Los trabajadores por cuenta ajena lo tienen bastante fácil para organizarse, porque siempre hay alguien que les dice lo que tienen que hacer y cuándo tienen que hacerlo. Sin embargo, cuando eres autónomo organizarte es todo un reto. No hay nadie detrás de ti para guiarte, así que tu trabajo depende únicamente de ti.
Cada jornada es como una hoja en blanco. Eres dueño de tu tiempo y tú decides qué haces y qué no haces en cada momento. Pero, si no planificas bien tu día de trabajo, al final te encontrarás con una gran cantidad de trabajo acumulado y empezarán los episodios de estrés. Para que esto no ocurra, vamos a ver cómo puedes organizar tu tiempo.
1Céntrate en una tarea cada vez
Dicen que el tiempo es oro, así que no deberías malgastarlo. Esto nos lleva a creer que la mejor forma de aprovecharlo es hacer muchas cosas a la vez. Curiosamente, el efecto que conseguimos es justo el contrario. Si nos ocupamos de todo a la vez, al final no conseguimos concentrarnos en nada.
Una de las claves a la hora de organizarte es que pongas toda tu atención en una única tarea en cada momento. Por ejemplo, no te dediques a revisar el correo electrónico mientras preparas un presupuesto para un posible cliente. Dentro de tu jornada deja un tiempo específico para atender los emails.