La ampliación de capital de DIA: el último clavo de su ataúd económico

La Comisión Nacional del Mercado de Valores ha dado luz verde a DIA para que inicie la que será su segunda ampliación de capital en apenas dos años. La operación, que se hará en dos fases, tiene como objetivo poder sobrevivir. Sin embargo, los accionistas minoritarios no ven con buenos ojos este movimiento y puede que no le den el respaldo que necesitan para llevarla a cabo.

Desde que se produjese la primera ampliación en 2019, la compañía capitaneada por Mijaíl Fridman, no ha parado de tener problemas. El valor de sus acciones en Bolsa se hunde por horas. De hecho, solo en los siete meses que llevamos de 2021, el precio de sus acciones ha caído más de un 50%, siendo el segundo valor que más se ha dejado en el parqué español.

DIA busca la manera de mantenerse con vida. El año pasado, el patrimonio neto de la compañía cayó hasta los -42 millones de euros. En situaciones normales, la compañía hubiera entrado en una situación de causa de disolución y habría tenido que liquidar la sociedad en un periodo de dos meses. Sin embargo, gracias a la situación excepcional que vivíamos en la que el Gobierno aprobó una medida para que no se contabilizaran las pérdidas registradas en 2020, la empresa sigue en pie.

Para intentar solucionar su situación, es por lo que la empresa ha decidido hacer una ampliación de capital que se aprobó en la Junta de Accionistas del Grupo DIA el 31 de mayo. Esta operación se realizará en dos tramos separados: el primero, se realizará mediante la capitalización del accionista mayoritario, LetterOne, por un importe de 769,2 millones, mientras que en el segundo se ofrecerá a los accionistas minoritarios la suscripción de nuevas acciones por un valor de 268, 5 millones.

LA AMPLIACIÓN NO ES RENTABLE PARA LOS PEQUEÑOS ACCIONISTAS

Sin embargo, en el grupo de los pequeños accionistas es donde puede surgir el problema. Estos accionistas no ven con buenos ojos las condiciones de la ampliación y están considerando no suscribirse. “Las ampliaciones de capital en Bolsa española, lo que hemos visto, son una forma más o menos encubierta de decirle al accionista que necesitan de su ayuda para poder reflotar la compañía. Al final, cuando se produce una ampliación de capital lo que el inversor está recibiendo es un ‘la compañía está en esta situación crítica, vamos a hacer estos movimientos para tratar de reflotarla y alejarla de esta situación crítica’. Pero claro, si esto ha sucedido ya dos veces en menos de tres años la gente, como mínimo, se hace preguntas”, explica Miguel Momobela, analista de XTB.

lo que el inversor acabará haciendo es no acudir a la ampliación

Además, Momobela añade que “para el accionista pequeño, no es nada bueno porque el precio de encaje de los títulos no está a su favor. Lo que se ha planteado, que es lo que se planteó en la ocasión anterior, es hacerlo en dos partes. El resumen es el mismo que hace dos años. Para el inversor minorista no son buenas noticias porque desde entonces ya son muchas cosas las que se han tenido que tragar: salió del IBEX; ya hubo una primera OPA que resolvió favorablemente; hubo anteriormente una ampliación de capital; las casas de análisis la habían valorado cada vez peor por motivos obvios, habían ido bajando la valoración. Teniendo todo eso en la mesa, la ampliación de capital como se interpreta es casi el clavo final en el ataúd de DIA”.

Si finalmente los accionistas minoritarios deciden no participar en la ampliación, pondrían a la empresa en un serio problema. “Hay mucho accionista con pocos títulos, que no tienen peso de manera individual pero como colectivo sí que suponen una cuantía nada despreciable de lo que es valor de DIA. Si al final minoritarios deciden no entrar, que en más de un caso es bastante probable, porque tampoco es que les beneficie mucho, estamos hablando de 2 céntimos de ampliación de capital y no parece muy justo. Si se produce una reacción en cadena de ‘no me interesa entrar en la ampliación de capital’ para la progresión de DIA como compañía que, evidentemente, no está en su mejor momento, podría ser una patada más”.

LA PREVISIÓN ES QUE EL VALOR DE LAS ACCIONES SIGA CAYENDO

En su primer día en Bolsa tras la publicación de la ampliación, el valor de la acción ha tenido un ligero repunte. Algo que para el analista de XTB es puntual y que la tónica será una caída gradual del precio. Para Momobela el futuro de la compañía no pinta bien. “Al final lo que el inversor acabará haciendo, con total probabilidad, es no acudir a la ampliación o que el número de personas que acudan sea menor del esperado. Esto último es bastante probable”, apunta.

“Al final eso va a tener un impacto sobre los resultados de la compañía y si la empresa financieramente no está en su mejor momento, pues al final se va a trasladar a la Bolsa. Primero en la salud financiera de la compañía y después a como se lo tome el que está invirtiendo en ella, es decir, que venda sus títulos o que no aumente su posición o que la liquide. A largo plazo lo que debería acabar sucediendo es que la salud financiera de la empresa siga empeorando, es decir, teniendo una segunda ampliación por delante. Tiene más contras que pros. Lo que pasará es que seguirá cayendo en Bolsa y que los inversores al final corroboren es que la entrada a esa ampliación de capital no sea la mejor idea que puedan tener”, concluye Miguel Momobela.

Lidia Vega
Lidia Vega
Redactora de economía y empresas especializada en Distribución, Alimentación y Consumo