Meliá, Room Mate y Hilton tiran de ‘cohoteling’ para aumentar negocio

Los hoteles de lujo amplían su oferta optimizando al máximo el uso de sus instalaciones con el fin de amortiguar la caída de la facturación que han sufrido durante meses. Cadenas como Meliá, Room Mate o Hilton se suben al carro del cohoteling una tendencia promovida por plataformas como Hotelbreak que consigue aumentar el negocio de las hoteleras prime en un 35%.

La ausencia de turistas convencionales ha dejado espacio para un cliente de día (aquel que no pernocta) que hace uso de las instalaciones y servicios del hotel pero sin alojarse en el establecimiento.

“A muchos hoteles les salía más caro cerrar las instalaciones que dejarlas abiertas, por lo que han visto en el cohoteling una vía para rentabilizar sus espacios sin un coste extra y una fórmula para obtener una fuente de ingresos significativa”, explica Cristian Alcoba, CEO de Hotelbreak.

Tanto es así, que alrededor del 60% de los clientes que hacen uso de los espacios destinados al cohoteling, son clientes de día, es decir, locales o turistas de proximidad, siendo el ocio la principal motivación para disfrutar de estas instalaciones. Espacios y servicios comunes como piscinas, spas, restaurantes, gimnasios o tratamientos wellness conforman la oferta.

“Antes de la pandemia era poco habitual encontrar clientes en los hoteles que no fueran huéspedes, a excepción de los que hacían uso de las salas de reuniones, sin embargo, la  ausencia de turistas ha propiciado que muchas personas hayan trasladado su ocio a los hoteles de lujo al ser espacios que ofrecen un pasatiempo seguro y una alternativa que proporciona nuevas y exclusivas experiencias en entornos cercanos que antes eran inaccesibles”, comenta Alcoba. 

Por lo pronto, 220 hoteles de lujo de prestigiosas cadenas como Meliá, Relais & Chateaux, Vincci, Only You, Room Mate o Hilton, entre otras, se han adherido a esta plataforma que ya está operando en España (Madrid, Cataluña, Andalucía, Baleares y Canarias), Francia (París), Portugal (Lisboa y Oporto) e Italia (Toscana).

¿CÓMO ES EL CLIENTE DEL ‘COHOTELING’?

Según un análisis realizado por Hotelbreak entre los más de 7.000 clientes de esta plataforma, el retrato tipo del cliente de día es el de una mujer, de unos 35 años de edad, que vive en grandes ciudades como Madrid, Barcelona, Gran Canaria, Mallorca o Valencia y que acude a este tipo de establecimientos en busca de experiencias exclusivas. El periodo más habitual para hacer uso de las instalaciones o de los servicios del hotel se concentra de jueves a domingo, con una media de entre 3 y 5 horas por actividad.

Respecto a los planes más demandados, cabe hacer una distinción entre los hoteles urbanos y los ubicados en la costa. En los primeros, la experiencia más solicitada es el circuito de spa con masaje durante el invierno y el uso de la piscina en verano.

Como segunda opción encontramos los brunch en azoteas con vistas a la ciudad, muy reclamados en cualquier época del año. Respecto a los planes preferidos en los hoteles de costa, los clientes se decantan, en primer lugar por un daypass –pase de día para utilizar todas las instalaciones del hotel- y en un segundo lugar, la reserva de camas balinesas con vistas al mar y almuerzo incluido.

En relación al número de personas que hacen uso de estos planes también se observa una diferencia entre los hoteles urbanos y los vacacionales. En los primeros, la media por plan es de dos personas, mientras que en los segundos, el número aumenta a cuatro. En cualquiera de los casos, el ticket medio por actividad se sitúa en los 54 € por persona a los que hay que añadir un gasto de 22 € por consumo extra en el hotel.

¿CÓMO SURGIÓ EL PROYECTO?

Esta startup nació en el año 2019 de la mano de Cristian Alcoba y Maxime Renaudin, ambos trabajaban en un hotel de lujo en Palma de Mallorca, en el departamento de Compras y de Marketing, respectivamente.

Allí se dieron cuenta de que el hotel en el que trabajaban tenía que seguir manteniendo la piscina, el spa o haciendo el desayuno aunque tuvieran pocos clientes (o ninguno). Mientras tanto, un montón de clientes locales se “morían de ganas” por tener acceso a las exclusivas instalaciones del hotel, únicamente reservadas para turistas.

Creían tanto en su proyecto que ambos dejaron su trabajo para crear Hotelbreak. Y el tiempo les ha dado la razón porque, aunque el turismo internacional está viviendo el peor momento de su historia, el cliente local tiene ganas de seguir saliendo y vivir experiencias que le permitan disfrutar de un ocio seguro y, por qué no, también exclusivo.

Así, pese a la pandemia, el año pasado esta plataforma facturó un 13% más que en 2019, aumentó su nómina de hoteles un 106% e incrementó sus reservas un 50%. 

María Castañeda
María Castañeda
Redactora de MERCA2 de empresas y economía; especializada en energía, sostenibilidad y turismo.