La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) ha adjudicado a Segurcaixa Adeslas el seguro de salud para sus 800 empleados por un total de 386.100 euros anuales. El importe es un 70% inferior al valor del contrato, estipulado en 1,14 millones de euros como máximo y casi un 60% respecto al importe del contrato, que se situó en 573.030 euros. El organismo presidido por Rodrigo Buenaventura abonará un media de unos 40,2 euros mensuales por cada trabajador.
SegurCaixa Adeslas se ha impuesto en esta licitación a Asisa y Nueva Mutua Sanitaria, aunque esta carrera no ha estado exenta de una pugna legal. La CNMV ha escogido así la «mejor oferta» económica y técnica, cuyas valoraciones alcanzaban el 100% en la licitación, respectivamente. Según los pliegos de la licitación, consultados por MERCA2, el contrato podría prorrogar durante un año, y el proceso fue suspendido hasta en dos ocasiones. La primera de ellas, por la declaración del estado de alarma y la segunda por el recurso especial de Nueva Mutua Sanitaria.
LA PUGNA DE NUEVA MUTUA SANITARIA
Este concurso, como ocurre en numerosas ocasiones, ha tenido disputas entre las empresas concursantes. Justo después de abrirse los sobres con las ofertas, Nueva Mutua Sanitaria (NMS) presentó un recurso. La empresa consideró que no se había valorado correctamente su oferta al obtener un «cero» en una de las puntuaciones técnicas. El motivo de esta rotunda puntuación fue la ausencia de unos documentos obligatorios y preceptivos para poder conseguir el concurso. No se adjuntaron a la oferta, como sí hicieron las competidoras.
Y es que, dentro de la oferta técnica se valoraría el grado de cobertura hospitalaria del que los asegurados podrán disfrutar con el seguro ofertado, medido en función del número de hospitales concertados en Madrid y Barcelona y el número de especialidades cubiertas por el seguro en cada uno de los centros. Por ello, la CNMV exigía conocer los documentos acreditavivos de las empresas con 48 hospitales. A Nueva Mutua Sanitaria se le olvidó dar esta información, crucial a la postre para obtener el concurso.
Según explicaba en los recursos, NMS tenía en ese momento conciertos con 44 hospitales -29 en Madrid y 15 en Barcelona- de los 48 especificados -30 en Madrid y 18 en Barcelona- en los pliegos y condiciones. Asimismo, afirmaba que los hospitales con los que tienen conciertos cubrían las especialidades estipuladas en los pliegos, pero no lo pudo demostrar sobre el papel cuando se lo requirieron.
NUEVA MUTUA SANITARIA, FUERA POR UN DEFECTO DE FORMA
Por este motivo, la subdirectora del Recursos Humanos de la CNMV otorgó a NMS un total de «cero puntos» en el punto relacionado con estos conciertos al no haber «aportado el correspondiente certificado del hospital, conforme a lo establecido en el PCAP».
El informe de la directiva del organismo público se emitió el 16 de noviembre del pasado año. Tan sólo un día después, la mesa de contratación pública propuso la licitación para SegurCaixa Adeslas.
NMS presentó su recurso al entender que la ausencia de los preceptivos documentos era un error subsanable. De hecho, llegó a considerar que la CNMV podía disponer de esta información en la propia página web de la compañía aseguradora. Asimismo, se mostró sorprendida al considerar que ninguno de los partícipes en la licitación -Mesa de Contratación, el técnico encargado de valorar las ofertas, ni la CNMV- había requerido aclaración alguna a la mutua.
NMS ADMITIÓ NO HABER APORTADO LA DOCUMENTACIÓN EXIGIDA
Según ha afirmado, esta posibilidad está contemplada en la ley de contratos del sector público. Por ello, aseveró que la adjudicación fue «contraria a Derecho» y se vulneró «la doctrina consolidada» para subsanar este defecto formal.
Pese a admitir su error, Nueva Mutua Sanitaria también consideró «dudoso» que la CNMV diera por válidos «varios certificados aportados por el adjudicatario, expedidos en el año 2017″. «Es dudoso que sirvan para acreditar la vigencia en la actualidad de los conciertos que supuestamente certifican», afirmó NMS en su recurso. Según señaló, era «una clara actuación contraria al principio de igualdad de trato y no discriminación«. A su juicio, esta subsanación debía admitirse al suponer «una quiebra manifiesta de los principios de concurrencia«.
La mutua interpuso otro recurso ante Hacienda en enero tras no haber obtenido una respuesta positiva a sus intereses. Lo hizo mediante argumentos muy similares al del primer recurso, pero volvió a admitir que no comunicó debidamente los conciertos con los hospitales. Así, afirmó que cumplía y cumple con la cláusula de los conciertos, pero que la «CNMV no ha tenido en cuenta este criterio por el mero hecho de que NMS no incluyó en su oferta los certificado acreditativos del concierto». Según la mutua, no pudo contar con ellos en los plazos dados.
LAS COBERTURAS DEL SEGURO
El Ministerio de Hacienda paralizó este concurso hasta que se diera respuesta al recurso de la mutua. En este sentido, se indicó que la CNMV no tenía el deber de haber consultado la información en la web de NMS, al entender que los pliegos especificaban que serían las empresas quienes entregaran esta información. «En ningún caso tiene el órgano de contratación la obligación de completar las ofertas de los licitadores con la información existente en Internet», apuntaba.
También se argumentó que no se dieron las circunstancias para conceder un plazo extra para enmendar el error debido a que las «proposiciones técnicas no son susceptibles de subsanación, ya que ello atentaría contra el principio de igualdad entre licitadores«.
El ente presidido por Rodrigo Buenaventura buscaba una aseguradora experta en salud y cuya cobertura incluyera también la asistencia dental. Con este seguro, los trabajadores de la CNMV tienen cubiertas la asistencia primaria y urgencias, pero no sólo cubre sus necesidades sino también las de sus hijos, al estar incluida pediatría. En la cobertura del seguro también se desglosan especialidades, como cirugía maxilofacial, neurología, oftalmología, psicología clínica e inmunología, entre otras.
