Estar bajo presión es una situación bastante común para los emprendedores. Sin embargo, esto no es nada bueno, porque dispara los niveles de estrés y afecta a la motivación y la productividad. De ahí la importancia de saber recuperar la calma.
Lo que ocurre es que, cuando estamos sometidos a demasiada presión podemos llegar a tener una sensación de ahogo que nos impide ver con claridad qué es lo que está pasando y cómo podríamos salir de ello. Por suerte, hay algunos trucos que te pueden ayudar.
1¿Por qué nos ahogamos cuando aparece la presión?
Básicamente, porque las situaciones de alta tensión afectan a nuestro sistema nervioso. Haciendo que no seamos capaces de hacer bien incluso las cosas en las que normalmente somos expertos.
Eso hace que nos sintamos aún peor y que nos echemos a nosotros mismos la culpa de lo que está pasando cuando, en realidad, es un proceso psicológico bastante habitual y por el que todo el mundo pasa en algún momento.