El frenazo de Plus500 hacen sonar las campanas de quiebras y compras en el sector

IG Markets

El segundo trimestre de 2020 fue un punto de inflexión para las plataformas de inversión. Durante esos meses, las compañías del sector se volvieron de oro al registrar un crecimiento de usuarios nunca visto que, además, poseían recursos en forma de ahorros (que no podían gastar al estar confinados) y estricta fidelidad al limitar a sus competidores como las casas de apuestas. Un año después de eso, la situación sigue siendo buena, bastante mejor que años atrás. Pero la vuelta a la normalidad está siendo difícil, como ha demostrado recientemente la firma Plus500, lo que podría afectar a un sector demasiado atomizado.

Las excepcionales condiciones del 2020 provocaron el desembarco, y la explosión en publicidad, de un gran número de plataformas de inversión. En aquel momento, era evidente que había mercado para todas ellas. Plus500, la firma más grande a nivel mundial de contratos por diferencias (o CFDs), disparó sus ingresos semestrales hasta los 556,9 millones de dólares (unos 469 millones de euros), lo que suponía hasta un 217% más que en 2019. El incremento a nivel trimestral fue todavía más grande, ya que pasó de los 93 millones a superar los 323 millones, casi un 250% más.

Pero la apertura a las restricciones, los nuevos competidores y la vuelta de los eventos deportivos han limado esas ganancias. Así, los datos reportados por Plus500 cifran en un derrumbe del 31,8% a nivel semestral y hasta del 51,3% respecto al segundo trimestre. Los datos son todavía superiores a los de 2019, en el caso de la firma que ha estado ligada a la camiseta del Atlético de Madrid, además, bastante más grandes, pero no suficientes para el desembolso que muchas plataformas han hecho.

PLUS500 BUSCA REINVENTARSE EN UN SECTOR MUY COMPETITIVO

Y es que los competidores de este tipo de plataformas ya no son otras con otras modalidades, gracias a que están deslocalizadas en países como Chipre o Polonia, sino que son las propias entidades bancarias que atesoran los ahorros de sus clientes. Sin ir más lejos, la semana pasada Bankinter anunciaba que doblaba su bono de bienvenida para los usuarios de su bróker. Una práctica que se une a la de sus rivales, como Banco Santander o BBVA, que obligan a los usuarios a comprar activos bursátiles o fondos de inversión propios para no cargarles comisiones.

LA COMPETENCIA ESTÁ EMPEZANDO A CANIBALIZAR AL SECTOR DE LAS PLATAFORMAS DE INVERSIÓN

Todo ello, termina repercutiendo. Al fin y al cabo, si los usuarios bancarios ya apuestan en Bolsa a través de las plataformas de sus entidades, el Santander dispone de operadores y gestores telefónicos para sus clientes, el pastel se reduce con fuerza. Se le puede sumar otro tipo de compañías especializadas que no son plataformas de CFDs como Finizens o MyInvestors. Por último, la alta competencia en el mercado con plataformas nuevas provenientes de diferentes regiones de Europa o, incluso, otras globales con tarifas reducidas como RobinHood.

Al final, todo depende del trozo de tarta que quede y de los comensales. Plus500 es excesivamente grande, pero también lo son otras plataformas como IG Market cuyos resultados llevan a la baja en los últimos años. Una tendencia preocupante en un mercado que durante los próximos años promete ser muy movido. En los últimos años, el sector de las casas de apuestas se ha ido concentrando en el que los grandes (o mejores) se comían a los pequeños (o peores). Ahora, parece que le toca el turno a los nuevos casinos, las plataformas de inversión.