miércoles, 11 diciembre 2024

Un 2022 caro y de alta tensión: las claves económicas para entender el año

2020 fue un mal año. 2021 ha sido una suerte de transición donde el covid mantiene su impacto en la economía. ¿Qué podemos esperar de 2022 en España? Por desgracia, como ya sucedió el año pasado, tocará aprender de energía. Cómo se calcula el mix, si estamos acogidos al mercado libre o regulado… Los precios mayoristas se mantendrán disparados pese a los maquillajes fiscales del Gobierno. La reducción de IVA y otros impuestos son un enjuague para un problema que va más allá de un recibo -cada vez más caro- a final de mes.

La Agenda 2030 ha saltado por los aires. Los objetivos de reducción de emisiones puede que no se cumplan. Las renovables entran en el mix energético, pero no evitan la dependencia del gas natural. En mitad de este jaleo, especulación financiera con los derechos de CO2, y luchas de poder por el control del gas, ahora que se ha visto como elemento esencial para el viaje hasta la neutralidad en emisiones. Resumen para España: espera un 2022 con los precios igual que en 2021. Y en este escenario, las grandes eléctricas mantendrán su particular pelea en el negocio residencial a cuenta de marear con el mercado libre o regulado.

Habrá más subasta de renovables, anunciada por el Gobierno en un frenesí de novedades a final de año. Energía nuclear habrá la misma. Incluso en un año con la tensión de precios al máximo, todos se han olvidado de ella. Todos es todos. Un negocio poco rentable, y que sirve al Ejecutivo para vender sus avances en la transición energética. Pierde la sociedad porque pagamos más. Y sobre todo las empresas.

Y hablando de pagar, la última semana del año, un poco antes de las uvas, nos desayunamos una inflación en máximos de la década. Lógico, por la bajada de costes en los años precedentes, pero mala compañía de viaje en la salida de la crisis. Sobre todo con unos niveles de paro que, pese a los nuevos enjuagues políticos, se mantiene a niveles sospechosamente altos. Y eso que se cerró el año con nueva reforma laboral. O al menos un apaño con respecto a la anterior.

Siguiendo con los precios, o al menos una ley que impacta de manera directa, entre las cuestiones legislativas que más interesan a la gente se sitúa la Ley de Vivienda. Y no solo a los que viven en ellas, sino a los que viven de ellas. En este elenco hay desde pequeños tenedores a grandes fondos, y todos miran con recelo por dónde saldrá el Gobierno.

LA EMPRESA NO PARA

A nivel empresarial, 2022 recuperará casi toda la normalidad. De hecho, a tenor de cómo ha corrido el dinero a través de los fondos de inversión el año pasado, parece que el ansia por tomar posiciones se ha hecho real.

En el entramado financiero, todos los ojos apuntan hacia lo que hagan BBVA y Banco Sabadell. Tuvieron un amago ‘interruptus’ hace meses, y ahora de nuevo parece que ha llegado el momento para abordar un empaste corporativo. Aunque tras el buen año de Sabadell en Bolsa, el escenario es distinto. Y todo ello con BBVA sin perder la vista de Turquía donde llevó un dinero que no sabe si volverá.

Sobre fusiones, el sector de las telecomunicaciones será clave en 2022. Después de un frustrado y soterrado acercamiento entre MásMóvil y Vodafone, este año alguna de las dos, o las dos, volverán a la carga. En esa ecuación también puede entrar Orange, o incluso alguno de los ‘outsider’ que han crecido exponencialmente como Digi.

Y sobre compras, el sector inmobiliario también tendrá su particular pugna tras los activos de Vía Célere, que pudieron ser de Neinor, y que vuelves a estar en el mercado. Aunque el gran ‘chaochao’ sectorial fue la disputa en Merlin sobre la continuidad de Ismael Clemente como consejero delegado, muy a pesar del máximo accionista de la socimi, Banco Santander. El lío, pese a maquillarse con uno de los hechos relevantes de los últimos años, tendrá recorrido en 2022.

Un año que tendrá en abril uno de los grandes movimientos corporativos: la llegada de Marta Ortega a la presidencia de Inditex. Tras una revolución ordenada, y parece que ordenada (valga el juego de palabras), el gigante textil que gobierno la Bolsa española se enfrenta a los retos de la digitalización con la presión de Amazon que cada vez tiene los tentáculos más largos para vender de todo.

SIN SONRISAS

Los que no esperan con animosidad 2022 son las empresas del sector turístico y la hostelería en su conjunto. En los cielos, Iberia da vueltas sobre Air Europa sin cuadrar el encaje definitivo. Y todo es cuestión de dinero, así que deberán entenderse.

Por lo que respecta a las principales hoteleras, después de 2021 donde respiraron, las nuevas incertidumbres traídas por el covid les obliga a ejecutar planes de actuación a muy corto plazo. Aunque en este sector hay apetito inversor, a la vista de los fondos que sobrevuelan la compra de activos.

DÓNDE INVERTIREMOS

El mercado criptográfico no ha parado de crecer a lo largo de este año. Las criptomonedas se han convertido en el activo de inversión preferido de los más jóvenes. Estos activos han ganado protagonismo. Tanto que hasta los bancos centrales están interesados en incorporar a las criptos en sus servicios. A lo largo de 2022, veremos como las principales entidades bancarias incorporan servicios de custodia y compraventa de criptoactivos. Las monedas electrónicas son una oportunidad para la banca. Durante este año, varios bancos han confirmado estar interesados en las criptos. 

A su vez, tanto inversores como las aplicaciones de trading -además de las propias entidades financieras- vienen pidiendo una regulación. El año que viene se antoja determinante para incorporar un marco regulatorio en las criptos. El interés creciente de los gobiernos por regular este mercado nunca ha sido mayor. Es por ello por lo que 2022 es un año clave en la regulación de las criptomonedas. Es la mejor manera de otorgarle mayor solidez y seguridad al mercado criptográfico. 


- Publicidad -