Cerca de dos años y medio o unos 30 meses. Ese es el tiempo que ha transcurrido entre las dos últimas compras de acciones en Tubos Reunidos por los llamados insiders, directivos y consejeros de las compañías. Una operación que supone un espaldarazo de cara a la recuperación económica y financiera de la compañía, que deberá traducirse en una mejora de la cotización, en los próximos años. Una apuesta que se une, y se sustenta, a la ayuda aprobada por la SEPI de 112 millones de euros para la firma.
Así, la última compra databa de mediados de marzo del 2018 cuando uno de los directivos de la compañía, Josu Artexe Urrutia, adquirió 6.000 títulos de Tubos Reunidos por un precio cercano a los 30 céntimos. Una compra testimonial que. Sin embargo, predijo un fuerte incremento en el precio de las acciones de la compañía que escalaron a las pocas semanas hasta los 0,50 euros, lo que suponía una revalorización cercana al 66%.
En esta ocasión, la apuesta ha sido mucho más importante y en un momento más crítico. Así, el consejero dominical de Tubos Reunidos Alfonso Barandiarán Olleros adquirió el pasado 30 de julio cerca de 200.000 títulos de la compañía a 0,40 euros, lo que supone una inversión de 80.000 euros. Una cifra más elevada que puede ser la antesala de un despegue de la acción. Aunque por el momento, la cotización de la firma industrial sigue anclada en esa zona de los 0,40 euros en la que el consejero las compró.
Barandiarán se licenció en Derecho por la Universidad de Deusto de Bilbao y tiene un MBA por la Universidad de Houston, Texas. Durante su desarrollo profesional ha pasado por firmas como Capgemini, en distintas áreas, o Kroll, de la que fue director general para España y Portugal. En la actualidad, desarrolla la labor como consejero en distintas firmas como la propia Tubos Reunidos o (anteriormente) en Elecnor.
TUBOS REUNIDOS ENCUENTRA LA LUZ AL FINAL DEL TÚNEL
La apuesta de Barandiarán se suma a la ya realizada anteriormente por BBVA y, posteriormente, por la SEPI, a través del fondo de rescate. Así, la firma vasca es el principal acreedor y accionista de Tubos Reunidos, una presencia que se ha mantenido inalterable en los últimos años pese a los problemas financieros de la compañía. De hecho, la industrial española ha recibido extensiones por parte de la entidad bilbaína en distintos momentos del covid-19 para canalizar liquidez hasta su estructura operativa. Antes, ambos también habían trabajado en distintas reestructuraciones de deuda para que pudiera seguir adelante.
Por su parte, la ayuda pública también ha sido muy importante. Así, a lo largo del 2020, Tubos Reunidos se benefició de una serie de inyecciones de liquidez a través de los créditos ICO que le sirvieron para mantener en píe. Aun así, la compañía ha necesitado de más ayudas para seguir con su operativa. Para ello, el pasado 13 de julio el consejo gestor del Fondo de Apoyo a la Solvencia de Empresas Estratégicas de SEPI aprobó la concesión de un préstamo participativo por un importe de 112,8 millones.
Con ello, la compañía industrial española tiene la oportunidad de seguir adelante con su plan de expansión y consolidación futuro. La ayuda financiera le permitirá ponerse al día en forma de pagos y, a su vez, acometer las inversiones necesarias para establecer una hoja de ruta que solidifique su viabilidad en los próximos años. Un papel que deberán desempeñar los directivos y consejeros y en el que, al menos, uno de ellos parece creer de verdad. Una nueva buena noticia para los accionistas minoritarios, tras años muy difíciles.