El pasado 12 de septiembre publicamos a través de nuestra web Inversión.es, un artículo titulado “Los últimos movimientos de la Fed y el BCE abren una brecha en la paridad EURUSD”. En ese momento se sentía la tensión en el mercado por cuanto el Banco Central Europeo y la Reserva Federal de los Estados Unidos planteaban de manera decisiva comenzar a disminuir la compra de bonos y distribución de liquidez como medidas para afrontar los estragos creados por la pandemia. Esta situación supondría un fortalecimiento para la divisa europea y sus correlacionadas el cual no se produce porque en aquel momento, Christine Lagarde, cabeza del Banco Central Europeo, decidió mantener la política monetaria ajustada a sus condiciones actuales con el fin de cumplir el plan inicial de un desmonte gradual de los incentivos, tanto así que desde dicho momento mantuvo los tipos de interés en 0,00% con lo cual, desde el punto de vista fundamental, ubicaría el precio de la paridad EURUSD en una estructura bajista.
Por otro lado, compartíamos la gráfica de marco diario donde se presenta la senda bajista que la paridad debía recorrer en busca de niveles cercanos al 1.1298 EURUSD que corresponde a un patrón psicológico bajista de largo plazo. Técnicamente el recorrido a la baja para la paridad EURUSD estaba trazado previamente.
Fundamentalmente las noticias que dan datos estadísticos sobre el comportamiento de la economía a nivel mundial y específicamente para la comunidad europea y para Estados Unidos, son las que le dan la gasolina necesaria tanto para el fortalecimiento de la divisa americana como para la debilidad del euro. Entre éstas destacamos los resultados de las ventas minoristas los cuales son un índice crucial que refleja el gasto de los consumidores atado a la confianza de los consumidores y que, por ende, reflejará a futuro una lectura de la posible etapa de inflación a la cual el mundo le tiene miedo. Generalmente un resultado superior al esperado responde de manera positiva para la divisa de donde se reporta, razón por la cual el último anuncio para la zona euro equivalió a -0,3% cuando su previsión fue positiva en el 0,3% y peor aún el dato anterior fue del 1% de manera tal y como lo mencioné anteriormente, esto sería gasolina para lastrar la divisa europea.
Por otro lado, encontramos que las ventas minoristas para Estados Unidos registraron el 1,7% superando la previsión del 1,2% y duplicando el registro anterior del 0,8% por lo cual tanto inversores como especuladores se abalanzaron a comprar dólares en masa lo cual podría suponer un mayor impulso de la divisa dada la época navideña que se avecina donde el gasto y el aumento de la demanda, generalmente se impulsan, lo que muy seguramente provocará una mayor inflación de cara a 2022. Para reforzar aún más la hipótesis fundamental, vimos la fuerza que tomó el dólar dado el renombramiento oficial por parte del presidente de los Estados Unidos Joe Biden de Jeremy Powell como presidente de la Reserva Federal, situación que ayudó a lastrar aún más la divisa europea.
Si comparamos el gráfico técnico que compartimos desde septiembre con el movimiento actual, encontramos el cumplimiento de los objetivos los cuales son una primera señal de debilidad de las abruptas caídas las cuales estaban previstas en niveles de 1.1300 EURUSD. Ahora bien, utilizando el concepto de regularidad de mercado el cual estima una caída máxima hasta el nivel 61,8 de retroceso de Fibonacci ubica el punto de giro o de continuación en inmediaciones de los 1,1180 EURUSD.
Por lo tanto, si el precio quiebra con contundencia y con vela sólida de marco diario el nivel 1,1180, de seguro llevará el precio a mínimos de 2019 o inclusive de 2020 en cercanías de los 1,0700 EURUSD. Caso contrario, si el precio respeta la regularidad del mercado, es decir, no realiza la ruptura de los 1,1180 y adicional a ello realiza un movimiento de truco (V invertida), nos confirma el punto de giro y la nueva senda alcista para la paridad EURUSD de acuerdo con el gráfico que aquí presentamos.