La CNMV rompe 33 años de relación con BBVA por la subida de las comisiones

La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) ha decidido romper su relación profesional con BBVA. Así, el regulador de los mercados publicó recientemente una licitación pública para contratar una entidad para realizar sus servicios bancarios. Un trabajo que estaba en manos de la firma que preside Carlos Torres desde la creación del organismo, allá por 1988. La decisión obedece a la intención del banco de aumentar las comisiones y endurecer las condiciones para operar el efectivo que atesora el órgano que preside Rodrigo Buenaventura.

Así, la Comisión sacó a licitación el contrato público el pasado 24 de abril con el objeto de «la prestación de servicios bancarios (…) de tal manera que la empresa adjudicataria realice en tiempo y forma todas las operaciones bancarias que se solicite, así como de cualquier otro servicio». Un trabajo que anteriormente había desarrollado durante más de 33 años el BBVA.

De hecho, el propio organismo explica en los documentos públicos aportados que «la prestación de los servicios bancarios objeto del presente expediente de contratación las ha realizado desde la creación de la CNMV la entidad BBVA, en sus sucesivas acepciones históricas». Una relación que ahora se ha roto después de que la firma vasca haya renovado su política de comisiones, para incrementarlas, dos veces en apenas seis meses.

En concreto, entre las razones que esgrime la CNMV para este cambio de opinión se encuentra, precisamente, ese último cambio de las condiciones para la gestión del efectivo que mantiene en sus cuentas corrientes. Así, el regulador señala que en el caso de «las condiciones aplicadas por nuestro propio banco» supone un «aumento de las comisiones por actividad y del coste de mantenimiento de saldos en nuestras cuentas bancarias».

LA CNMV PREVÉ QUE LA REPRESIÓN SE MANTENDRÁ «A MEDIO PLAZO»

Además, el organismo prevé que la tendencia «se mantendrá al menos a medio plazo», por lo que ha activado el contrato y ha roto con BBVA. El objetivo final es lograr un ahorro permanente a la hora de gestionar los casi 16 millones de euros que mantiene en forma de efectivo. De hecho, la CNMV señala que en la nueva versión del contrato, modificado este pasado lunes 26 de abril, se «elimina» el tramo obligatorio mínimo exento de remuneración hasta 10 millones de euros, pudiendo «ofertarse tramos exentos desde cero euros, y se actualizan los saldos medios bancarios de la CNMV».

Pero el objetivo final no es tanto lograr un ahorro en el pago por mantener el efectivo del organismo en las cuentas corrientes, como reducir al máximo las comisiones que paga por la gestión de ese dinero. Así, el regulador informa de que el nuevo contrato exige poner a su disposición hasta seis cuentas diferenciadas para su uso. En concreto, la CNMV explica que la entidad que asuma el contrato deberá contar con una cuenta de recaudación de tasas, una cuenta corriente principal, tres cuentas corrientes auxiliares y, por último, una cuenta de valores que «recogerá la posición de valores (…) sobre los que la entidad adjudicataria realizará los servicios de custodia y administración».

Todas ellas, obviamente, deberán ser gratuitas bajo el criterio de la CNMV. El regulador señala en el documento público que «las cuentas bancarias descritas estarán libres de gastos y comisiones». Pero no solo esas gestiones, ya que el regulador pide contar con otra serie de servicios gratuitos como: banca por internet; formación para dicha aplicación de uso online; servicio gratuito de entrega de efectivo en las oficinas del organismo; transferencias, cheques y tarjetas de crédito para ejecutar compras por internet.

BBVA SUBE LAS COMISIONES DOS VECES EN APENAS SEIS MESES

La ruptura entre la CNMV y BBVA se ha producido después de que el banco anunciase una nueva vuelta de tuerca en materia de comisiones. Así, la entidad vasca estableció que la comisión de mantenimiento para las cuentas de sus clientes se liquide cada tres meses -los días 15 de marzo, de junio, de septiembre y de diciembre- y el montante oscilará entre los cero, los 15 euros y los 40 euros. Al menos, para los usuarios más pequeños. La condición para llegar al escenario de cero euros incluye: domiciliar una nómina superior a los 800 euros, tener vinculados cinco cargos de recibos; realizar siete compras en cuatro meses con tarjeta de crédito y contratar un producto financiero.

Este nuevo escenario está provocado por la inmensa cantidad de efectivo que mantienen los bancos españoles, y europeos, que los lleva a desechar el dinero que les llega. De hecho, el volumen monetario en balance de la entidad en forma de ‘Depósitos de la Clientela’ alcanzó a finales de diciembre un máximo histórico, hasta los 206.000 millones. Sin la necesidad de captar depósitos, por esa marea de efectivo, el BBVA y el resto de las entidades pueden permitirse el lujo de subir las tasas a grandes clientes, incluso como la CNMV. Al final, el regulador de los mercados se ha visto atrapado por la represión financiera de aquellos que mandan y que cuenta con su visto bueno.

Aunque con una trampa, puesto que la CNMV puede permitirse el lujo de solicitar todo ese tipo de servicios gratuitos gracias a su poder de negociación. Algo a lo que el común de los mortales no pueden llegar. Una situación de la que se están beneficiando, cada vez más, los bancos con la complicidad del regulador o el Banco de España.

Pedro Ruiz
Pedro Ruiz
Colaborador de MERCA2