la relación entra en el derecho privado, y ahí adquiere protagonismo el principio de libertad de pactos. Es decir, la federación puede preocuparse más por sus deportistas y pagar más por un seguro mejor.
«LAS FEDERACIONES SON UN NEGOCIO, Y EN ALGUNOS CASOS ES ENDOGÁMICO»
El lastre para estos organismos deportivos es que cuanto mayor es la cobertura, mayor es la apuesta, y, por ende, mayor es el precio de la prima a pagar por el deportista. Un experto jurídico explica que «las federaciones tampoco quieren gastarse el dinero. Las federaciones, en muchos casos, son un negocio, y en determinados casos es endogámico».
UN EJEMPLO CLARO
Para evidenciar la dejadez de las federaciones sobre los deportistas, Merca2 ha tenido acceso a un informe de 2017 sobre las pólizas que debía pagar la Federación Española de Kickboxing por el aseguramiento deportivo. En este caso, Allianz es la aseguradora. Dicha Federación contaba en aquel momento con 10.000 federados. El seguro tasó la póliza total en 33.116,99 euros, lo que significa que la Federación Deportiva de Kickboxing destinó algo más de 3 euros por federado.
Siguiendo con el mismo ejemplo, y teniendo en cuenta que el kickboxing es un deporte que entraña cierto riesgo, la federación destinó 3 euros del total de la ficha de cada federado al seguro de los deportistas. Es por ello por lo que, en caso de accidente grave, el deportista puede verse desamparado tanto por la federación como por la Ley que permite que ocurra.
«SERÍA DESEABLE QUE LA LEY DIESE UNA MYOR COBERTURA»
Pero además de ello, y atendiendo a la cantidad ínfima que la Federación Española de Kickboxing destinó al aseguramiento de cada deportista, ¿dónde va a parar el resto de la ficha de los federados?
A raíz de esta información, la Federación Española de Kickboxing se puso en contacto con Merca2.es solicitando el derecho de rectificación.
LA LEY DEL DEPORTE DEBE PONER COBERTURAS MAYORES
Estos organismos deportivos no quieren gastarse más dinero, por lo que no hay mejores seguros, y esa desidia repercute directamente en los deportistas. La suerte que tienen es que los accidentes que acaban con lesionados medulares o cerebrales son pocos con respecto al resto. Aún ello, no es un motivo por el que deban despreocuparse. Los deportistas con este tipo de lesiones sufren el desamparo tanto de la federación correspondiente como de la actual Ley del Deporte.
Expertos jurídicos coinciden en que «sería deseable que la ley pusiese coberturas mayores». Hoy por hoy, los seguros se amoldan a los que el marco legal pide. Aún ello, las compañías aseguradoras buscan las vías para ralentizar las indemnizaciones, o hasta incluso, para rebajar la cuantía que el deportista accidentado debe recibir.
UNA REFORMA QUE LLEGA TARDE
La Ley del Deporte es una norma desactualizada, que no se ajusta a las necesidades de los atletas, y que desampara a los deportistas accidentados. Fuentes jurídicas consultadas por Merca2 explican que «no se puede exigir al regulador que se actualice la ley cada año, pero sí que se haga una normal legal en condiciones que establezca unos parámetros o porcentajes de incremento anual de las coberturas en base a la variación de precios».
LA NUEVA LEY DEL DEPORTE YA ESTÁ EN EL CONGRESO PARA SU APROBACIÓN
Es necesaria una ley que permita que las cantidades se vayan actualizando con el paso de los años sin necesidad de esperar una reforma. Hay que recordar que la vigencia de la actual Ley del Deporte asciende hasta los 32 años. Por su parte, el decreto por aseguramiento deportivo tiene 29 años. La Ley del Deporte es el punto de partida de una serie de problemas que únicamente repercuten en los deportistas. Un recorrido de problemas que caen como fichas de dominó. La Ley es la que es, por lo que las aseguradoras se ajustan a ella, lo que significa que las federaciones van a contratar un seguro estándar que no ampara en su totalidad a los deportistas, y que además es más barato por lo que ingresan más dinero y pueden lucrarse. Demasiados puntos negativos que, paradójicamente sólo afectan a los deportistas.