Lío judicial y acusaciones cruzadas: así va la batalla entre Bezos y Musk por el Internet satelital

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Los dos hombres más ricos del planeta están librando una dura batalla por el control del espacio. El último enfrentamiento ha ocurrido por ver quien domina primero el mercado del Internet por satélite. En el plano judicial, la multinacional fundada por Jeff Bezos trata de torpedear el proyecto de Elon Musk, que ha acusado directamente a su competidor de dedicarse a tiempo completo a presentar acciones legales contra su empresa SpaceX.

Starlink es uno de los proyectos más ambiciosos del empresario de origen sudafricano, a través del cual pretende desplegar toda una constelación de satélites en el espacio que construyan una red interconectada mediante estos dispositivos. Con el fin de ofrecer Internet de alta velocidad a los consumidores en cualquier parte del planeta, hasta ahora ya ha lanzado 1.740 satélites, pero su objetivo es tener en órbita casi 30.000 en total con la nueva versión Gen2.

En el otro lado se encuentra el Proyecto Kuiper de Amazon, que pretende competir por el dominio del Internet satelital de Musk. Por el momento planea lanzar 3.236 satélites de Internet a la órbita terrestre baja, aunque se trata de un proyecto más rezagado, pues todavía tiene que comenzar a producir y lanzar sus dispositivos.

EL LITIGIO DE AMAZON

En esta carrera espacial el controvertido CEO de Tesla tiene tomada la delantera, sin embargo, sus planes pueden verse frustrados por la compañía fundada por el multimillonario Jeff Bezos. Y es que Amazon pidió recientemente a la FCC (Comisión Federal de Comunicación de Estados Unidos) que desestimara la última enmienda de SpaceX a su red de satélites Starlink.

En su escrito, al que tuvo acceso el periodista Michael Sheetz, el gigante del comercio electrónico acusa a la compañía de Elon Musk de violar las reglas de la FCC al proponer dos configuraciones diferentes en órbita. “Al dejar casi todos los detalles importantes sin resolver, como la altitud, la inclinación e incluso el número total de satélites, la aplicación de SpaceX falla en todas las pruebas”, señaló en el documento Mariah Dodson Shuman, asesora corporativa de Amazon en Kuiper.

“PRESENTAR ACCIONES LEGALES CONTRA SPACEX ES * EN REALIDAD * SU TRABAJO A TIEMPO COMPLETO”

Ante la ofensiva de Amazon, el director de política satelital de SpaceX, David Goldman, presentó el pasado martes una respuesta a la solicitud de Amazon, argumentando que la compañía de Bezos está tratando de frenar el progreso de Starlink para ganar tiempo y así ayudar al Proyecto Kuiper a desarrollar sus productos y ponerse al día. “La Comisión debería reconocer esta táctica de demora por lo que es: una continuación de los esfuerzos de la familia de empresas de Amazon para obstaculizar a los competidores para compensar el fracaso de Amazon en su propio progreso”, aseguró Goldman.

En el escrito también arremeten contra la compañía de Bezos por haber tardado 15 meses en explicar cómo funciona su sistema al regulador norteamericano, mientras que solo sólo tardó 4 días en oponerse a la enmienda SpaceX Gen2, además de presentar “objeciones a SpaceX en promedio cada 16 días este año”.

Además de los sucesivos escritos en los que se acusan mutuamente, como es habitual y ya forma parte del personaje que se ha construido Elon Musk, el empresario lanzó un ‘dardo envenenado’ a Jeff Bezos a través de Twitter. “Presentar acciones legales contra SpaceX es * en realidad * su trabajo a tiempo completo”, tuiteó el empresario el miércoles.

UNA GUERRA QUE VIENE DE LEJOS

Después de la retirada de Jeff Bezos de Amazon como CEO, Blue Origin ha pasado a ser el proyecto en el que más energía está invirtiendo el magnate. De ahí que los mensajes de Musk estén enfocados en su nueva ocupación tras el cese de actividad en Amazon. Pero este es solo el último episodio en la guerra entre los dos hombres más ricos del planeta.

La disputa viene de lejos, cuando hace un año Elon Musk, a través de su cuenta de Twitter, acusó al gigante del comercio electrónico de ser un monopolio y aseguró que era “hora de romper a Amazon”. La tensión se ha ido elevando y cada vez son más los choques entre los multimillonarios que pretender conquistar el espacio.

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A mediados de agosto, Blue Origin demandó a la NASA después de que la agencia espacial estadounidense  eligiese a SpaceX como único contratista privado para desarrollar un módulo de alunizaje para el programa Artemisa. La idea original de la NASA era seleccionar a dos compañías para el desarrollo del próximo lander lunar, pero finalmente la única beneficiaria del contrato por 2.900 millones de dólares será SpaceX.

Esta situación fue precisamente el desencadenante de la guerra de litigios a través de los cuales Jeff Bezos está sometiendo a Elon Musk. Blue Origin también era parte de esa licitación y al quedarse sin parte del pastel  y no encontrar una respuesta favorable a sus reclamaciones, optó por la vía judicial. El proceso supone un importante retraso para la compañía aeroespacial de Musk, al no poder trabajar en el proyecto hasta que el Tribunal Federal de Reclamaciones de Estados Unidos tome una decisión.

De momento, parece que la guerra va para largo y los dos empresarios, enzarzados en una disputa con tintes megalómanos, siguen empeñados en pasar a la historia por sus conquistas espaciales. Los próximos meses servirán para medir qué proyecto logra imponerse sobre el otro y quien se anota finalmente la victoria.