Las personas que conviven con un perro saben que en ocasiones pueden dejar un olor fuerte en el ambiente, mucho más después de mojarse. Aunque a menudo, al compartir espacios a diario, el olfato se acostumbra y se deja de percibir ese aroma, los demás sí lo van a notar, porque el olor igualmente está ahí. Para evitar que la casa huela a perro y, por el contrario, desprenda un perfume rico y agradable, debemos seguir algunas pautas con las que fácilmente podemos solucionar esta cuestión.
4BAÑAR AL MENOS CADA TRES MESES

Pero además del cepillado habitual, también es aconsejable bañar al perro. No se debe abusar del baño, ya que se puede dañar la capa de grasa que protege naturalmente su manto, y dar lugar a problemas cutáneos como alergias. Lo ideal es bañar al animal cada uno o tres meses, utilizando un champú adecuado a sus necesidades y que respete el pH de su piel.