El marketing de precios no es nada nuevo. De hecho, es bastante común que muchos emprendedores y muchas empresas decidan competir en el mercado con una estrategia centrada en ofrecer a los consumidores un precio más bajo por un mismo producto o servicio.
Sin embargo, pretender fidelizar a la clientela solo a base de precios bajos es un error. Porque esta se marchará con la competencia si esta rebaja un poco el coste de sus productos o servicios. Además, cuanto más bajo sea el precio de lo que ofreces en el mercado más vas a tener que vender para cubrir los costes del negocio y empezar a tener beneficios. Esto puede llevarte a tener entre manos un negocio que no sea rentable aunque venda mucho.
¿Quiere esto decir que no puedes usar los precios como estrategia para competir? No necesariamente, pero tienes que hacerlo bien. Muchas veces no se trata de ofrecer el precio más bajo sino de que el cliente le dé más valor a lo que tú ofreces, o de atraerle con pequeños trucos psicológicos. Vamos a ver cómo hacerlo.
1La estrategia de los microprecios, la reina del marketing de precios
Tratándose de productos o servicios que normalmente se ofrecen en pack, una buena forma de captar nuevos clientes es ofrecerles la primera compra a un precio que parece más económico. Y decimos parece porque, en realidad, no estás aplicando ningún descuento.
Imagina que eres fotógrafo y vendes imágenes personalizadas para páginas web. Cobras un precio de 72 euros por un pack de seis fotografías, pero para alguien que no es tu cliente quizá esta cifra le parezca alta, porque no está seguro de si de verdad eres el profesional que necesita.
A esos clientes nuevos, en lugar de un pack les vamos a ofrecer un producto o servicio unitario con la estrategia del microprecio. Si le dices que puede conseguir una foto exclusiva y profesional para su página web por solo 12 euros, seguramente sí se anime a probar tu trabajo.
Si te das cuenta, es un estrategia que los supermercados utilizan mucho en productos que se venden en pack. En lugar de decirte directamente cuanto cuesta el pack, te dan el precio por unidad. Así tu cerebro lo recibe como una cantidad baja y te predispone a comprar.