La agenda de la presidenta de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) tiene solo una cita para este jueves: reunión con Naturgy. Cani Fernández se reunirá con el gigante energético con dos temas principales sobre la mesa. El primero es la respuesta y soluciones que está ofreciendo la gasista a las quejas de muchos clientes por retrasos e incorrecciones en sus facturas de la luz. El segundo es la actividad que está llevando a cabo IFM tras la opa parcial sobre Naturgy, comprando acciones en el mercado.
Miles de usuarios se han quejado en las últimas semanas por retrasos de varios meses en recibir sus facturas de la luz por parte de varias compañías. Después de meses denunciando esta anomalía, han visto como les llegaban de repente esos cobros con unos importes pendientes que deben asumir de golpe.
La CNMC está al tanto de este problema y las eléctricas han achacado estos errores a inconvenientes de sus propios sistemas logísticos, tras las diferentes modificaciones y rebajas aplicadas en el recibo de la luz en los últimos meses, proponiendo a su vez soluciones para el cobro de esos recibos pendientes. En el caso de Naturgy, los usuarios pueden dirigirse al servicio de Atención al Cliente y solicitar un plan personalizado para hacer frente a sus facturas.
La CNMC podría imponer una multa tanto a Naturgy como a otras comercializadoras a causa de estas incidencias con la factura eléctrica ya que, en algunos casos, los clientes también se han quejado de cobros por estimación o que no incluían con exactitud las nuevas rebajas implementadas por el Gobierno desde el mes de septiembre.
LA ACTIVIDAD BURSATIL DE IFM
Mientras todo esto ocurre en el día a día de la compañía, el Consejo de Administración no pierde de vista los movimientos que efectúa IFM para aumentar su presencia en Naturgy.
El fondo australiano reconoció hace poco que se había hecho con un paquete de 1.800.000 acciones varios días después de la opa parcial, lo que le hace poseedor de un 11,02% del capital de la compañía.
Pese a todo, desde IFM se vendió una supuesta satisfacción con el resultado de la opa parcial, tras haber conseguido solo el 10,83% de las acciones, cuando el objetivo era alcanzar entre el 17% y el 22%, una horquilla muy alejada del porcentaje final.
Ni siquiera sus ‘amenazas’ previas a la conclusión de la oferta, como la propuesta de suprimir el dividendo a accionistas durante varios años, cambió de idea a miles de accionistas minoritarios, que confiaron mucho más en los consejos de Criteria Caixa o de la propia compañía, y no accedieron a vender sus títulos.
OBJETIVO, DOS CONSEJEROS DOMINICALES
Jaime Siles, el brazo ejecutor del fondo australiano en España y artífice de la operación de desembarco en la gasista, nunca ha ocultado su objetivo: contar con dos consejeros dominicales en el Consejo de Administración de Naturgy. Para ello, IFM necesitaba adquirir casi el 17% de las acciones de la compañía, pero al quedarse tan lejos, solo tiene opción a colocar un consejero dominical.
Esto deja a IFM con muy poca cuota de poder en el Consejo de Administración, en el que Criteria Caixa (máximo accionista con más del 26%) lleva la voz cantante. De momento, Siles no ha solicitado la convocatoria de la junta de accionistas que debería aprobar su presencia en el Consejo, algo muy poco habitual en este tipo de operaciones y que algunos directivos de Naturgy entienden como la estrategia ideada para seguir adquiriendo acciones sin el control al que se debería someter en caso de tener presencia en el órgano rector de la compañía.
COMO UNA PARTIDA DE AJEDREZ
En la partida de ajedrez que están jugando IFM y Criteria Caixa parece que esta última lleva ventaja. Juega con blancas, ya que desde el primer momento cuenta con el apoyo de la gasista que, sin ocultar su rechazo a la opa parcial, ha tenido que tragar con ella. Y además parece ir un paso por delante en cada movimiento.
El presidente del Consejo de Administración de Criteria Caixa, Isidre Fainé, ha tenido siempre una respuesta preparada a los movimientos de Siles. Pero además, cuenta con un ejército de peones (pequeños accionistas) entregados a su causa y dispuestos a defender cada casilla del tablero.
IFM no contaba en sus previsiones con encontrar tanta oposición de los minoritarios, los mismos a los que sigue sin poder comprar sus acciones, a pesar de que ahora las está pagando más dos euros por encima del precio al que se cerró la opa.
Para llegar al 17% del capital, IFM necesitaría comprar sus títulos a decenas de miles de accionistas que llevan muchos años confiando sus ahorros al buen hacer de una empresa en la que muchos han trabajado o a la que muchos consideran como parte de sus vidas. Fainé conoce muy bien este dato, al igual que el presidente de Naturgy, Francisco Reynés, y eso le da una clara ventaja en la partida.
De momento, Fainé se dedica a mantener su posición de ventaja en el tablero esperando el próximo movimiento de su rival. Si IFM solicita la incorporación del consejero que le corresponde, casi con toda seguridad, Criteria Caixa solicitará un tercer consejero, al que por porcentaje puede tener derecho, para compensar la situación.
Mientras tanto, el precio de las acciones de Naturgy se mantiene cómodamente por encima de los 24 euros, haciendo buenos los pronósticos de la compañía que estimaba que el valor de la acción era superior a lo ofertado en la opa y que el mercado lo reconocería.